Skyline: Màs que un deber es mi vida.

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Narradora:

En la parte trasera de un taxi se encontraba una chica de largos cabellos rubios y levemente ondulados, de ojos cual cuarzo rosado, de tez blanca perlada, dándole un toque delicado y angelical, vestía un short de color negro , que apenas se veía gracias al suéter color zafiro con detalles en color blanco que llevaba el cual era unas dos tallas más grades, unas medias altas de color negras con unos botines de color blancos con muy poco tacón.

Su nombre era Tsubaki, una chica de 15 años, que se dirigía a la mansión Sakamaki, por órdenes de su padre.

Tsubaki-Disculpe señor, falta mucho para llegar-Dijo la joven mostrando que su voz es como muchos esperarían, suave y delicada, pero muy segura de sí misma.

Señor-No señorita, muy pronto llegaremos a su destino-Dijo el hombre mostrándole una leve sonrisa a la joven, la cual devolvió amablemente, para después mirar por la ventana del auto apreciando el paisaje.

//Pensamiento de Tsubaki//

Mi destino, ja, si como no, yo más bien diría que voy hacia mi peor pesadilla. Solo espero que todo salga bien, y que este sacrificio que estoy haciendo no sea en vano, ir a una mansión repleta de vampiros, no es lo más cuerdo que una persona haría.

//Fin del pensamiento//

Después de media hora de viaje, al fin se pudo apreciar una gran mansión con un jardín repleto de distintos tipos de flores y rosas de todos los colores, que a ojos de la joven, no parecían impresionarle, por algún motivo lo veía como si no fueran la gran cosa.

Pasaron unos siete minutos y ya se encontraban al frente de la gran reja de acero, el Taxista ayuda a Tsubaki a bajar del vehículo.

Tsubaki-Gracias, es usted muy amable-Dijo ella con una cálida sonrisa.

Señor-De nada Señorita-Dijo el para después entregarle, una pequeña maleta que era el único equipaje que ella llevaba, ya que el resto de sus cosas llegarían una hora después de ella, a la mansión-Que tenga una linda noche-Dijo el haciendo una leve reverencia, a lo cual la joven imito con delicadeza.

El taxi se marchó perdiéndose en el horizonte, después de un breve momento, ella se dedico a avanzar hacia le reja dispuesta a abrirla, la cual al hacerlo emitió un leve chirrido.

Se adentró más en los terrenos de la mansión, caminando a paso decidido hacia la puerta, sin ni siquiera ver el jardín, el cual muchos hubieran apreciado con admiración.

Al llegar a la puerta toco tres veces, a lo cual nadie respondió, decidió esperar unos segundos y volver a intentarlo, cuanto iba a tocar de nuevo esta se abrió sola, a lo cual la joven, no entro esperando ver a algún habitante de esa enorme casa, nadie apareció, así que pidiendo permiso entro en la casa, al hacerlo la puerta se cerró tras ella, espero parada en medio del recibidor, observando un poco el ambiente que la rodeaba, siendo la enorme araña de oro y cristal lo único que llamo su atención.

Cuando se dispuso a llamar a alguien se escuchó un grito procedente del pasillo derecho.

Xxx-No detente-Dijo la voz de una chica.

Tsubaki, sin pensarlo dos veces corrió hacia la dirección de la voz, soltando su pequeña maleta en el camino, al llegar se encontró con una escena un tanto desagradable para ella.

Narra Yui

Yui-No detente-Grite, debido a que Ayato me tenía aprisionada entre su cuerpo y el sofá.