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» H «

Enero, 2016.

Harry no podía levantarse por el momento. Su espalda y trasero dolían más de lo que jamás podría recordar, incluso después de todo lo que había estado haciendo últimamente, remar y cortar madera. Pero el dolor era bueno. Del tipo que había estado anhelando.

Pasó los dedos por el pelo en el centro del pecho de Louis. Observó su mano subir y bajar con cada una de las respiraciones profundas de Louis, y trazó la curva de la mandíbula de Louis.

Cuando las cosas había empezado a ir mal, Harry había vivido por estos momentos de paz durante la mañana. Parecían oportunidades para empezar de nuevo. Incluso si nunca funcionó de esa manera.

Le dio un ligero beso en la mejilla a Louis y luego apretó los dientes por el dolor y se incorporó hacia la ducha.

Llamaron a la puerta del baño no más de cinco minutos más tarde. Harry se alejó del chorro de agua, sacándose el agua de los ojos. Asomó la cabeza por la cortina de la ducha. "¿Sí?"

"Necesito hacer pipí," Louis dijo a través de la puerta.

"Entra, entonces," Harry dijo, dando un paso atrás bajo el agua. Oyó la puerta abrirse y los suaves pies de Louis caminando en las baldosas. Harry asomó la cabeza por la cortina de la ducha de nuevo.

Louis estaba vestido sólo en su bóxer. Habían marcas rojas por todo su pecho, coincidiendo con las caderas de Harry. Sus ojos se encontraron.

"No me invitaste a la ducha," Louis dijo, estaba delante del inodoro y moviendo su pene. Harry no podía decir si estaba realmente ofendido.

"Estabas durmiendo," dijo.

"Excusas, excusas." Louis cantó. Terminó y se acercó al fregadero para lavarse las manos. Empezó a cepillarse los dientes, inclinando su cuerpo para hacerle frente a Harry, apoyando su cadera contra el mostrador.

"¿Quieres entrar?" Harry dijo, lentamente.

Louis se encogió de hombros. Molesto. Harry resopló y dio un paso atrás bajo el agua, rodando los ojos. Bueno, él se lo había ofrecido.

El fregadero dejó de sonar y luego, los anillos de la cortina chillaron cuando se abrió. Louis, ahora despojado de su bóxer, entró y se encontró con la mirada de Harry. Por un segundo, se miraron el uno al otro. Louis colocó la cabeza bajo el chorro de agua, su cabello oscureciéndose y aferrándose a su cabeza. Lo empujó hacia atrás, lejos de sus ojos y, luego, sonrió.

"Hola," dijo.

El estómago de Harry fue en picada. "Hola."

"¿Te sientes bien?" Louis preguntó, mientras tomaba una de las piezas de franelas secas en la pared de la ducha.

Harry se sentía inquieto, no nervioso en sí, sino como que tenía mucha energía, tratando de contenerla. Louis no estaba preguntando cómo se sentía emocionalmente, sin embargo. Al menos, Harry no lo pensaba así.

La forma en la que planteó la pregunta, le recordó a Harry la primera vez que Louis lo había follado. Y, después, mientras estaban abrazados, Louis le preguntó un millón de variaciones de la misma pregunta. ¿Te sientes bien? ¿Estás bien? ¿Estás adolorido? ¿Todavía te sientes bien?

"Sí," le había dicho en aquel entonces. Dijo lo mismo ahora. No añadiendo que se sentía más que bien, que sus caderas y nalgas estaban un poco adoloridas, pero lo amaba.

"Bien," Louis dijo. Se inclinó y le recogió el jabón de Harry del suelo. "Coconut Sunrise," leyó la etiqueta. "Correcto, entonces. Estaba esperando algo que combinara con el entorno. Como Pine Tree Sunrise o Wood Log."

To the Ends of the Earth [Larry Stylinson] [AU] [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora