Capitulo 1 -Valery

8 0 0
                                    

La etapa universitaria es algo que todos solemos desear. Bueno al menos en mi persona.
Significa independencia, riesgos, experiencias, ¿Por qué no?equivocaciones y miles de cosas que queremos experimentar. Era algo que llevaba planeando prácticamente desde que tengo sentido de aventura. 

Lo cual nos lleva a unos tres años atrás, cuando estaba en la preparatoria. Siempre me habían dicho que ahí conoces a tus verdaderos amigos. Yo ya tenía algunos que no pensaba cambiar. Pero entrar en la universidad no quería decir que debía suplantarlos, sino más bien ampliar el número de ellos o ver cuales de ellos permanecen en tu vida. Solía desear irme de esta ciudad y conocer otro sitio, mas que nada para escapar de mi padre y de mi madre. Mi hermana mayor, Clarisse, y mi Hermanito de cinco años Michael era otra cosa. Admito que los echaré de menos pero debo continuar con mi vida. 

Clarisse es molesta a mas no poder y su novio, Tom, me irrita tanto que cuando vienen a casa prefiero pasarlo encerrada en el cuarto. Son una replica de mis padres y eso me horroriza. No tengo mucho de que quejarme supongo que yo y Demian, mi novio, somos iguales. Lo bueno, nos vamos de aquí. Lo malo, no se si es buena idea irnos juntos.

Demian y yo llevamos juntos desde hace un año. Aun no se por qué no terminamos. Supongo que la rutina es cómoda y no podría soportar a mis padres si nos dejáramos. Se han acostumbrado tanto a él tanto como a Clarisse y Tom, más que nadie.

Vamos a la misma universidad, a fin de cuentas. Aunque a diferente facultad. No quiero irme, porque se que Elise no va conmigo. Se ha casado tan pronto que sino supiera que es feliz me preocuparía. No se si quisiera casarme, no es algo que tenga pensado, aún cuando Demian dice siempre que vamos a casarnos. Menos aún cuando actúa como un psicópata cada que alguien se me acerca. Se que me quiere, pero no es sano que actúe así. En ocasiones me asusta. Nunca me ha golpeado, claro, de ser así lo hubiera dejado hacía mucho, pero aun así no entiendo por qué no lo dejo. Sus comentarios hirientes son más duros que los golpes. Solía ser una chica alegre y reía por todo, hasta de mi misma. Era cariñosa, feliz y detallistas. Los primeros meses de nuestro noviazgo me sentía agradecida del novio que el destino me había dado. Juraba que íbamos a ser felices siempre e íbamos a ir a la universidad a vivir juntos. Sueños. Sin duda eso eran. Nunca imaginé que tendría un chip en su cabeza, posesivo, celoso e insensible, que se activaría a los seis meses de noviazgo.

La primera vez que me dijo algo hiriente es difícil de recordar, han pasado ya con tanta frecuencia que no recuerdo cuándo fue la primera vez. Desde entonces hemos peleado inmensidad de ocasiones. Sobre todo ahora que nos vamos a la universidad, en un Estado distinto. No viviremos muy lejos de donde ahora, pero si lo suficiente como para echar de menos a mi mejor amiga. Y ahora ¿a quién le contare nuestras peleas? Viviré en la residencia universitaria. Demian buscará un departamento cerca del campus. Ha insistido tanto en que me vaya con él que no las puedo contar, pero siempre me he negado. Es como darle impulso a su posesividad y no pienso colaborar en ello. De modo que espero que pase su rabieta.

El día esta nublado, pero se siente caluroso. Extraño, lo sé, pero esto me da una especie de presentimiento. Uno que no puede se bueno.

Quiero irme ya, Demian no tarda en llegar por mi en su Camaro del año. Adoro los buenos autos, pero odio que se jacte de él. Que tenga dinero no lo hace mejor que nadie. Mis padres están en la sala. Michael en su habitación, es aun muy pequeño como para entender que me iré y no me vera más. Al menos en una larga temporada. Mi madre debe estar leyendo alguna revista de moda, desinteresada de mi destino, y mi padre buscando en Internet las instalaciones del lugar al que me dirijo. Son tan diferentes que me extraña que estén juntos. Aunque sé que se quieren. Lo demuestran cuando se toman de la mano o cuando se besan cuando creen que nadie los observa.

Bajo justo cuando se escucha el claxon de un auto y se inmediatamente que es Demian, tan patán como siempre. No quiere bajarse a saludar. No es extraño para mis padres. Cuando llego al último escalón veo a mis padres en la puerta, mi padre sujeta a mi madre de la mano. Me dicen que tenga cuidado, que me cuide y que tenga suerte o éxito y me dejan sujetar mis maletas. No son tan buenos demostrando sus sentimientos, y ahora menos que nunca.

Demian me ayuda con mis cosas y partimos. A nuestro futuro, a nuestra aventura. Aunque algo muy dentro de mi desearía que no fuera con él.

Asegurando Tu CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora