Hey Arnold(crepúsculo)(editada)

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bueno al fin la segunda parte, como dije antes no la hice 100% a la película ya que seria demasiado larga, espero que les guste.

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Parte 2

- Arnold realmente nos has dado un susto.- entro preocupado mi abuelo a la sala de emergencias.- Caramba, el tiempo está cada vez más agresivo.

- Estoy bien abuelo.- lo tranquilice, pero aún estaba exaltado al igual que sus ojos aún estaban rojos.

- Has tenido suerte pequeño.- me hablo una joven enfermera, mientras se acercaba y me empezaba a examinar.- no veo nada fuera de lo normal, solo un par de magulladuras.

- No hubiera salido ileso sin Helga.- le comente, ella solo me miro.- si ella no hubiera llegado a tiempo.

- ¿No es su hermana, Dra.Pataki?- le pregunto curioso mi abuelo.

- Si.- le respondió ella, parecía mas seria.- creo que tuviste suerte.

Cuando iba saliendo a llamar a mis padres, vi al fondo del pasillo como Olga y Rhonda hablaban con Helga, ella solo las miraba amenazante sin responder nada.

- Helga.- la llame, sacándola de su conversación. Volteo a verme, parecía sorprendida, al parecer les dijo algo a las otros dos, Olga solo se giró y se fue caminando al igual que la otra, aunque Rhonda parecía más enfadada

- ¿Qué quieres?- me pregunto fría, no se acercó demasiado, siempre manteniendo la misma distancia.

- Ya sabes lo que quiero.- intente hablarle lo más normal posible, pero tenía una mirada demasiado feroz.- ¿cómo te encuentras?

- Yo debería preguntarte eso.- su miraba se suavizo un poco, pero aun parecía tensa.

- ¿Estas segura de lo has hecho?

- ¿A qué te refieres?- me miraba extrañada, realmente quería saber que era lo que tanto escondía.

- ¿Por qué me has salvado?- le pregunte serio, ella parecía dudar.- si no me hubieras salvado no tendrías tantos problemas, deberías haberme dejado morir.

- No tengo porque darte explicaciones.- bufo enojada.- lo que haga o no, no es tu problema.

- ¿Entonces me dirás como lo hiciste?

- ¿Hacer qué?- me pregunto irónica riendo amargamente.- estaba junto a ti.

- No es cierto, tú estabas al otro lado.

- No digas estupidez, el golpe te hizo mal Arnoldo.- rio divertida

- Yo sé lo que vi.- le dije enojado, ya no podía aguantar, me estaba exasperando.- tu llegaste a mí y me empujaste.

- No puedes solo decirme gracias.- me respondió indiferente, como si no le importara

- Gracias.- le respondí, pero aun la miraba, aun quería que ella me respondiera con la verdad.

- Aun seguirás con eso, ¿verdad?- me pregunto, yo solo asentí.- espero que te guste quedarte con la incertidumbre.

Después de sentenciar las últimas palabras dio media vuelta y salió por las puertas del hospital.

Los días pasaban y no podía estar tranquilo. Mi abuelo me advirtió que estaban pasando cosas entrañas en la ciudad, unos cuantos asesinatos estaban ocurriendo y nadie sabía quién era el autor de aquello. A pesar de que todos estaban preocupados de los recientes acontecimientos, yo tenía en mente otra cosa, hace poco había tenido un sueño bastante peculiar, yo iba saliendo del instituto con la misma ropa del día en que casi cayo el árbol encima de mí, pero lo más curioso del sueño, es que al momento cuando Helga me empujaba a la pared pude ver como sus ojos ya no eran azules sino más bien eran de un color rojo. No podía dejar de pensar en su rostro, me venían miles de teorías, pero ninguna se asemejaba con otra.

Oneshots Hey ArnoldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora