·Capítulo 2·

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-¡Dylan!- La voz de mi padre retumbaba por toda la casa.- ¿Dime?- Le contesté.- ¿Por qué la pregunta de ayer?- Su ceño estaba fruncido, no sabía muy bien a qué se refería y se lo hice saber imitando su gesto.- Ya sabes, qué si te queríamos.- Dudé unos segundos y finalmente contesté.- No lo sé, simplemente hay días en los que me pregunto por qué me tratáis así, creo que no os he hecho nada para que me pegues o me trates como una simple mierda.- Lo solté todo del tirón y me sentí profundamente mal.- Nunca te hemos dicho que nos hicieses nada.- Asentí.- Lo sé, pero siempre me he querido convencer diciéndome a mí mismo que no lo hacíais porque sí. ¿Me entiendes no?- Él asintió.- ¿Vas a decir algo más al respecto?- Él negó con la cabeza.- En ese caso me voy, he quedado con un amigo.- Me di media vuelta y cogí mi chaqueta colgada de un perchero cercano a la puerta.

Saqué las llaves de mi bolsillo y arranqué la moto. No entiendo por qué cada vez que la conduzco me acuerdo de Ángela, es cómo si su espíritu siguiese conmigo.

Narrador primera persona (Ángela)

-¿¡De verdad tenemos que mudarnos a Francia papá!?- Volvíamos a discutir como ya era costumbre.- Ángela no es mi culpa, parece que no lo entiendes.- Él siempre me hablaba sereno.- ¡Oh vamos papá! ¡Parece que tú no entiendes lo que es para mí cambiar cada seis meses de ciudad! ¡Ni siquiera me da tiempo a hacer amigos! ¡Y si los hago es peor, tengo que dejarlos como hice con Allison, Hades, Zeus y Becca!- Él suspiró con una mirada de tristeza clavada en mí.- De verdad siento eso Ángela, no pensé que no tuvieses otra forma de contactar con ellos.- Se acercó a mí pero yo le aparté bruscamente de mi lado.- No voy a perdonarte eso nunca papá, nunca.- Notaba las lágrimas picar detrás de mis ojos y corrí hacia el baño. No quería que me viese llorando de nuevo.

Narrador primera persona (Dylan)

Fui directo a la casa de Scott, me había dado su dirección el día anterior junto con su número de teléfono.- Tengo buenas noticias O'brien.- El comportamiento de Scott era extraño, parecía como si estuviese calmado pero a la vez un tanto tenso conmigo, normal, le quité a su novia.- Te han concedido la beca de nuevo.- Me alegré considerablemente.- ¿Cuándo me voy?-

Narrador primera persona (Ángela)

Cuando me tranquilicé salí a hablar con él.- ¿Cuándo nos vamos?- Le pregunté. Él estaba sentado en el sofá viendo algún programa de televisión.- En un mes.- Asentí y me di la vuelta para irme pero su voz me interrumpió.- Pero antes vas a hacer una cosa.- Le miré con una mirada de asco.- Irás a Miami.- Abrí mis ojos como platos y Allison, Hades, Zeus y Becca aparecieron en mi mente.- ¿¡Cuándo me voy!?- Volvía a llorar pero esta vez de alegría.

Narrador tercera persona

-Mañana.- Respondió Francesco

- Mañana.- Dijo, esta vez Scott.

Narrador primera persona (Dylan)

-¡Perfecto! Iré a preparar mis cosas.- Se dio la vuelta y se fue andando a paso lento con la cabeza gacha y las manos en sus bolsillos.- ¡Scott!- Se dio la vuelta para mirarme y una imagen de él cuando era mi profesor vino a mi mente y no pude evitar compararla con la de ahora. Sé que han pasado dos años desde la última vez que le vi pero estaba considerablemente desmejorado, su cabello estaba alborotado y ya no brillaba como antes, sus ojos tenían muchísimas arrugas a los lados, también tenía grandes ojeras debajo de estos, su musculado cuerpo se había transformado en un simple palo delgado y sin ninguna compostura.- Gracias.- Fue lo único que me atreví a decir puesto que me había quedado sin palabras. Él como respuesta negó con la cabeza y sacó su mano derecha del bolsillo para hacer un gesto desganado con ella.

¿Por qué Ángela? ¿Por qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora