Princesa Fantasma ((KnB))

Prólogo

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Caminaba tranquilamente entre muchas personas que le hacían publicidad a sus propios clubs, esquivando a cada persona que se le cruzara en su camino sin la mucha necesidad de levantar la vista de su libro.

Parecía un chico de altura baja con ojos y su cabello corto de color celeste cielo, era su primer día en la preparatoria Seirin y caminaba con el único propósito de encontrar el club de su deporte favorito, el baloncesto.

Pero no te dejes engañar de su apariencia, este chico a pesar de no parecer muy deportista es el mismo a quien en sus años de escuela secundaria era el llamado "Sexto hombre fantasma de la generación de los milagros". Aunque no muchos sepan de su veracidad, hay cierto rumor acerca de este sexto hombre, algunos lo consideran casi un mito, pues habla acerca del muy poco conocido apodo de "Princesa Fantasma".

¿Quieres saber la verdadera historia de la "Princesa Fantasma"?

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"Una niña que no pasaba de sus doce años, con los cabellos de un celeste cielo hasta un poco mas arriba de sus hombros y con unos lindo ojos de igual color, se paseaba entre las muchas personas de su nueva escuela secundaria Teiko.

Buscaba algo con la mirada, muchas veces debido a su pequeña estatura era pisada y hasta atropellada por los demás alumnos, aunque la pequeña estaba acostumbrada, igual le molestaba. Una vez encontró lo que buscaba celebró con un pequeño "¡sí!" mental y una pequeña sonrisa cruzó sus labios.

Corrió al lugar y se encontró con tres largas filas. La niña imaginó que sería por que el baloncesto de la escula Teiko era el más famoso de la ciudad, por mencionar poco. Suspiró un poco cansada por imaginar lo difícil que sería conseguir aquella inscripción.

Había escuchado que todos los años era de esa manera, por eso mismo el director había tomado la decisión de dividir el club en tres cadenas:

En la tercera cadena estaban los aspirantes más "débiles".

En la segunda como era de imaginarse, estaban los "promedios".

Y en la primera cadena, la más anhelada por todos los jugadores de aquel deporte en la escuela, era conformada por un pequeño grupo muy cualificado y admirado.

Eran pocos los que podían entrar en ese último grupo, la mayoría que formaba parte de la primera cadena eran estudiantes de tercer año de secundaria que habían escalado desde la segunda cadena mejorando con los años.

La chica no aspiraba a la primera cadena, era realista, sabía que no poseía las suficientes habilidades para eso.

Se formó al final de la larga fila de en medio, debido a su baja presencia nadie se dio cuenta de ella, algo que a veces podía ser muy beneficioso, pero eso no era siempre, otras veces le podía traer muchos problemas.

Como en ese momento que nunca antes había deseado tanto estar lo más lejos posible de otros seres humanos. Aunqie no sabía si a esos niños se les podía considerar humanos racionales.

Los niños que se habían formado tras de ella estaban empujandola, se sentía casi como una salchicha toda embutida en un desagradable pan.

Y ella no quería ser ninguna salchicha embutida por esos molestos niños, así que la de cabellos celeste empujó a los chicos frente a ella con toda su fuerza haciendo que el chico frente a ella casi cayera sobre el primer chico en la fila.

'Vaya... no sabía que tenía tanta fuerza' - Pensó un poco sorprendida de sí misma.

— ¡Oye! ¿Tú eres el que me está empujando, no? — Empezó en tono busca pleito el chico de adelante, girandose y queriendo pelear con el chico tras Kuroko.

— ¿Cuál es tu problema? — Respondió de la misma forma el otro chico.

— Ups — La chica aprovechó la discusión y se acomodó de segundo lugar en la fila. El lugar que le tocaba al otro niño al que ella había empujado...

Cuando el niño que estaba de primero terminara de inscribirse, escuchó "El siguiente" de parte del muchacho que suponía ella, era uno de los tres capitanes de cada una de las cadenas del club.

— Kuroko Tetsuya — Se presentó ella al estar ya frente al muchacho que atendía su fila, éste pareció algo asustado al verla, seguramente por que no la habia notado gracias a su baja presencia pero trato de calmarse un poco y cerró los ojos para respirar.

— ¿Te inscribirás como gerente? — Le preguntó después de un rato cuando ya se había calmado. Kuroko frunció el ceño.

— No, quiero escribirme como jugador — Le respondió un poco indignada.

-— Lo siento, pero este no es el club de baloncesto femenino, niñita — Le contestó con una sonrisa burlona enfatizando la última palabra - Vete, estás atrasando la fila —

La chica enojada lo fulminó con la mirada antes de irse. Tuvo la intención de sacarle la lengua pero no quería darle la razón a ese tonto de ser una 'niñita'.

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Después de terminar su primer día de escuela, ya en su casa se encontraba en su baño sentada frente a su espejo. Lo había pensado bien y estaba completamente segura de lo que haría.

Después de todo, ¿Por qué había llegado a Teiko en primer lugar?.

En su mente resonaban los recuerdos de la promesa que le había hecho a su mejor y único amigo en primaria:

— "La próxima vez, nos veremos como rivales en la cancha ¡es una promesa!" — Le había dicho sonriente aquel niño de cabellos castaños.

No quería decepcionarlo, no quería decepcionar a aquel que había sido el único en notarla y había sido su más grande amigo.

— Cumpliré nuestra promesa, Ogiwara-kun — Se dijo a sí misma con determinación en sus ojos celestes. Cogió unas tijeras que se encontraban en el tocador del baño, se tomó un mechón de cabello y...

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Al día siguiente iba caminando a paso lento un niño por los pasillos de la escuela, se dirigia al gimnasio del club de baloncesto mientras leía un libro que llevaba en su mano, cuando llegó se dirigió al que parecía ser el entrenador, un hombre adulto que ya tenía unos cuantos cabellos de blanco debido a las canas por la edad.

- ¿Aún están las inscripciones abiertas? - El hombre mayor casi pegó un brinco al oirlo y al mirar al chico trató de calmarse un poco - Quiero unirme al equipo - Le volvió a decir cuando el señor no le contestaba.

- Sí, aún estan abiertas, lo estaran por toda ésta semana - Le dijo ya algo calmado el señor, caminó hasta unos papeles que estaban en una mesa y tomó uno - ¿Cuál es tu nombre? - Le preguntó tomando un lapicero para escribir en el papel.

- Kuroko Tetsuya - Le respondió con determinación el niño de cabellos cortos color celestes cielo y ojos de igual color.

"Cumpliré mi promesa, cueste lo que cueste"

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