Abrí los ojos parpadeando y reconocí el techo de mi habitación. Sentía un dolor en la cabeza muy fuerte, dolor en mis muñecas. Entonces recordé en dónde había estado la noche anterior. Club #21.
—¿Selena?—Dije con voz ronca. Me senté en la cama y la vi allí sentada observándome, no muy sonriente como todos los días.
—Hola—me acarició el cabello—. Nos divertimos ayer, pero...
—Lo sé—intenté sonreír, miré de reojo mi muñeca izquierda y volví a posar los ojos sobre Selena.
Prosiguió:
—Pero, tenemos que hablar—en aquel momento sentí que mi corazón estaba a punto de dejar de latir, y puse los ojos como platos porque me dí cuenta de lo que estaba sucediendo—. Ashley, prométeme algo.
—¿Qué?—me incorporé. Realmente sabía exactamente qué tipo de palabras saldrían de su boca, realmente lo sabía.
—Deja de lastimarte, por favor Ashley—sonaba demasiado preocupada. Rozó mis cortes con los dedos. En ese momento me dolió el corazón, sentí algo en mí. Selena se había dado cuenta de todo. Y fue en ése instante cuando recordé todo lo sucedido. Estaba débil mientras buscaba a Selena por el club y caí. Entonces, pensé bien: y sí, había sido por mis cortes, el cansancio y la cerveza—. Necesito que me digas qué pasa, por qué te lastimas. Por favor.
Noté el brillo en sus ojos.
—No puedo Selena—apreté los labios y cerré los ojos con fuerza para contener las lágrimas. Mi voz se quebró de repente—: No puedo.
—Ashley, no puedo verte sufrir, no puedo saber que estás mal pero sin conocer la razón. Eres como la hermana que nunca tuve. ¿Por qué?
—¿Por qué, que cosa?
—¿Por qué eres infeliz?—Sus ojos se cristalizaban aún más.
—Lo siento—miré hacia abajo apenada, y una lágrima comenzó a caer lentamente por mi mejilla.
—¿Sabes? Anoche, te vi buscándome y nos saludamos. ¿Recuerdas?
Asentí con la cabeza.
—Desde aquel momento te desvaneciste. Y me asuste. Entonces vi tus cortes—respiró hondo—. Y lloré.
—Tú... Tú no debes preocuparte por mí. No llores, no debes hacerlo—la abracé fuerte y más lágrimas cayeron.
—Perdóname por no haberlo notado—me secó las lágrimas—. Perdóname por no haber estado ahí. Nunca me di cuenta de todo lo que estaba sucediendo.
—No, no pidas perdón. Tú siempre estuviste ahí, Selena. Siempre.
—Voy a pedirte algo—me tomó la mano. Asentí con la cabeza, porque no me quedaban palabras—. Júrame que no volverás a hacerlo. No te lastimarás más, promételo.
—Es que, es tan difícil... No entenderías—tomé su mano yo también—. No puedo, se ha vuelto una adicción para mí, se ha vuelto mi única salida.
—La realidad es que ésa no es la salida. Sea cual sea el problema. Tu vida vale muchísimo, y tu piel no es papel.
—Lo sé, siempre lo supe. Pero ¿sabes cuántas veces he oído esa frase? Nunca funciona, nunca puedo dejar de hacerlo. Cuando tomo la navaja nada más importa.
—Eres un ángel muy valiente, Ashley—me miró con sinceridad directo a los ojos—. Tengo algo para tí—salió de la habitación y a los segundos volvió con un pequeño paquete.
—¿Qué es?—dije con curiosidad.
—Es un brazalete—abrió el paquete y me lo enseñó. Era de oro, con un pequeño dije en forma de estrella—. Cada vez que tomes la navaja lo mirarás y recordarás que no debes hacerlo nunca más, recordarás que la vida es valiosa, recordarás que te quiero. Hazlo por mí.
—Lo juro. Por tí—tomé el brazalete entre mis manos.
—¿Recuerdas cuando éramos pequeñas, que yo decía que mi forma favorita era la estrella porque amaba verlas en el cielo brillar?—Dijo. Y sonreí—. Ahora, ésta es tu propia estrella. La tendrás siempre contigo como si fuera un tatuaje, como si fuera una marca permanente en tu cuerpo.
—Te amo con toda mi alma, nunca amé tanto a alguien como te amo a ti. Gracias por todo lo que haces por mí, gracias por ser como eres. La persona más hermosa del mundo eres tú, una estrella como la de este dije—la abracé—. Sin ti, mi vida no tendría sentido porque tú eres mi vida.
—Tú también eres mi vida. Seremos inseparables hasta que el mundo se acabe.
—Claro que sí, así será.
Teníamos un pacto, un pacto hermoso. Y lo cumpliría sólo por ella, pero aún continuaba sufriendo. Definitivamente Selena era la persona que tendría que haberlo sabido última, pero no fue así.
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Recordaba cada momento de aquella noche loca, cada parte... Incluso tenía en mi mente la imagen de esa mujer mirándome fijamente llorar en el baño. Sentía curiosidad, dudas, ganas de saber quién era aquella chica delgada de capucha. Misteriosa. Pero, nunca sabría quién era porque después de todo no era cercana a mi ni mucho menos conocida. Así que, decidí olvidarlo. Pero... Algo había quedado inconcluso. ¿Cómo sabía mi nombre? ¿Por qué se preocupó por mí, cómo sabía lo que sentía? Desde aquel pensamiento, sentí miedo. Mucho miedo. Tenía que investigar, pero no sabía cómo.
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Nota:
¡Hola! Nueva nota chicooooooooooos <3 ¿Qué tal el capítulo? ¿Les gustó? Espero que sí... Como habrán leído, Selena fue increíble haciendo lo que hizo por Ashley. Pero, les tengo una pregunta, ¿qué piensan sobre la chica misteriosa? ¿Creen que sea alguien desconocida, o cercana a Ashley?
¡Gracias por leer! VOTEN Y COMENTEN :) Xxx