Capitulo 2

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Desperté sin muchas ganas. Se estaba demasiado bien en la cama. Me desarropé y anduve hasta la ventana. La abrí sin hacer mucho ruido y miré el tiempo que hacía...Definitivamente no podría ponerme pantalones cortos. Fui al baño y decidí darme una ducha. Dejé que el agua caliente resbalara por mi cuerpo. Me encantaba esa sensación.Salí y deje que mi pelo se secara al natural, mientras me ponía la ropa.No me preocupaba qué llevar, o qué dirían de mi ropa. Así que opté por ponerme cómoda el primer día. Espantaría a la gente interesada y atraería a la gente que de verdad estaría interesada en conocerme, y me maquillé lo poco que suelo hacer(http://www.polyvore.com/sport/set?id=83386786).Iba a bajar a desayunar, al no haber cenado tenía demasiada hambre.

-¡______!.-gritó mi hermano. Me asusté y subí las escaleras corriendo. Si le llega a pasar algo a ese pequeño, no sé que haría. Lo he cuidado y protegido desde siempre, y nunca dejaré de hacerlo. Eramos hermanos, pero a parte eramos amigos. Jugamos juntos, reímos juntos. Lloramos juntos.

-¿¡Qué pasa Izan!?.-pregunté sin aliento, apoyándome en el marco de la puerta.Y me lo encontré sentado en la cama moviendo los pies, tranquilamente.

-¿Me puedes atar los cordones?.-preguntó inocente, mientras yo me recuperaba del paro cardiaco. Seguí respirando, y el al ver la cara de preocupación se asustó. Bajó de un salto de la cama y vino a abrazarme, bueno, a mis piernas. Me agaché y le correspondí el abrazo.

- Lo siento ______. 

-La próxima vez no grites de esa manera, que ya sabes que me asustas. Anda trae, que te ato esos cordones.- cogí a mi hermano mientras reía y lo senté en la cama. Cogí sus zapatillas y le até los cordones. Algún día tendría que enseñarle, pero por el momento me encantaba que me pidiese ayuda. Le dí un beso en la mejilla y le revolví el pelo. Me gusta más cuando lo lleva así. Bajé las escaleras de dos en dos y entre en la cocina dando los buenos días. Cogí una tostada solo y un vaso de zumo, no soy de las personas que le guste desayunar.

-¿Qué haces lista tan pronto? Con el coche tardamos 5 minutos.-dijo mi madre. Le tenía que dar la razón,no me levanto pronto casi nunca. Pero tenía ganas de hacer algo distinto, algo que nunca había podido hacer en Madrid.

-Es que, me quiero ir andando.-contesté, después de tragar el último trozo de tostada. El colegio estaba cerca, y no me iba a pasar nada.

-No. Llevas aquí un día, no conoces nada.-respondió mi madre mientras se llevaba el plato de la tostada.

-Dala un mapa.- dijo mi padre, quien no había hablado en toda la conversación que tuvimos.- Tiene 16 años, es lo suficientemente responsable. Además, míralo por el lado bueno. Hace ejercicio y nos ahorra gasolina.-mi madre pareció aceptar la idea, así que tragué el zumo rápidamente y me levanté. Me despedí de mis padres con un beso y me dirigí a la puerta.

-¡Adiós Izan!.-grité, entes de salir. El me contestó con lo mismo, y cogí la mochila y el mapa y salí a la calle. No estaba muy lejos, y no se me daba mal orientarme. Lo malo era el nombre de las calles, todos eran algo parecidos. Seguí caminando y mirando el mapa, y con la poca atención que presté a donde pisaba y andaba, me choqué con una farola.''Vamos, esto ya es lo último'' dije en voz alta, mientras me frotaba la frente. Me giré y vi un chico, el pelo le tapaba la frente y era liso. No pude ver mucho más, porque en cuanto se dio cuenta de que le miraba, echó a andar. Al final, llegué al nuevo instituto. Todo el mundo me miraba. Las animadoras miraban mi ropa de arriba a abajo, a lo mejor se las colapsó el cerebro al saber que hay ropa más allá de sus EXTRA-mini faldas. Y el equipo de fútbol también miraba, pero estos a otras zonas.Unas chicas me cogieron de los brazos y me empezaron a hablar muy rápido.

-¿Como te llamas?.-preguntó una de las chicas.- Yo soy Elisabeth, y ellas son , Leah, Mary y Sarah.

-______.-contesté.

Only Time Will Tell {Liam Payne y Tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora