✍ Capítulo Único ✍

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Arrugué con las palmas de la mano parte del bello y largo vestido que llevaba mientras mordía mi labio inferior, esperando que el traqueteo de la carroza y la luz de la luna despejasen todo mi nerviosismo, inseguridad y temor que aguardaba dentro de mí.

De lo que pareció un interminable viaje, con un simple y delicado freno todo paró en seco. Baje con cuidado impidiendo no pisar el traje al mismo tiempo que veía la luz proveniente del castillo, el cual daba un inmenso esplendor que dejaría a cualquiera sin habla. Todo parecía tan perfecto, sin embargo esas palabras no dejaban de resonar en mi mente:


''Mátalo y despoja todo aquello cuanto ama''.


Aferré la daga contra mi pecho mientras miraba con seguridad hacia delante y daba lo primeros pasos, encaminándome más y más a mi destino. Subí con precaución los escalones de mármol hasta llegar a ver la entrada y parte del interior del palacio.

Todo estaba repleto de personas provenientes de diversos lugares dentro y fuera del país, cada uno con una característica tan fuera de lo común que sería imposible describir cada uno de ellos.

Caminé con precaución , escondiendo el arma entre mis manos mirando todo a mi alrededor, desde los candelabros de cristal que colgaban del techo hasta el reloj de péndulo que colgaba en mitad de la sala, dando la hora exacta: 11:40 pm.

''No queda mucho tiempo'', pensé mientras me apresuraba, adentrándome entre la multitud de gente que bailaba, reía y disfrutaba del entorno. No podía disfrutar de aquello, solo buscaba con la mirada a mi objetivo, hasta que sentí una fría mano tocar mi hombro, provocando que me diese la vuelta rápidamente.

- Disculpa, no quise asustarte... Más bien llamaste mi curiosidad.

Ante mí se encontraba el mismísimo príncipe de aquel noble y amable reino.

- Su alteza, Sans... -Dije solemnemente al mismo tiempo que hacía una leve reverencia ante él-. No es sino para mí un verdadero placer conocerle.

- El placer es mío, siempre es un gusto conocer a uno de mis súbditos y más en una fiesta, ¿no crees? Perdona, quizá me fui de las ramas... ¿Podría saber su nombre, señorita?

- Mi nombre es Frisk, su alteza...

A pesar de lo que para mucho parecería una conversación bastante formar y elegante, dentro de mi podía notar como mi corazón latía fuertemente junto con millones de ''mariposas'' en el estómago, sin contar el leve sonrojo que tornaban mis mejillas.

- Precioso nombre, Frisk. ¿Le importaría bailar conmigo?

- En absoluto...

Ofreció su mano, la cual acepté, no sin antes guardar mi daga, y nos llevó a ambos al centro de la pista. Una vez ahí, la pequeña orquesta empezó a tocar una suave melodía, mientras bailábamos acorde de esta.

Un paso, dos, tres... Todo esto acompañados de los ''Tic Tac'' del reloj, los cuales resonaban dentro de mi cabeza. ¿Por qué simplemente no podía disfrutar aquello? Una velada con el más atractivo y amable ser que nadie pueda conocer, del cual también estaba enamorada desde joven... Sin embargo, ¿por qué debo hacerlo?

A medida que la melodía iba finalizando, mi respiración cambiaba más y más agitada, mientras mi visión se nublaba poco a poco, dando una sensación de mareo. No pude evitar sostenerme entre los brazos de Sans, intentando reincorporarme.

- ¿Te encuentras bien? Ha sido algo agitado, puedo acompañaros hasta mi aposento, allá podréis descansar...

- No es necesario... -Mi voz se entrecortaba, al mismo tiempo que mi mano se colocaba en mi pecho-.

- Insisto. -Dijo mientras me miraba con un sentimiento de preocupación en su mirar-.

No pude negarme a su propuesta, así que con cuidado caminamos, subiendo ambos agarrados de la mano y dejando atrás todo aquello que nos rodeaba.

No tardamos demasiado en llegar a una habitación bastante elegante de color azul oscuro. Una vez allí, ofreció el asiento más cercano para poder recuperar al aliento, lo cual no negué a pesar de todo, mientras él se sentaba a orillas de la enorme cama que se encontraba en el centro del cuarto.

- ¿Te sientes mejor? Puedo hacer llamar a alguien para que te trate...

- No es necesario... Muchas gracias majestad.

- Llámeme Sans, simplemente.

- De acuerdo... Sans.

Se formó un incómodo silencio por unos varios momentos, invadiendo toda la sala. Me levanté mientras me acercaba a él con cuidado.

- Disculpe... ¿Puedo saber por qué es tan amable? No me diga que es así con todas, eso me ofendería aún más.

Este soltó una pequeña risa, mostrando consigo una hermosa sonrisa.

- Tienes razón... No lo sé. Quizá fue ese bello rostro que resplandece con la luz... Tu cabello castaño... Y ese inmenso deseo de saber cómo será tu sonrisa.

Aquellas simples palabras, tan dulces y al mismo tiempo que avergonzarían a cualquiera... Me acerqué todavía más, estando frente a él. Este simplemente me observaba con detenimiento aun sentando.

- Siempre he deseado este momento... Estar con usted... Todo como en los cuentos de hadas, ¿cierto?

Pose ambas manos en sus hombros, haciendo que este se quedase tumbado, al mismo tiempo que colocaba mi rodilla en el colchón, sin dejar de mirarle en ningún momento. Agache mi cuerpo, acercándome más y más a su rostro.

- Una pena que no siempre fuese así.

Rápidamente saqué la daga del escondite, perforando su pecho poco a poco, con el son de las campanadas resonando nuestros oídos. La sangre empezó a brotar lentamente junto con los angustiosos jadeos de Sans, con intención de pedir ayuda mientras lágrimas corrían por sus mejillas.

Pero no eran sus lágrimas, sino las mías las que empapaban su rostro. ¿Por qué tuve que escuchar aquellas palabras? ¿Qué fue lo que me hizo convencer de hacer esta estupidez?

- Lo siento... Sans... Lo siento...

Mi voz se entrecortaba más y más mientras acariciaba su cara suavemente. Su reacción fue tan inesperada que quise gritar de dolor. Él estaba sonriendo a pesar de todo.

- Te quiero... Frisk.

Como si sus palabras fuesen la misma daga que usé, estas atravesaron mi pecho provocando una angustia que ningún tipo de muerte o tortura pudiese llegar a comparar jamás en estos momentos.

Las lágrimas se secaron poco a poco formando una sonrisa a la vez que Sans daba su último aliento de vida.


''=)''


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⏰ Última actualización: Dec 22, 2017 ⏰

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