Un terrible dolor inunda mi pecho al escuchar la respuesta de mi madre.
- Sabes que ellos no se pueden permitir pagar las medicinas.
Mi madre asiente triste.
- Le ayudare en todo lo que pueda, pero las medicinas son muy caras.
Noto como mi sonrisa desaparece de mi cara.
- Cariño, entiende que yo no puedo regalarselas, si se las regalo a ella, ¿Por qué no al resto? ¿Entiendes?
En ese momento lo entendí todo, no es que mi madre no quisiera, sino que no podía. Si iba regalando las medicinas acabaríamos con menos dinero del que tenemos.
- Sí, lo entiendo. - digo en un suspiro.
Mi madre asiente con la cabeza y me rodea los hombros con su brazo. Hace un poco de fuerza para que ande hacia la cocina, con Moe y Magie, que siguen sentados sin imaginarse siquiera la situación en la que está la pobre e indefensa Lily.
Cojo un taburete y lo coloco al lado de mi hermanita, a la que le agarro la mano con fuerza.
Clavo mi mirada en un punto fijo mientras que, con mi dedo pulgar, acaricio la mano de Magie.
Me pierdo pensando maneras de ayudar a Lily, ideas para evitar que le amputen la pierna, pero, todas sin éxito, me llevan a la idea del maldito dinero.
Después de unos minutos sólo me limito a pensar maneras para conseguir pagar sus medicinas.
Pienso en darles parte de lo que cazo mientras que Moe está en la mina trabajando, para que ellos, se queden con todo el dinero que les aporta ese trabajo y no necesiten gastarlo en comida.
Al principio me parece buena idea, pero enseguida me doy cuenta de que lo que cazo ya es escaso para mantener a mi familia, así que mucho menos la mitad servirá para alimentar a toda la familia de Moe.
Sigo dándole vueltas a la cabeza sin mucho éxito, así que, decido volver a la realidad.
Pensaba que había pasado como una hora, pero cuando miro al reloj que hay en la pared, sólo han pasado 15 minutos.
Todo sigue en silencio como al principio, lo único que cambia es que Moe no está sentado, sino que está pegado a la pared bebiendo un vaso de agua al otro lado de donde estamos sentadas.
- ¿Cuándo crees que se levantará? - pregunta Moe rompiendo el silencio.
La verdad es que no tengo ni la más mínima idea, pero hace ya casi 45 minutos que mi madre terminó así que, no debería de quedar mucho, a no ser, que la pequeña Lily no soportara la anestesia.
- No debe de faltar mucho. - digo con el miedo de aquel pensamiento.
Él asiente con la cabeza y se acerca el vaso de nuevo a los labios para pegar otro trago de agua.
La verdad, es que no estaba tan equivocada, ya que, a los 10 o 15 minutos, Lily abre los ojos lentamente.
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P.D: NUNCA TE OLVIDARE
RandomMe entretengo contando los copos de nieve que se pegan en mi ventana mientras Margie, mi hermana pequeña, ayuda a mi madre a preparar la comida. Simplemente me limito a jugar con la manta y a esperar a que Moe llegue de trabajar para que me cuente e...