Esquizofrenia

Luciérnaga enjaulada

Capítulo 5

-Michael que vamos a hacer? Que vamos a hacer? -decia Susan una y otravez angustiada, mientras Michael de pie junto a ella la miraba -

-cariño creo que la unica alternativa que tenemos es llamar a un especialista, ellos se encargarán de Amelia, porque nosotros ya no podemos, y de lo contrario la directora no la dejará salir-.

-de acuerdo, bien -se agachó colocando su cabeza en su manos en señal de derrota-

No soportaba la idea de que su niña, su pequena, fuera recluida en un lugar de locos, pero era diferente esa vez, era por su bien, ahí la iban a ayudar le iban a prestar la atención que merecía y estaría con expertos que la podrían controlar mejor.

y mientras Susan se tranquilizaba un poco, cualquier situación con su hija la dejaba terriblemente mal, Michael aguardaba al lado de ella.

Según la psicóloga especialista en psicología del desarrollo de la escuela el pronóstico para Amelia era bipolaridad, ansiedad y TDAH conocido como trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

--Señor y señora Bell permítanme explicarles un poco acerca de esto, éste es un síndrome conductual. Se trata de un trastorno del comportamiento caracterizado por distracción moderada a grave, periodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas.

Y es un trastorno neurologico diagnosticado con mayor frecuencia en los niños.

Después de la charla con esa psicóloga ellos habían quedado muy preocupados y sabian que era algo delicado, algo que no podrían controlar fácilmente, que Amelia era muy diferente.

Después de lo que fue una eternidad esperando en el despacho de la directora. Alfin llegaron.

Eran masomenos unos cuatro hombres, todos vestidos de blanco y uno de ellos tenia una bata larga color azul claro, llegaron en una especie de ambulancia, eran del centro de psiquiatría, junto con ellos bajaron lo que parecia una camisa de fuerza, sedantes y tranquilizantes.

Toda aquella escena, todo el despliegue de acción, parecía como una cacería de un animal feroz y salvaje, Susan al ver todo aquello sintió nervios por lo que pudieran hacerle a su pequeña, sin embargo aunque no quisiera aceptarlo su pequeña, en ese momento era un animal feroz y salvaje.

Ya en el despacho de la directora, el hombre de bata larga color azul claro, se sento junto con los padres de Amelia para hablar con ellos sobre la niña.

--Buenas tardes, señor y señora Bell, soy el doctor Williams, médico psiquiatra del centro de psiquiatría especializada.- era un hombre joven, de unos 30 masomenos, tenía el cabello castaño y unos ojos claros que desbordaban compasión, su voz era calida y destilaba tranquilidad y confianza, tanto para si mismo como para los que lo escuchaban.

La señora Bell, sin embargo muy angustiada lo atacó con preguntas de todo tipo, ¿que le van a hacer a Amelia? ¿a donde la llevarán? ¿podria visitarla? ¿cuanto tiempo estaría ahi?, a las que el joven médico respondió con tal calma que Susan no tuvo mas remedio que tranquilizarse también.

--señores, yo comprendo que ustedes como padres estén extremadamente preocupados por la salud y la estabilidad de su hija, y entiendo la situación, estan asustados y temen por ella, pero les aseguro que Amelia no puede quedar en mejores manos, yo personalmente seré el encargado de seguir el caso y estaré muy al pendiente de la niña y les informaré de lo que ocurra, deben entender que al lugar a donde Amelia va, es un lugar que esta adecuado y preparado para las necesidades de su condición -el hombre hablaba muy pausado, daba esa sensación de confianza.

--doctor, que le harán? ¿la podremos ir a ver? -Susan ya hablaba un poco más calmada aunque ahora un matiz de ansiedad en su voz.-

--Amelia será sometida a una serie de pruebas y de estudios que nos permitirán determinar científicamente la situación a la cuál nos enfrentamos, no se preocupen, ninguno de estos procedimientos es invasivo o doloroso.
Lamentablemente debo decirles que no podran ir a visitarla, debido a que para la efectividad de las pruebas la niña debe permanecer en aislamiento total en las instalaciones ya que cualquier contacto emotivo alto podría activar el comportamiento agresivo.
Amelia deberá permanecer recluida dos semanas, es el tiempo establecido por la ley, después de este tiempo me reunire personalmente con ustedes y les dare un informe completo y detallado sobre las observaciones a Amelia.-

--no podre ver a mi hija por dos semanas!? -Susan explotó -y si me necesita? Y si se siente triste, o asustada? -agitaba sus manos en todas direcciones y hablaba en voz ligeramente alta, y Michael tuvo que intervenir.

--Susan, debes calmarte, tranquila cariño, el doctor sabe lo que hace, esas personas son expertos, y podran ayudarla mejor que tu y yo, últimamente las cosas no han salido muy bien, deja que la ayuden es la única alternativa que nos queda, ellos han estudiado por años y tal vez puedan descubrir que le sucede a nuestra hija, pero debes confiar, lo harás? -Michael tomaba las manos temblorosas de su esposa para darle ánimo.

-tienes razón mi cielo, ellos.. ellos saben lo que hacen, Amelia estará mucho mejor en ese lugar -suspiró con dolor y apretó ligeramente las manos de su esposo antes de mirar al doctor-.

-esta bien doctor, dejaré que se lleve a Amelia, sólo le pido que la cuide muy bien, es solo una niña y esta muy asustada.-

-descuide señora, esta en las mejores manos... -dicho esto salió del despacho...