Capítulo 1

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-¡_____!- gritaba mi madre desde la planta baja.

Yo como la adulta madura que soy, le respondí:
-¿¡Qué quieres conchetumare!?-
Está bien, no le contesté así. Imaginense. Ya estuviera muerta apenas los primeros 30 segundos del fic y como que no.

-Mande- contesté un poco molesta. Me levantó de mi sueño rejuvenecedor.

-Ven a desayunar, recuerda que tu tía vendra por tí escuincla babosa- terminó de gritar y al parecer se marchó a la cocina-

Así me llevo con mi madre. No se preocupen.
Y tiene razón. Mejor levantarme antes de que la tía Rosa llegue e igual me meta unos chiricuazos.

Salí (no tengo idea como) de entre todas las cobijas que se enrollaron en mi pierna.
Fui al baño e hice mi rutina. Ni para que explicarla. No lo valgo. O si(?

Total. Al terminar fui a mi armario para escoger un lindo atuendo.

-¿vas a escoger tu ropa?- apareció mi hermana pequeña de la nada asustándome.
Cabrona.

-Si- suspiré un poco después del susto- ¿Quieres ayudarme o que?-

-No, de todas formas te ves terrible con todo- y con eso salió huyendo de mi cuarto. Desgraciada. Apenas com 10 años y ya es toda una diablillo.
Sin embargo, aprendió de la mejor. (No estoy alardeando)

Pero tenía razón. La mayoría de mi ropa es negra o las camisas tienen enormes estampados. Algunos aniñados. La verdad no puedo evitar comprar ese tipo de camisas. En la tienda se ven tan lindos pero una vez en casa, de alguna forma, pierden su gracia. Alv. Me salió rima.

Como sea. Agarré mi ropa favorita.
Una camiseta negra de manga larga con el logotipo de Deadpool en ambos lados. Mi pantalón negro que era mas claro que la camisa (T-T) y por ultimo mis converse rojos. (Sino tienes me vale alv, fierro :v)

Ahora era el turno del cabello. Realmente me da paja arreglarlo. De todas formas hace lo que quiere.
Y maquillaje.
Madre siempre dice que almenos me ponga labial para resaltar mi rostro y que no se vea la cara de pinche zombie. Esta vez le haré caso.

Antes de que pudiera ponerme el labial, el teléfono comenzó a sonar.
Inmediatamente, por instinto, lo levanté y contesté.

-Bueno?- pregunté esperando respuesta pero no hubo. Sólo una especie de jaleos y respiración.

-Hola!? Tía Laura? Eres tú?- de pronto una voz masculina respondió por el auricular.

-No, soy ______, su hija- hablé tratando de entender las voces que se escuchaban al fondo.

-oh gracias a dios, soy René- comenzó a calmarse poco a poco.

-Oh! René! Ya te recuerdo, nos conocimos cuando yo tenía como 13, no? Vaya como pasan los años- dije tratando de aligerar el ambiente.

-Jaja, si es cierto, oye, no está mi mamá por ahí? No está Rosa?- preguntó.

-Aún no llega, que querías decirle?-

De pronto, por el otro lado del auricular, se empezaron a escuchar unas alarmas.
-oh dios oh dios- dijo René asustándome.

-René ¿Qué está sucediendo? -

-Oh dios... _____, no sé si mi madre te contó esto pero, diablos, se supone no debo decirle a nadie. Mierda! Agh- dijo agitado, al parecer está corriendo
-Escucha bien... trabajo para la compañía Murkoff. En Mount Massive, un hospital psiquiátrico a las afueras de Colorado. Mi jefe, Jeremy Blair, ha estado haciendo trabajos ilegales a los internos...-
La voz de René comenzaba a rasparse. Tragó saliva y continuó - he estado aquí por más de 4 meses trabajando y he visto las atrocidades que les han hecho, _____, tienes que informar a las autoridades de esto, sino...- antes de que pudiera terminar, un golpe seco se escuchó del otro lado.

-René!? Contesta!- le grité por el teléfono asustada. Pero nadie respondía. Después de unos segundos que parecían eternos, algo o alguien recogió el telefono. Las alarmas aún sonaban y gente gritando también.

-Bueno?- habló la voz de un hombre.

No quise contestar. Me mantuve en silencio.

-¿______? Oh, se que eres tu... puedo escucharteee~ -el hombre habló cantarruneando la última parte.

Colgué.

¿¡POR QUÉ CORNOS COLGUÉ!?

-______! Quién era?- preguntó mi madre desde abajo.

Estaba tan asustada por lo sucedido. Mi cerebro seguía procesando la situación.

-Te estoy hablando inútil!- mi madre llegó a la puerta de mi habitación y en ese instante vomité.
No pude con la presión.
Una supone que su madre se preocuparía por lo sucedido pero al contrario. Ella dijo que era una exagerada y que limpiara mi desastre.
Amo
A
Mi
Madre.

Después de que se fue toda molesta, limpié la zona infectada de mi cuarto. Mientras lo hacía, pensaba en las palabras de René.

Mount massive, eh? Mejor investigo.

Al terminar de limpiar saqué mi laptop y busqué su ubicación.
Sin embargo, sólo encontré información básica.

A las afueras de Colorado... eso está a unos 20 kilometros de aquí.
¿Debo avisar a las autoridades? René dijo que lo haga pero no tengo pruebas. No me van a creer.
Debo ser mas lista...¡Ya sé!

○♢○♢○♢○

-¡Mamá!- dije bajando las escaleras.

-¿Ya te vas? ¿no vas a desayunar?- preguntó mi hermanita desde la mesa.
Negué con la cabeza y salí de la casa para ir con la vecina.

La vecina tenía una hija que salía mucho a la calle y dejaba su moto. Momento perfecto para tomarla.

Ok. Ya tengo todo a la mano. Celular, cartera, y video-cámara. Porque nunca se sabe cuando tu celular puede quedarse sin memoria.

Llegué con la vecina y toqué a su puerta.
Uno de su tantos chamacos me abrió.

Era un niño de unos 15. Cabello castaño y ojos azules. Masticaba su chicle cual prostituta en esquina.

-Está tu madre?- pregunté ignorando su forma ruidosa de masticar.
El niño no habló pero negó con su cabeza.
-Bien, tu madre me dijo que podía llevarme la moto de tu hermana Jeily... ¿Dónde esta?- el chiquillo fue a la cochera y sacó la pesada moto. Le ayudé como pude. Era una HD. De las más hermosas. Pero mas ruidosas.

-aquí tienes- dijo el niño pasándome el casco. Era... de una barbie.
Coñio.
Sin embargo tenía prisa.
Tomé el casco, me monté en la moto y arranqué.

○♢○♢○♢○♢○♢
Lo sé. Muy corto el first cap pero se vendrá los más chido después (?

Ya No Hay Un MañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora