Vita era una niña que veía pasar el tiempo, era una niña feliz, hasta que descubrió un paisaje intenso.
¿Cómo era? Gris, parecía cálido, su alma enloquecía al observarlo, el olor a ébano lo inundaba todo, su estómago gritaba, su corazón quería desgarrar la carne y salir de la oscuridad en la que se encontraba. Síntomas dolorosos.
Vita, de naturaleza cobarde, sintió un complot dentro de ella. No debía acercarse, no debía entrar, su estómago volvió a gritar y se retorció violentamente, su alma enloquecía mientras se extinguía, su corazón atravesó la piel de una manera dolorosa.
Ella podría cambiarlo todo, sabía que su deseo tan solo era estar en aquel lugar, pero sentía que algo la detenía.
A Vita solo le quedaba un día de vida, 24 horas para cambiarlo todo.
Si el gris es cálido, el negro da miedo, ella escucha sus gritos desesperados ya que pronto dejara este mundo.
Era de noche, salió de su debilidad un leve momento, olfateó el aroma penetrante, palpó la calidez, Clic... ¿Qué paso? Está muerta.
Vita era una niña feliz, pero tenía la mente revuelta, ser una persona es difícil, sobre todo si tu cabeza no está bien puesta.
Yo escucho la cuerda de un violín.
