Caminando por calle de camino al regimiento, me encuentro con Kay , me nota distinta pero todavía no lo dice , pero sus ojos me lo dicen, al fin me hace la esperada pregunta de que me sucede, no sé si contarle lo del soldado Malik , opto por decirle pero antes le digo que lo que le voy a contar no puede decirle a nadie ni siquiera a Bastian, a Kay no le agrada ocultarle cosas a Bastian solo lo hace porque yo se lo pido, así que le cuento sobre Alen.
-¿Qué se te zafo un tornillo? ¿Cómo pudiste salvar al soldado?, él es el enemigo-, -Tuve que hacerlo no tenía opción, fue como que una fuerza mágica me obligara a salvarlo, intente matarlo pero cuando le alce la cara con la espada, esa fuerza impidió que la empuñara para matarlo, y me hizo salvarlo. Ella me vio con una mirada incrédula, me pregunto ¿Segura, no te atrajo o algo parecido?, -No me acabas decir que es el enemigo, meterme con la clase de gente que asesino a mis padres no está en mis planes-, transcurrió la mañana trate de evitar a Bastian por la escena de ayer cuando fue a dejar a Tri, pero finalmente ocurrió me lo encontré mientras estábamos en el salón de práctica de tiro, he intentado aprender a lanzar con el arco y flecha, pero no me siento cómoda como estar con mi espada, en este salón también nos enseñan a disparar una cerbatana con dardos venenosos pero Infraterra como en territorio Malik esta cerbatana se utiliza cuando todas las armas y dones de los elementos han agotado tus posibles defensa en el enfrentamientos y se lo utiliza como último recurso. Miro a Bastian, apenas me ve , le digo -Hola-, -Hola- apenas responde seco y frio, lo miro le digo –Lamento haberte cerrado la puerta en la cara, pero no podía dejarte entrar porque........- no me dejo terminar y preguntó -¿Por qué, que tenías ahí que pudiera ver?-, como pudo saber que ocultaba algo, -Sé que salvaste a un soldado Malik lo vi cuando regresábamos a casa, estaba detrás de ti cuando tomaste la espada, tu primera intensión fue matarlo, pero algo en tu naturaleza cambio lo salvaste, regresaste a ver si no había ningún soldado lo cargaste y lo salvaste no conté nada para no dejar que te metas en problemas, sabes que eres mi familia y por eso no puedo ponerte en peligro, me quede atónita me protegió, decidí contarle que yo no decidí salvarlo fue como una fuerza que me obligo hacerlo, que yo nunca por voluntad propia salvaría a un Malik sabes que ni siquiera muertos puedo verlos, -lo sé, estoy casi convencido que es verdad lo que me dices porque he tenido que detenerte para que pares de ser una sanguinaria, pero debes desacerté de él-, lo abracé, estoy asustada y odio la idea de sentirlo, -Tranquila, lo resolveremos-.
Después de terminar la práctica, decidí ir a la rivera del rio a mi pequeño escondite, solo Bastian y Kay lo conocen, solia venir a aquí cuando necesitaba estar aquí conmigo misma, la primera vez que vine aquí, ellos me buscaron como locos, habían pensado que me había ido para siempre, salieron a buscarme decidieron seguir el rio hasta una pequeña parte donde es la entrada a la selva, siempre me calmo cuando escucho el sonido del agua. Cuando me encontraron les hice prometer que no le dirían a nadie sobre este lugar.
Mientras escucho el rio pienso en como protegeré a Kay y Bastian si descubren que estoy escondiendo un Malik esto es traición, ellos están encubriendo esto espero que si lo descubren solo me culpen a mi al fin y al cabo yo fui la que lo salve, pero hay algo muy raro en medio de la noche he tomado el cuchillo con el que duermo, he ido a mi habitación he pensado en asesinarlo pero hay una fuerza misteriosa que me lo impide que por ninguna causa debo matarlo, pero no encuentro una razón para no matarlo.
Mi escondite queda a un hora caminando de Infraterra, así que a juzgar del sol debo regresar antes que anochezca ya que el camino en la noche por aquí es muy peligroso por la criaturas que habitan en la selva, cuando viví con Kuntur me había dicho que ni pase por mi cabeza quedarme en el bosque después del atardecer si quería vivir para contarlo así siempre obedezco a su consejo.
Al llegar a Infraterra paso por el mercado, compro los ingredientes para hacer una sopa de pollo ya que muero del hambre, cuando llego al apartamento dejo las bolsas sobre la mesa, cuando alzo la mirada miro que Alen sale de mi habitación tambaleándose, no tengo más remedio que tomar su brazo y apoyarlo sobre mi para evitar que caiga, lo dejo en el sofá.
-Estas loco, estas herido no puedes levantarte así, debes permanecer en reposo si quieres sanar tus heridas-, simplemente Alen me sonríe, siempre muestra ese encanto Malik. –Tus heridas no han sanado completamente, puede que nunca mas puedas ser un soldado-, -pues eso quiero- me respondió, su respuesta me sorprendió nunca crei que a un Malik no le gustase la guerra supuse que su gusto estaba en su adn pero creo que me he equivocado.
Empece a cocinar esa sopa, ya que moria de hambre. Mientras estaba pelando una papa , le pregunte -¿Por qué deseas eso, no se supone que ustedes son guerreros natos y amantes de la guerra?, -Eso es una simple generalidad, yo estoy en el ejercito ya que mi familia proviene de un linaje de guerreros, y se supone que yo no puedo romper ese linaje, y además no estoy de acuerdo en esta guerra innecesaria que sus motivos no están claros porque ni siquiera se atreven a decirnos el motivo real porque en cada guerrera que tenemos contra los tuyos porque cada que inicia una batalla cambian el argumento por cual es, porque los que sobrevivimos escuchamos un nuevo discurso-.
Simplemente guarde silencio, me quede fría no espere que un Malik fuera diferente a los que conoci, le tengo un poco de lastima pero no quiero tener ninguna empatía con Alen, el lleva el apellido del general que mato a mi madre.
Después de un silencio incomodo, el con una voz suave me pregunta -¿Por qué te enlistaste a la ejercito, porque esta claro que no lo hiciste por amor a la guerra, eres asombrosa con la espada?, -El hecho que tu te hayas abierto conmigo no quiere decir que tenga que abrirme contigo, no mantente al raz de este asunto, si quieres estar ahí-.
Alen me dio una mirada de aceptación, termine de cocinar la sopa, lo ayudo a llegar a la mesa, el toma asiento, sirvo la sopa, cuando empezamos a comer miro que hace gestos parece que no le ha gustado la sopa y así que le digo –No es para tanto no cocino tan mal- , el con una sonrisa responde –No es por la sopa, solo que siento un pequeño dolor en hombro-,-Cuando terminemos de comer te lo revisare- le respondo cuando terminamos, lo apoyo sobre mi y lo llevo a la cama.
-Es muy abusivo de mi parte no dejarte que descanses en tu cama y duermas incomoda en el sofá-, -He dormido en lugares mucho peores que el sofá y así que Señor Encantador duerma tranquilo- el solo me regalo un sonrisa.
Salgo de la habitación con Tri en brazos, desde que traje a Alen aquí Tri se queda con el hasta que yo llego del entrenamiento. Me rescoste en el sillón, me cobijo, Tri se acuesta en pies, en cuestión de minutos caigo dormida.
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Infraterra
Ficción GeneralDespués de trescientos años los pocos humanos que sobrevivieron después de las guerras y desastres naturales tuvieron que adaptarse a la nueva naturaleza del mundo y se desarrollaron dos nuevas especies una de ellas Malik que desarrollaron una fuerz...