Capítulo 1: Mi nuevo amigo.

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Capítulo 1: Mi nuevo Amigo.
Mi nombre es Dulce,Tengo 22 años y  la verdad, yo no creía en el amor verdadero. Les contare mi historia.

Yo tenía un novio, Yael, él era fiel y cariñoso me respetaba y nos amábamos profundamente; Nuestra relación iba de maravilla hasta que un día...
     -¿Engañarte?, ¿Yo?
     -Pues quien más inútil, ¡No me digas que solo fue un beso de amigos!
     -Bueno pues no te digo. Dijo Yael en tono burlón.
     -¡Sabes que, Terminamos!
     -De todos modos la otra está más buena, y no está loca.

Ese día había llorado demasiado, tenía sentimientos de odio y tristeza encontrados, simplemente me había lastimado.
Estaba muy deprimida, llevaba semanas sin querer comer de la manera más correcta.
     -Lo se hija, te lastimo. Dijo mi mamá en tono preocupada.Duraron mucho tiempo¿7 años?
     -¡Mamá! Teníamos planes de casarnos.
     -Mi niña, ya eres una adulta, no te culpo, estas lastimada, pero hay  cosas en la vida que solo llorar por un idiota que no vale la pena. Así que decidí traerte esto.
En ese momento, mi madre dejó una caja abierta en frente de mi cama, y salió del cuarto.
Decidí ignorarla y volví a esconderme debajo de mis sábanas, cuando de repente escuche como la caja se caía.
Salí de golpe de mi fuerte de sabanas y mire la caja; ¡Pero que sorpresa! un cachorro de pastor alemán estaba mordisqueando uno de mis calcetines.
Me levanté y lo cargue, el cachorro me dio un lenguetazo y solté una risita.
En ese momento mi madre entro a mi habitación.
     -¿Así que ya conociste a tu nuevo compañero?
     -¿Compañero?
Estaba tan distraída que no había visto si el cachorro era niño o niña, y efectivamente ¡Era un niño!

Decidí ponerle nombre, y no me fue difícil.Lo llame Kiba, que en japonés significa “Colmillo”, lo llamé así porque cuando lo cargue comenzó a mordisquearme la mano.

Pasó una semana y mi humor cambió drásticamente, y no, no estaba feliz; yo lo llamaría...Estrés.
Kiba se la pasaba corriendo por toda la casa, hacia del baño en donde se le daba la gana y cuando tenía hambre chillaba como si no hubiese un mañana. Pero, ahora era mi amigo y mi responsabilidad, y más que estrés, era alivio.

Con Kiba en casa ya casi olvidaba la existencia de Yael, de no sé por Facebook, donde subía fotos con su nueva novia, aun me dolía pero tenía mejores cosas que hacer que sentarme a comer helado y llorar.

Pasaron 3 meses y Kiba ya tenía la edad suficiente para salir, así que decidí llevarlo al parque para que conociera el exterior. Era domingo.
     -Vamos Kiba
     -¿Dulce?
El pesado de Yael apareció con su sonrisa de tonto frente a mí, y para el colmo con su nueva novia.
     -Dulce, ¿Cómo has estado? Tanto tiempo
     -Hola. Dije en tono seco.
     -¿Ya te presente a Anahí? Es mi pareja.
     -¿Tu nuevo juguete?
     -¿A quién llamas nuevo juguete? Pregunto Anahí enojada
     -¿Ah?, Lo siento, no te hablo a ti, le hablo a Kiba, le compre un nuevo juguete y parece ser que lo quiere ahora. Disimule
     -Osea que en vez de conocer gente, ¿compraste un cachorro? Dijo Yael al tiempo que se agacha para acariciar a Kiba.
Kiba le dio un buen mordisco, ¡Ese es mi perro!
     -¡Ouch! ¡Qué colmillos tan fuertes!
     -Ay amor, es que a ti no te quieren los perros, mira y aprende. Dijo Anahí en tono burlón
Se agacho y al acercar  la mano, otro mordisco alejo a Anahí de Kiba.
     -Tienes razón, que buenos colmillos. Dijo mientras se sobaba la mano.
     -Por algo se llama Kiba, dije en tono obvio.
     -¿Y qué significa?Preguntó Yael.
     -Colmillo.
     -Nos tenemos que ir. Dijo al momento que se acercaba para darme un beso de despedida.
Kiba gruñó y se le aventó a Yael, haciendo que retrocediera.
     -No le caiste bien. Dije al momento que me daba la vuelta y lo dejaba.

En ese momento, me dí cuenta que Kiba no solo era mi perro, ni mi responsabilidad.
Era mi amigo, mi guardian, mi nueva Familia.

Hasta Que La Muerte Nos Separe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora