Cada día era lo mismo, era como si todo estuviera a su contra, no sabía desde cuanto o más bien no recordaba cuando comenzaron los insultos hacia su persona.
Al principio sólo eran palabras pero el tiempo comenzó a pasar y esas palabras se convirtieron en golpes, cada vez eran más frecuentes. Un día les preguntó por qué hacían eso, quería saber el porqué lo lastimaban como si lo odiaran, pero ellos sólo dijeron: "¿Qué dices, Karamatsu? Si solo son bromas, tu entiendes, entre hermanos."-Dijeron todos entre risas-.
Pasaban las semanas, los meses e incluso años que todos los golpes y insultos se volvieron normales hacia él.
Pero había algo que no sabía, que una ligera línea divide las bromas de los insultos.
Él, el segundo hijo de la familia Matsuno, Karamatsu Matsuno, sufría "bromas" de sus hermanos desde que recordaba, pero, ¿Qué iba a hacer él?
Él era tan puro como el agua, tan noble, ¿Cómo lastimaría a sus hermanos por venganza? Además ellos parecían disfrutarlo, ¿Por que les quitaría eso que a ellos tanto les divierte?
Pero un día, una tarde cualquiera mientras se repetía la rutina, él dice "basta" de una forma que nadie se lo esperaría del segundo hijo, el más noble, el más puro, detuvo las agresiones de una forma atroz, y el noble y puro corazón que había en él fue roto.
Su corazón había sido corrompido.