Capitulo 2

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Notas:

Me anime a seguir esta historia al ver que Yath my best friend (pásense a leer su historia los tres gatos que leen esto) decidio seguir la suya.

Los personajes son mios blah blah blah.

Capítulo 2.

Hay tres tipos de hermanos en esta vida. Los que se aman de una manera muy bizarra y asquerosa, los que se odian, y los distantes que se hablan una vez a la cuaresma pero igual se quieren.

Yo soy del último y segundo tipo, mi nombre es Rusell White tengo doce años, el hijo menor de la familia Adams-White. Odio a mis dos hermanos mayores Christian y Lucas, pero aprecio completamente a mi hermano Mayor James que no estoy seguro si sabe que existo

Siempre me la paso en mi cuarto recostado en mi cama con mi mirada al techo, escuchar a mis padres pelear, a mi hermano mayor Lucas caminando de un lugar a otro nervioso, y a mi otro hermano que no puede mantener su maldita boca cerrada por un maldito minuto.

Todas las noches rezo para que mi hermano mayor James que al parecer fue el único que hizo algo con su vida, venga a casa me cocine dos pollos y se largue, y si es posible me dé un pasaje para largarme a una casa en la playa con educación incluida. Pero no importa cuántas veces rece, eso nunca va a cumplirse.

Mi madre entra a la habitación. — Cariño, mañana viene tu hermano James de visita.

O tal vez sí.

No conozco muy bien a mi hermano mayor, pero algo me dice que es una buena persona...

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—POV James—

Uno solo regresa a la casa de sus padres solo en dos ocasiones, se murió un familiar, o estas en la banca rota y fingirás que los extrañas demasiado para ir a su casa a mendingar comida. Exacto ese es mi caso, a mendingar se ha dicho.

En fin, justo ahora estoy junto con Alan, en una pizzería cualquiera de un lugar cualquiera.

—Agregaron una nueva pizza. — Dijo Alan.

—¿Cuál?

—La cuatro quesos... pidámosla.

—Está bien, es la más barata.

Alan y yo inocentemente pedimos la cuatro quesos, yo estaba en las nebulosas, pensando una forma de pedir dinero sin que me digan que no. Cuando era niño, siempre pedía dinero cuando Lucas quería algo también. A veces ni siquiera necesitaba el dinero, pero era la única forma de que no le dieran dinero a él.

Su horrible llanto era música para mis oídos cuando mi madre le decía que se fuera a la mierda porque yo, el mayor de la casa, el macho alfa tenía el dinero.

Que infancia tan buena tuve vale, no sé de qué me quejaba tanto, esperen ya recordé porque, olvídenlo.

—Aquí tienen su pizza. — Dijo el mesero que nos atendió.

—¿Qué se supone que es esto?

—Lo que usted pidió señor. Ah ya veo cual es el problema, la pizza cuatro quesos viene con cheez whiz, Riqueza, queso rallado, y queso en tajadas. En este momento no tenemos Riqueza perdón.

—¿No le vas a poner diablito también?— Dije sarcástico.

—Si agregan cinco más, si le ponemos el adicional de diablito señor.

James (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora