Capitulo 3

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Capítulo 3

Habían pasado muchos años desde que abandone la casa de mis padres. Desde ese entonces agregaron un nuevo piso, al parecer Lucas no apesta a mono como antes, al fin cambiaron las cortinas, y como si fuera poco me entero de que tengo otro hermano menor. ¿No era suficiente con Christian?, pues no, mis padres querían averiguar si otro hijo les podía salir retrasado. Pero los muy estúpidos tuvieron suerte esta vez, por segunda vez en la vida mi madre pega una. La primera fui yo.

Aun así no me siento tan mal por tener un hermano menor. Mucho menos uno tan joven como este.

El punto es que ahora estoy en casa de mis padres, y está a un par de centímetro de mí. Bajito, cabello rojo, y la piel muy blanca, parecía un caramelito, uno de dudosa procedencia pero te comes por pura ociosidad. Pero es un buen caramelo. Se nota que es mi hermano menor.

-...Seguro.

-¿Seguro que?

-Quiero ir a comer pizza.

Di mi mejor sonrisa encantadora de hermano mayor "cool que te lleva a comer pizza" y lo agarre por el brazo. Ya tenía un plan en mente, le daría pizza lo haría el niño más feliz del mundo que no conoce mundo, seré amable como por... diez minutos más y le demostrare a mi madre que soy más responsable que su esposo y me premiara con los fondos de Lucas que ha estado ahorrando para comprar una nueva casa.

-Qué bueno que quieras pasar tiempo con tu hermano James, pero ya hice el almuerzo.- Dijo mi madre. Maldita sea.- Rusell vete a vestir.

Mi madre me empujo hasta llegar a la cocina, ahí se encontraban mi padre, Lucas y Christian sentados cada uno en sus respectivas sillas. Era como ser un niño otra vez. Me senté en mi puesto, estaba lleno de polvo, era como si todos estos años hubieran tenido la esperanza de que regresara a casa y por eso nunca la guardaron. Pero que puto asco, eso es para invitados.

-Hola James.- Me dijo Christian cuando me senté, estaba como siempre una enorme sonrisa, babeándose la camisa y viéndome fijamente.

-Hola Christian.- Le respondí, seguido de eso le di unas cuantas palmaditas en su cabeza.- ¿Has seguido dibujando?

-Si.- Dijo nuevamente sonriendo. Al parecer ahora es más fácil hablar con él, antes no se le entendía nada y se quedaba riéndose un largo rato. Claro que todavía sigue retorciendo su cuerpo sin razón aparente... Pero algo es algo, felicidades Christian eres más adulto que Lucas.

Le dirijo la mirada a mi padrastro, no quería hacerlo, siempre que cruzamos miradas es como una competencia, para ver quién de los dos ha cagado más su vida, y en lo personal la mía va bien. Nunca me he arrepentido de lo que he hecho... excepto aquella vez que le di a Alan mí Raichu Shiny.

Mi padrastro dejo de mirarme y siguió leyendo su periódico, gracias por notar que no tolero hablar contigo. Lucas me pregunto algo, no sé qué fue, no le preste atención... Y así se quedara.

-Ya me vestí.- Mi nuevo hermano apareció mágicamente por la puerta, con los brazos hacia arriba, y se dirigió a la silla que estaba enfrente mío. Tal vez eso era lo que necesitaba mi familia, un niño, para alegrar la casa.

El pequeño individuo finalmente se sentó y todos se quedaron en silencio. Olvídenlo, solo yo puedo reanimar estas caras sin esperanzas.

-Así que tuvieron otro hijo...- Dije en un tono serio para que mi madre y mi tío se sintieran mal. Pero al mismo tiempo fue un tono dulce para que Christian no se sintiera mal, pero aun así muy ofensivo para que mi padrastro llore esta noche. Ligero para que mi mamá no diga nada. Algo chistoso para re fortalecer los lazos de hermandad que perdí hace mucho tiempo con mi hermano Lucas. Un pelín sofisticado, para que recuerden que la ciudad me quito lo pueblerino, y también fue con un tono algo feliz, para que Rusell se sintiera cómodo conmigo. Sí, todo eso en una sola oración.

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⏰ Última actualización: Jul 27, 2016 ⏰

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James (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora