Han pasado ya casi dos horas desde que Lily despertó.
Pensaba que cuando abriera los ojos, me sentiría mejor, pero no es así.
Estoy muy angustiada, sigo dándole vueltas a la cabeza buscando ideas para conseguir dinero.
- Moe... - dice Lily susurrando.- echo de menos al Sr. Abracitos.
- ¿Sr. Abracitos? .- digo con sorpresa.
- Sí.- dice mi amigo en un suspiro.
- Es el peluche favorito de Lily. - comenta mi hermanita.
Las dos amigas se miran y asienten con una sonrisa inocente, mientras dejan salir una pequeña risa.
Un pequeño ruido hace que mire por la ventana y me doy cuenta de que esta anocheciendo.
Hace más o menos 4 horas desde que vi a la pequeña Lily tirada con la pierna llena de sangre.
- Creo que ya va siendo hora de que volvamos a casa, ¿No? - le dice Moe a su hermana.
- No, ella tiene que quedarse aquí. Tengo que ver como evoluciona la herida después de la operación. - interrumpe mi madre desde la puerta de la habitación.
- Vale. Hace ya 4 horas que salí de trabajar, mi madre y mis hermanos no saben nada de dónde estamos, aunque ella se quede aquí, yo tengo que irme ya.
- Sí, haces bien.- dice mi madre mientras asiente con la cabeza.
Moe sale de la habitación y entra al salón para recoger sus cosas. Luego, vuelve a la cocina para darle un beso de despedida en la cabeza a Lily.
- Mamá, voy a acompañar a Moe.
Mi madre se dispone a quejarse cuando le interrumpo.
- Así cuando vuelva podré traerle a la señorita su Sr. Abracitos .- digo mientras le dedicó una sonrisa a la pequeña.
- ¡Sí, por favor! - Dice ella con un grito ilusionado.
Dejo soltar una pequeña risa y le alboroto el pelo, mientras Magie se limita a sonreír de oreja a oreja.
- Está bien, - dice mi madre después de un suspiro. - pero no vuelvas muy tarde.
Salimos de mi casa y andamos lento hacía la de Moe, a causa del frío.
Nuestras casas no están muy lejos y nos pasamos el camino en silencio. Sólo se puede escuchar nuestras botas hundiéndose en la nieve que queda de esta mañana.
Nos paramos enfrente de la puerta principal, cuando Moe me coge del hombro.
- Giselle, no hagas algo de lo que te puedas arrepentir. Sé que quieres ayudarnos, has estado como ausente toda la tarde. Eres muy cabezona y estoy seguro de que has estado pensando en maneras para conseguir dinero por nosotros, pero sabes mejor que nadie que no lo aceptaría nunca.
- Moe, por favor, no sabes lo que puede pasar si no conseguís ese dinero...
Miro hacia el suelo, siento que me arden los ojos.
Sus manos calientes cogen mis frías mejillas y me obligan a subir la mirada.
- Dime que pasa si no lo consigo.
Siento como las lágrimas se escapan de mis ojos y llegan a las manos de mi amigo.
Me suelta la cara y me abraza.
- Con eso entiendo que algo malo.
No puedo controlarme y empiezo a llorar como una niña pequeña.
Sus brazos me estrechan más contra su cuerpo y empiezo a calmarme.
- Tengo que llevarle a Lily su peluche. - digo con una pequeña sonrisa.
Él me la devuelve y asiente.
De vuelta a casa no dejo de abrazar al conejito rosa de la pequeña. De vez en cuando también me froto los ojos para asegurarme de que se vaya el enrojecimiento que han causado las lágrimas.
Ya está decidido: Tengo que ayudarla, cueste lo que cueste.
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P.D: NUNCA TE OLVIDARE
RandomMe entretengo contando los copos de nieve que se pegan en mi ventana mientras Margie, mi hermana pequeña, ayuda a mi madre a preparar la comida. Simplemente me limito a jugar con la manta y a esperar a que Moe llegue de trabajar para que me cuente e...