Tracy
Chris y Ricky tenía todo planeado me pusieron un antifaz para dormir de satín negro, junto con unos audífonos de esos que son más accesorio que cabeza, para que no escuchara a donde nos dirigíamos, dentro del aeropuerto me llevaron a la sección de comida pero sin quitarme los molestos auriculares, solo podía ver que ellos reían y seguían platicando. Estaban bastante felices, eso me tranquilizaba, desde que fue el incidente con Colton, me sentía un poco de caída y a la vez toda una perra rabiosa, lo odiaba con todo mi ser, pero era humana, también tenía mi corazón.
Cuando terminamos de comer nos fuimos a la sala de espera, ahí me volvieron a poner el antifaz, me quede dormida unos minutos después, cuando lo que parecieron ser unos momentos, sentí que alguien me sacudía, cuando mire encontre sus hermosos ojos... Ricky.
-Es hora de irnos.. -alcancé a leerle los labios.
Me pare instantáneamente, caminando hacia el lugar donde nos pedirían los boletos que para mi mala suerte no decía el destino.
Cuatro horas después íbamos en un taxi, en este punto estaba al borde de la histeria, no sabía a donde nos dirigíamos, solo podía imaginar que estábamos cerca del mar, el aire que envolvía el interior del taxi era salado y hacía bastante calor, la cálida mano de Ricky se posaba en la mía... ¿Como lo sabía? Porque sentía un cosquilleo en los dedos.
Hasta que por fin me quitaron la mierda de los ojos junto con los audífonos mi visión tardo unos segundos en acostumbrarse al colorido del cuarto, era... Demasiado azul, había pescados en todos lados y... Ariel si, la princesa sirena.
-¿Chris? ¿Donde estamos? -dije atónita.
-Ven, mira asómate a la ventana.
Cuando mire... No lo podía creer.
A lo lejos se podía observar distintas atracciones, un enorme castillo lleno de colores, gente por todos lados y botargas de los personajes de Disney. -grité.
-ME TRAJERON A DISNEYLAND!!!!! ME TRAJERON A DISNEYLAND!!!! - Los abrace a ambos, me sentía una niña pequeña. ¿Quién no se sentiría feliz si lo llevaran a disneylandia?
-Así es pequeña. -Chris me miraba con cierta chispa maternal en sus ojos. - Es lo que mamá y papá querían.. ¿Recuerdas?
Unos días atrás de la muerte de mis padres, cuando eramos pequeños, su sueño era traernos de vacaciones aquí, sin embargo la vida se los quiso llevar antes de poder disfrutarlo, con la edad que ambos teníamos era muy difícil venir sin sentir ese hueco en el estomago, al recordarlo mis ojos se llenaron de lágrimas, sin pensarlo los abrace a ambos.
-Gracias, gracias por todo!!!! Mamá y Papá estarían felices por ser como eres conmigo. Nos quedamos abrazados un rato, hasta que el estomago de Chris comenzó a rugir.
-Vamos a comer esos panqueques de Mickey Mouse que muero de hambre.
-Dios!! Me muero de hambre hermano!!
....-¿Sabían que estamos en un cuarto de ARIEL!!!!!!!!!!! -grité!! -ABAJO DEL MAR!!! ABAJO DEL MAR!!!! -empecé a bailar.
Ellos solo se miraron y comenzaron a reír.
-Mañana me iré a disfrazar de mi otra princesa favorita y ustedes serán mis guardaespaldas.
-De acuerdo.. ¿Podemos ir a comer?
-ABAJO DEL MAR.
-Peero
-SIRENITA!!!
-Ya se pero.
-LA BRUJA MALVADA!! CORRE RICKY!! AAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!! -Me eche a correr.
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Un Ángel enamorado ©
FanfictionTracy Cerulli es una adolecente que le gusta estudiar, leer y salir con sus amigas. Tiene una belleza que cualquier hombre caería a sus pies, un día conoce a Ricky Olson, un chico que acaba de mudarse a la ciudad, pero Ricky no es el típico chico co...