La sombra de mi luz

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¡Hola! ¡Finalmente Faded esta aquí! ¡Estoy muy muy muy feliz por esto!

Declaimer: Los personajes de Haikyuu no me pertenecen, todo es propiedad de Furudate~ Y yo sólo hago esto sin fines de lucro porque nadie en su sano juicio me pagaría.

Este capítulo esta beteado por la genial Alyss Vessalius, a quien le estaré eternamente agradecida. Fuy muy divertido trabajar en este capitulo con ella, así que tambien va para ti todo esto, con todo mi amor y gratitud. y Por aguantar todas las imagenes que te mandé~

Parejas principales: KageHina. DaiSuga. En un futuro estas irán aumentando.

Summary:

El día que Hinata y Kageyama, futuros reyes de Karasuno, finalmente se reunieron frente a frente, el destino decidió poner sus ojos en ellos. Las profecías han sido hechas, los corazones han sido rotos, "pero mientras yo este a tu lado: seras invencible". Amenazas, mentiras, ardides, complots y guerra. Cuatro naciones irán al campo de batalla tanto territorial como en el corazón y sólo habrá un ganador. ¿Sobreviviremos? "Tu muerte sería mi derrota".

Capítulo uno: La sombra de mi luz.

...•••...

Hinata observó el vasto y frondoso bosque que rodeaba el camino por el que transitaba su carruaje. El constante movimiento de las ruedas de madera contra la irregular tierra lo habían mareado los primeros días, pero después de dos semanas experimentándolo a diario finalmente se había acostumbrado a la sensación. Se movió un poco e hizo una mueca, los ropajes de campesino que llevaba eran bastante incómodos y a pesar de que llevaba usándolos una semana, justo después de haber cruzado los límites de donde la Casa del Cielo gobernaba, aún no podía acostumbrarse a la áspera tela sobre su piel.

Otro suspiro se abrió paso entre sus labios. Se moría de aburrimiento, él era una persona con demasiada energía. Necesitaba correr, nadar, jugar, montar a caballo, lo que fuera. Sin embargo, su madre se había mostrado inusualmente estricta: por nada del mundo saldría del carruaje más que para dormir en las posadas que había a lo largo del Camino del Cuervo. Cuando Hinata comenzó a discutirle el poqué de eso, la respuesta fue tan rotunda y convincente que no dio cabida a más desacuerdos:

—En nuestro reino tienes enemigos. Enemigos que quieren que nuestro príncipe se case con otro príncipe y haga nuestra nación más grande. Enemigos que quieren a sus hijos de menor cuna en la cama del próximo rey. Enemigos que te quieren muerto y bien lejos de su objetivo final.

A pesar de eso, durante los primeros tres días Hinata había intentado convencer a su nuevo guardia personal Tanaka, quien había sido enviado desde la guardia personal del rey regente, de que lo dejara montar uno de los caballos del carruaje y cuando éste se negó rotundamente, Hinata volvió a insistir en que al menos lo dejara sentarse a su lado durante el trayecto. El guardia de cabellos extremadamente cortos y mirada letal contra todo pronóstico (y toda orden) lo dejó hacerlo. Pero ahora el Camino del Cuervo se hallaba inundado en el tramo que pasaba por el Valle del Búho, y la única alternativa más segura era regresar tres días sobre sus pasos y entrar al territorio donde gobernaba la casa del Agua para hacer otra semana y media de viaje en dirección al Nido del Rey. Simplemente eso no era una opción, así que Tanaka se vio tomando una de las decisiones más difíciles de toda su vida: o hacía eso y tardaban aún más de lo esperado, arriesgándose a que la furia de Daichi se descargara contra él, o cruzaban por el bosque del Oso, un territorio traicionero donde los bandidos podían o no aparecer pero llegaban a tiempo, arriesgándose a que la ira de Sugawara se desatara sobre él. No sabía a quién de los dos Reyes regentes le tenía más miedo.

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