Había una vez un pájaro, yo.
Siempre viví o mejor dicho sobreviví con temor a los humanos, en especial a un niño famoso por haber liquidado a un pájaro.
Siempre pensaba si ese niño cargaba un corazón consigo, es decir, algo de remordimiento por su fatídico acto.
Así me oculté 3 años, un día que podría haber considerado normal sucedió algo.
Estaba cansado de tener cuidado al alimentarme, no poder volar sin preocupación, así que baje la guardia.
Me atrapó.
¿Acaso era aquel monstruo? ¿Ese asesino?
Cuando entré a esa estructura que llaman casa, pude observar a través de los orificios un cuarto escrupulosamente ordenado.
De un momento a otro sentí que esa forma de vida me dejó en un lugar fijo. Salió de la habitación.
Me sentía moribundo, hasta que entró alguien, mi salvador, quien venía a romper las cadenas de esa pequeña prisión, cuál no sería mi sorpresa al descubrir que venia a asesinarme, me fracturó las alas poco a poco.
Hasta que entró el monstruo de nuevo, ¿esto puede ser peor?
-¡Papá qué haces!
- ¿Ya lo sabes no? ¿Quieres ayudarme?, será divertido.
-¡SAl DE AQUÍ!.
No puede ser él, es su padre, no entiendo nada...
-No te preocupes Alouette estarás bien.
Estarás bien, chocaba en mi cabeza.
-Él es muy cruel yo lo sé, pero te prometo que nunca seré como él, como ese... Mi padre.
Y sin más se echó a llorar, sentí un holocausto emocional, por primera vez desde hace mucho tiempo no sentí miedo, aprendí otra emoción llamada comprensión.
Cada día me encontraba peor.
Humanos, esa raza que puede ser buena, a veces es feliz y otras triste, me pregunto si alguna vez fui feliz.
-Lo siento, yo solo quería un amigo, alguien como tú, pero tu naturaleza es la libertad, lo lamento tanto.
Quisiera decirle que no se preocupe, gracias a él aprendí...
Ahora solo, debo continuar.
Adiós.
-------------------------------------------
Nota de Cel-ru:Este cuento está inspirado en una canción infantil para aprender francés, recuerdo haberla cantado, hasta que aprendí su significado. ALONDRA YO TE DESPLUMARÉ.
