CAPÍTULO DOS

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CAPITULO 2

Acomodé los papeles que tenía sobre el escritorio donde había tomado nota de cada uno de los detalles que había visto en Brianna el día anterior. Miré el reloj, hace 15 minutos que debería haber llegado el señor Herrera, pero tal como sospechaba, el parecía ser de ese tipo de padres demasiado ocupados para sus hijos. Me puse a repasar los informes y la historia clínica de Brianna una vez más, según los informes, el señor Herrera era soltero, aunque según lo que le dijo Brianna, en realidad era viudo, debe haber alguna confusión, seguramente. Suspiré, mientras mi paciencia comenzaba a llegar a su límite.

Me levanté de mi asiento con la intención de salir y decirle a Marcela, mi secretaria, que llamara nuevamente al señor Herrera, me urgía que llegara, pero no fue necesario llamar, afortunadamente. En cuanto asomé la cabeza fuera de mi oficina pude ver llegar a un hombre, el cual llamó de inmediato mi atención, era de estatura promedio y difícil de ignorar a primera vista por ser atractivo; al entrar saludó con una sonrisa que logró captar aún más mi atención por lo que transmitía.

–Buenos días –Saludó con voz audible.

–Buenos días –Contestó Marcela y lo recibió, asegurándose de que era quien esperábamos, mientras yo rápidamente, observé cada de talle de él. Regresé a mi oficina, la secretaria me informaría donde tendría que pasar así que volví a mi puesto y de inmediato, aquel hombre cruzó la puerta y nuevamente captó mi atención en cada detalle; no me gustaba nada el rumbo que estaban tomando mis pensamientos acerca de él. Me puse de pie, le tendí la mano y Alfonso me correspondió amablemente y con una sonrisa. Además de su sonrisa perfecta, lo acompañaba un aroma agradable a loción masculina que seguramente lo haría inolvidable.

Alfonso vestía de una camisa blanca que ajustaba a sus brazos y dejaba ver lo musculosos que eran y unos vaqueros, realmente sencillo para ser un hombre adinerado, pensé.

–Vine para que hablemos de mi hija ¿No es así? –Preguntó a la vez que se acomodaba en su asiento.

–Sí –Respondí dándome cuenta que había olvidado por un instante el problema de Brianna ¾ ¿Cómo está señor Herrera?

- Bastante apurado ¾ Respondió él sin mucho interés ¾ Pasa algo con Brianna?

Tome un profundo respiro y traté de no dejarme afectar por el afán que llevaba

¾Su hija es una niña muy vulnerable y sensible ¾ El frunció levemente el ceño, estaba claro que Brianna no se mostraba sensible ante nadie y por eso se extrañaba ¾ Pude hablar un poco con ella ayer ¾ Continúo ¾ Ésta claro que necesita de mucha ayuda.

- Eso lo sé, por eso la envié a este lugar

-  Si ¾ Acomodé los papeles ¾ Pero enviarla aquí no es suficiente. Es necesario que se haga un trabajo en equipo si queremos ver resultados en ella y por eso lo cité ¾ Aclaro ¾ Para una niña de 13 años no es fácil comenzar a afrontar la adolescencia teniendo a su madre fallecida.

¾ Ella le dijo eso? ¿Le dijo que su madre había muerto? ¾Preguntó extrañado

¾ Si. Que, no es así?

El reclinó un poco más su espalda en la silla, pero no respondió

¾ ¿Ese es el problema que tiene Brianna? Le hace falta una madre? Porque no creo que sea tan difícil de solucionar –Parecía tener la intención de acabar pronto con esto y solucionarlo superficialmente, este hombre no sería tan fácil de tratar, pensé.. Llegué a preguntarme si sabía que su hija tenía sentimientos.

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⏰ Última actualización: Jun 25, 2016 ⏰

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