¡Por fin, hoy me toca misa! Busqué mi mejor atuendo para asistir, ya que mi gordito papudo estaría ahí:
*MIL AÑOS DESPUÉS, CUANDO TERMINÓ LA MISA*
Una vez que todos se fueron de la iglesia, y los únicos en ella éramos nosotros, me dirigí hasta el papudo con una mirada picarona.
-Hola, papuU. DIGO PASTOR.- Dije acercándome al grasoso. Mis tetas flácidas se meneaban a cada paso que daba.
-Hola, hermana Juana.- Me respondió un poco coqueto, con un chorizo atravesado en la garganta, unas papitas fritas en la mano derecha, una bebida coca-cola en la izquierda, y una bandeja llena de nuggets de pollo, pan con queso, helado y una agüita light 0% azúcar sobre una mesa.
-Pero qué gran chorizo tiene, Don Hernaldo.- me atreví a decir.
-Tome.- Dijo entregándome un papel con unos números -Agrégame al wasác.- Tomé el papel y lo guerdé en mi cartera chanel.
Este papudo me está volviendo loca. No dejo de pensar en sus lonjitas, así que me pondré a hacer dieta y a tomar mucha agua.
Doña Juana es toda una lokilla, no? Es demás pikarona
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Mi Pastor El De Las Lonjas
HumorJuana se siente atraída por las lonjas del sacerdote Hernaldo.