Tal vez fue culpa mía por tener un corazón demasiado grande para mi pecho. Te lo entregue esperando a que lo cuidaras, pero lo tiraste al suelo, quizás comprobando su dureza, o tal vez querías herirme de verdad. Solo se que ya no me quedan palabras, que tu te las llevaste todas junto a los pedazos de mi corazón. No diré que estoy rota, porque no lo estoy (solo estoy destrozada, aun me puedo armar) ¿Quien me mando a mi a ser un ángel en esta tierra de demonios disfrazados de arcángeles?
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Diario De Una Adolecente.
Historia Corta¿Alguna vez te has enamorado de una persona que no te quiere? ¿Alguna vez te haz sentido mal contigo mismo? Pues en esta historia, verás lo que siente una pequeña chica, la cual está perdidamente enamorada, de un chico que solo jugó con sus sentimie...