Capítulo 2.

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Me pican los brazos, pero no me dejan aliviar el picor. Es curioso porque, no siento el dolor.

Mis padres llevan sin hablarme apenas desde hace dos días. Siguen llamándome "Megan" y, cada vez que les digo que mi nombre es Mary Jane, dejan de mirarme y caen en un silencio eterno con las miradas clavadas en el suelo. Asi que, he de hacer caso ahora a ese nombre, aunque no entiendo por qué.

Por lo visto, todo el mundo me llama así. He estado mirando mis conversaciones de WhatsApp, incluso he mirado mi cuenta de Twitter y todo el mundo se refiere a mí por ese nombre.

Os soy sincera; tengo miedo. No recuerdo absolutamente nada de lo que me ha pasado. Mi madre me ha preguntado por personas que, sinceramente, no conozco. Pero tengo que fingir que lo hago.

De pronto, aparece un chico por la puerta. Me arropo con la manta del hospital, vergonzosa de que me vea en este estado.

Su pelo moreno y rizado se mueve al paso del aire, sus ojos verdes se clavan en mí, al mismo tiempo que se coloca su camiseta negra sin dejar arruga alguna, metiendo seguidamente una de sus manos en los bolsillos de su pantalon negro también.

Mi madre lo saluda abrazándolo y mi padre dándole dos palmadas en la espalda.

-Hola, Megan, ¿estás mejor? -Asi que, sí, se trata de otra persona que se supone que conozco y no tengo ni idea de quién es. Mierda.

-Sí, bueno, podría estar mucho mejor.

-Vamos a salir de esta -me coge de la mano con suavidad y delicadeza- te lo prometo. No pienso dejar que te pase nada. ¿Por qué lo hiciste?

-¿Hacer el qué? -mi madre se desespera al oirme decir esto.

-Ya sabes... eso -el chico de negro me mira los brazos- ¿por qué? No puedo evitar sentirme culpable de todo esto.

No sé qué responder. Ni si quiera sé qué me ha pasado, qué tengo en los brazos. Asi que me quedo callada mirando hacia el techo.

-Disculpen, tengo que quedarme asolas con Megan unos minutos. ¿Pueden ser tan amables de abandonar la sala? -obviamente, se van. Pero el chico me mira una última vez desde la puerta, sonriendo preocupado.

La enfermera se sienta en frente de mí.

-Bien, Megan.

-Mary Jane.

-Perdón, Mary Jane; ¿qué es lo último que recuerdas?

-Mi infancia.

-¿De veras? ¿No recuerdas nada de tu adolescencia?

-No.

-¿Y qué recuerdo tienes de tu infancia, Mary Jane?

-A mi madre llorando todos los días junto con mi padre. Yo apenas entendía que estaba ocurriendo, hasta que mi hermano mayor me explicó que yo no venía sola, sino que una parte de mí, una hermana, nació muerta. Sí, como lo oyes. Muerta, a mi lado. Podría haber sido yo. Incluso las dos. Pero ya era tarde y la alejaron de mí. Me dijeron que nacimos abrazadas, pero que solo una de nosotras respiraba. Ninguna de las dos lloró hasta que nos separaron.

-¿Dónde está tu hermana, enterrada?

-Incinerada. Mi madre no soportaba la idea de tener que ver un ataud del tamaño de un bebé recién nacido. ¿Se lo imagina? Asi que fue incinerada.

-¿Tu infancia fue dura?

-Fue solitaria. Desde mi nacimiento me siento sola. Falta algo en mi vida y creo que es más que obvio lo que es. No fue dura, simplemente no fue una infancia normal.

-Mary Jane, escúchame. Es normal que apenas recuerdes a nadie, incluso que no recuerdes tu adolescencia, te diste un golpe muy fuerte en la cabeza al caer desmayada.

-¿Por qué todo el mundo me llama Megan? ¿Es una broma?

-En el libro de familia solo aparece el nombre de Megan Sanders. El tuyo está en una plaquita junto a las cenizas.

-¿Qué me ha pasado? Dígamelo ya.

-Megan, intentaste suicidarte. Llevas 11 meses en coma. Perdiste mucha sangre y tuviste un traumatismo craneoncefálico.

¿Intento de suicidio? Pero si no me gusta la gente que no valora su vida. ¿Cómo voy a haber intentado suicidarme?

-Doctora, no estoy loca.

-Lo sé.

-Yo no intenté suicidarme. Creame cuando le digo que soy Mary Jane, por favor.

-Deberías seguir descansando unas horas más -se levanta del asiento- hasta luego.

Me siento como una pirada a la que nadie cree. Poco a poco me quito las vendas de los brazos y sí, tenía razón, las cicatrices eran más que obvias. Incluso después de 11 meses, algunas siguen un poco abiertas.

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⏰ Última actualización: Jun 24, 2016 ⏰

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