Omegle // Justin bieber +18

Capítulo 37

-No, no puedes. -Grité 

-¡Maldita sea, Ally, solo quiero hablar contigo! -Me gritó

-¡Vete! 

-¿Como?

-¡Que te largues, joder! 

En cuestión de segundos sus labios estaban sobre los míos, me besaba con agresividad, esto para nada era un beso tierno y delicado.

Pareciese que yo también quería y necesitaba de sus besos. De esos besos así. 

-Vuelve a decir que quieres que me vaya. -Susurró y enarcó una sonrisa.

-Eres un hijo de puta. -Le susurré.

-Lo siento. -Dijo mientras me abrazaba

-No seré tu juguete, Justin. 

-Y no quiero que lo seas, Ally. 

-¿Entonces por qué haces todo esto? -Dije.- ¿Por qué actúas de esa forma tan idiota? 

-Porque soy un idiota. -Se sinceró 

-¡Ally, maldita mocosa, abre la puta puerta! -Escuché la voz de Jake.- ¡Gradisíma puta, que abras la puerta! -Volvió a gritar y está vez los golpes fueron más fuertes. 

-Tienes que irte, Bieber. -Susurré 

-¿Quién es? 

-Vamos, anda, tienes que salir de aquí. 

-¿Es Jake? 

-Justin... -Susurré y vi como se levantaba de la silla e iba hasta la puerta.- ¡Eh! ¡¿Qué crees que vas hacer, Justin?! -Fue lo que alcancé a decir antes de ver como Justin y Jake se enfrentaban a puños. 

(...)

2:08am

-Ya puedes pasar a verlo -Me informó 

Mi parpado dolía, palpitaba, y no era para más. Jake me había golpeado cuando intenté separar a Justin de él.

Caminé hasta el fondo del pasillo, la habitación 45B 

Ahí estaba, sentado y con su torso desnudo, tenía algunos moretones, no muy fuertes, leves. Se peinaba su cabello con una mano, hasta que me notó.

-Lo siento, nena. -Fue lo primero que dijo.

-Eres un irracional.

-No pude soportarlo, nena, ese hijo de puta te hace daño.-Dijo mientras besaba mi cuello.

Lo miré.

-¿Qué crees que haces? 

-Besarte, ¿qué no vez? -Dijo y me sonrió

Una de sus manos se situó sobre mi trasero y apretó una nalga. 

-¡Justin! 

-¿Mmmh qué? 

-No tendremos sexo aquí. 

-¿Por qué estás tan segura de eso? -Dijo volviendo sus labios hasta los míos. 

-¡Porque estamos en un hospital! 

-Eso lo hace más excitante, ¿no crees? -Dijo y ahora acariciaba mi abdomen.- Será rápido... vamos, nena.

Alzó mi blusa y la tiró al suelo.

-Joder, me encantas. -Murmulló mientras acariciaba uno de mis senos. Él sabía que eso me ponía al mil. 

-Estás jugando... sucio, Justin. 

-Shh... -Dijo.

Acaricié su cuero cabelludo, masajeandolo hasta que sentí sus manos en el broche de mi sostén. 

Esté también se fue al suelo.

Su boca succionaba uno de mi pezones. Me hacía gemir. 

-Me encanta tus gemidos, Dios. -Dijo

Me recostó en la camilla y él se subió encima, depositando su peso en ambos de sus brazos

Con mis manos desabroché el boton de su pantalón y él desabrochó el mío.

Una, dos, tres, cuatro embestidas. 

¡Joder eso era placer al máximo! 

Las embestidas siguieron, hasta el punto, en que ambos habíamos llegado.

Se quedó dentro de mí unos segundos más. Regulando su respiración y yo la mía.

Recostó su cabeza encima de mi pecho. Eso era tierno.

-Te quiero, nena. Te quiero jodidamente. -Susurró apenas audible.