Mess Around (Staxxby)

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Oh, St. Louis,California.

Recién había llegado, "la ciudad del encanto".

Iba por un asunto de una compañía, ya saben, para probar nuevos juegos y todo eso. Guillermo me vería mañana en la convención a la cual nos habían invitado.

Teniendo el día libre para pasear decidí andar por ahí, perderme por un rato. Mi andanza me llevó a una calle en donde la cordura y dignidad se van al carajo. Bares, chicas semidesnudas, drogas, alcohol y vagabundos la conformaban.

Decidí entrar a tomar algo. Crucé la puerta y vi como varios tipos le tocaban el trasero a los meseros, o como les veían el paquete con lujuria y se relamian los labios de una forma asquerosa.

¿Yo? ¿En un bar gay quizás clandestino? Bah, no es de sorprenderse, llego a probar cosas nuevas.

Me senté en la barra y pedí un whisky, revise que no tuviera alguna sustancia extraña que me dejara drogado y después despertar violado por estas personas.

La tomé y divisé a un chico de estatura baja, se dirigía hacía mí, no lo sé , pero me puse nervioso, tal vez porque no había salido con nadie en mucho tiempo, mi última novia fue Claudia y terminamos bastante tiempo atrás, peleamos porque le dije que era bisexual y bueno, se fue.

-Hola- Pronunció el desconocido que tenía delante.

-Hola- Salude tímido.

-¿Que hace un chico tan guapo aquí?- Dijo con una sonrisa coqueta.

-Pasando el rato

-oh...- Susurro muy cerca de mi oído, me hizo estremecer.

-Mi nombre es Alejandro, pero tu me puedes decir Alex- Y descaradamente lamió el lóbulo de mi oreja derecha.

-S-soy Francisco... p-pero dime Frank- Dije sonrojado y nervioso.

-Lindo nombre. Oye... que tal si tú y yo vamos a un lugar más ... privado- Y cuando me di cuenta él estaba sentado en mi pierna y con sus brazos entrelazados en mi cuello.

-Claro- Sonreí, claramente había venido a divertirme, y no desaprovecharía la oportunidad de follarmelo.

Se paró y me tomó de la mano, este chico no me hacía perder el tiempo. Me di cuenta que tenía unos hermosos ojos oscuros.

Realmente hacía calor, pero su presencia había subido todavía más mi temperatura, y como no, sí traía unos calzoncillos ajustados de cuero negros que dejaban al descubierto su redondo y precioso culo, algunos miraban al menor con descaro y sentí la gran necesidad de abrazarlo para dejar claro que era mío ... y lo hice.

Me dijo que esperara y al volver llevaba puesta una gabardina y pantalones de mezclilla.
Me guió hacia un hotel casual, ni tan lujoso ni tan pobre.
Nuestra habitación correspondía al número 049.

¿Para que explicar lo demás? Solo podría decirles que desperté a lado de él y llegue al evento con 30 minutos de retrasó, pero había valido la pena.

Al tocar mi bolsillo palpe un trozo de papel, el cual contenía el número del chico, estaba claro que lo llamaría.

One Shot's De YoutubersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora