Capítulo 1.

2.6K 67 2
                                    

-Pff que pesada eres Sara, no sigas, no voy a ir. -dije muy fría

-Venga no seas así anda Daph, vamos a dar una vuelta, hazlo por tu mejor amiga por favor, no te puedes quedar en tu casa todo el fin de semana.

-¿Y por qué no?

-Joder Daph ¿Me lo estas diciendo en serio?

-No tengo ganas de ir de verdad, ¿Qué vamos a hacer?

-Tía solo es dar una vuelta por ahí, nada fuera de lo normal.

-Vale, solo un rato ¿De acuerdo?

-Te quiero, ¡Eres la mejor!. Me voy a mi casa a cambiarme, nos a las cinco en la fuente del parque.

-De acuerdo hasta después fea.

Pasó un rato desde que Sara se fue y yo seguía, ahí, de pié, frente al armario, mirando toda la ropa sin saber que ponerme. Sé que sólo es dar una vuelta, pero joder, ¡No sabía usar! de pronto, se abrió la puerta y entró mi madre.

-Daphe te recuerdo que tienes que sacar al perro.

-¿Mamá no podría sacarlo Raúl? -le puse tal cara de cachorrito que no podría negarse ni aunque quisiera.

-No, el perro es tuyo y quita esa cara de cachorrito, que tienes 16 años y sabes cuales son tus responsabilidades.

-¡Joder que pesada! -Eso lo pensé porque si lo llego a decir soy chica muerta.

-Venga quítate el pijama y vete a sacar a Chipper el pobre está que se revienta.

-Vale me visto y lo saco. Por cierto, después voy a salir con Sara.

-Pero no vengas tarde -dijo con un tono suave.

Después de 10 minutos bajé. Había tardado en elegir la ropa pero ya la tenía, llevaba una camisa un poco corta, blanca un pantalón corto blanco y rosa y unos zapatos negros. Cuando bajé mi hermana, estaba con las pinturas de mi madre, y la cara hecha un cristo, no me pude contener y me empecé a reír.

-¿Pero de qué te ries? -Dijo con una ceja levantada.

-JAJAJAJA no puedo parar de reirme lo siento.

-Cómo te estes riendo de como estoy pintada me las pagarás.

-Mi hermana me echó una mirada asesina y yo lo único que podía hacer era reirme.

Salí del salón directa hacia donde tenía la correa de mi perro, lo llamé unas cuatro veces y no aparecía ¿pero que estará haciendo el perro? Subí las escaleras para ir a la habitación de mi hermano Raúl, que seguro que era el culpable de que Chipper no apareciera. Cuando abrí la puerta me encontré a mi hermano jugando a la play 4 y al perro mirando a la televisión.

-Oye Chipper, vamos a la calle venga. -Mi hermano como siempre estaba pegado a la pantalla del televisor y ni siquiera se viró para mirar quién había entrado.

Saqué al perro, pasó una larga hora, ya debería de salir para la fuente del parque, así que cogí las llaves de casa, las gafas de sol y el skate. Al cavo de diez minutos llegué a la fuente y me encontré con Sara, para mi sorpresa estaba llorando, corrí hacia ella las palabras salieron solas de mi bica.

-¿Quién coño a hecho llorar a mi mejor amiga? Se las va a tener que ver con mis dos puños.

-Daph, me ha dejado -dijo entre lágrimas.

-Joder, pero...¿por qué? ¿Qué es lo que ha pasado?

-Dice... que ya no es lo mismo que antes y que se ha enamorado de otra.-Entre llantos puso su cabeza en mi pecho y poco a poco se fue calmando.

No sé como no lo vi venir, ¡Ese tío era un capullo! ¡Cuando lo vea lo voy a matar!

-Con una media sonrisa le dije -Sé que ahora no puedes pensar en otra cosa que no sea él, pero, olvídalo es un capullo.

-Sé que solo llevábamos tres meses pero... te lo juro, lo quiero tanto -tenía los ojos muy rojos, con lágrimas que caían una tras otra.

Pasaron unas horas desde que dejé a Sara en su casa ella... ella estaba hecha polvo. Bueno supongo que es lo normal yo nunca me he enamorado. Se abre la puerta y se escucha a Raúl gritando que vaya a comer.

-No se para qué gritas si ya estas dentro de mi habitación zoquete.
-Por que así te molesto un rato -y se fue entre carcajadas.

Mi hermano, es el típico niño de dieciocho años que piensa que se va a comer el mundo, bueno... eso viene de familia, en cambio, mi hermana, tiene cuatro años y lo único que quiere es pintarse la cara con las pinturas de mi madre.

Después de cinco minutos bajé a cenar, cuando terminé me Subí a la habitación, para descansar mañana será un gran día.

Pasaron unas horas desde que había decidido acostarme a dormir, pero no podía, no sé por qué, pero algo pasaba, creo que es, por todo lo que ha pasado esta tarde, joder lo siento tanto por Sara pero sin él estará mejor.

Salí de mi habitación, rumbo a la cocina, para beber un vaso de agua, estaba realmente seca, abrí la nevera para ver qué podía comer, saqué unas fresas y la nata, corté las fresas las puse en un vaso y me fui al salón, encendí la televisión, y me puse a ver Hawai 5.0 de milagro estabá echando. Pero poco a poco fui cerrando los ojos, hasta que todo se quedo a oscuras.

Mi madre irrumpió en la sala para apagar la televisión, y me ordenó que me fuera a mi habitación.

-Justo cuando me iba a quedar dormida -murmuré.

-¿Decías?

-Nada...

-Venga vete a la cama ya anda -dijo con una cara de sargento.

-Que si que ya voy. Pufff odio cuando se pone como si fuera un sargento que no estamos en el ejercito pensé.

Cuando mi madre, por fin dejó de hablarme, subí a mi habitación, abrí la puerta y me tire sobre la cama.

Prohibido EnamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora