III. The Beast

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Narrador

Anne-Lise sabía que no podían simplemente organizar otra cacería armadas con muérdago y bayas Rowan, eso fue lo que le dijo a Marie-Jeanne, que debían saber quién era la criatura en su forma humana para así tener una ventaja contra ella.


Anne-Lise

-Para honrar a los muertos- dijo Marie-Jeanne poniendo dos botellas enormes en una mesa de madera frente a Sebastian y Marcel, ella sonreía y me volteo a ver y asentí sonriendo ligeramente.- Espero que todo el mundo beba.

Tomó la botella y la sirvió en el vaso de Sebastian, Marcel se puso de pie y comenzó a servir también la bebida, yo tenía otra botella y también comencé a servir. Sebastian se nos unió y nos encontrábamos los cuatro sirviendo, aunque, dos de nosotras tenemos unas intenciones distintas. Cuando finalmente todos los que estaban en el bar tenían ya un vaso, Sebastian levantó el suyo y brindo.

-Por los muertos- dijo

-¡Por los muertos!- respondieron todos los presentes y dieron un sorbo a su bebida, incluyéndome. Marie-Jeanne y yo miramos a todos atentamente esperando. Segundos después escuche un vaso romperse, vi al causante de esto y era nada más y nada menos que Marcel. Lo miré fijamente, no esperaba que la criatura que había matado a mi primo fuera tan cercano a mi y sentí la sangre hervir.

-Marcel- dijo Sebastian preocupado

-Yo me encargo- se adelanto Marie-Jane, ella corrió rodeando las mesas y lo agarro por los brazos justo debajo de los hombros.-Venga, Marcel. Vamos al pozo- dijo comenzando a llevar a Marcel afuera. Antes de cruzar por la puerta, Marie-Jeanne miró hacia mi y nuestras miradas se conectaron. Yo asentí y ella salió.

(...)

Comencé a preocuparme cuando noté que Marie-Jeanne no regresaba. Sin preocuparme de quien pudiera verme salí detrás de ella, al salir noté como Marie-Jeanne tenía una flecha lista para disparar en el cuello de Marcel, cerré la puerta con rapidez.

-Hazlo Marie-Jeanne. Adelante. Deja volar la flecha- dijo avanzando unos pasos haciendo retroceder a Marie-Jeanne- Estudié la escena y noté algo que no cuadraba con lo que Henri nos había enseñado. Su mano. Marcel se había cortado con el cristal y aún sangraba. No se había curado.- Hazlo, Merie-Jeanne. Porfavor- Marie-Jeanne temblaba.

-Detente. Él no es- dije finalmente después de salir del estado de trance.

-Liberame- intentó nuevamente Marcel y en un último intento intentó hacer que Marie-Jeanne le disparara pero ella elevó su ballesta y la flecha salió disparada hacia arriba. Pero aún no la bajaba, Jeanne me miró de reojo.

-Mira su mano- dije y Marie-Jeanne me obedeció- Sigue sangrando- Las gotas de sangre cayeron en la nieve blanca

-Tu no eres el asesino- dijo finalmente Marie-Jeanne bajando la ballesta, me acerqué a ellos y me puse a lado de Marie-Jeanne mirando a Marcel.

-Lo estás encubriendo.- Fue cuando recordé, cuando Marie-Jeanne salió del bar noté un comportamiento raro en Sebastian, parecía tambalearse pero pensé que se le habían subido las copas y después de descuidarme el había desaparecido y miré a Marie-Jeanne con la boca ligeramente abierta y preocupada- Sebastian.


Narrador

Marie-Jeanne se enfrentó a su hermano en cuanto volvió a la taberna. Mientras Anne-Lise se quedó junto a Marcel obedeciendo los deseos de Marie-Jeanne.


Marie-Jeanne

Cuando entre a la taberna no deje de ver a mi hermano, finalmente me senté y el se digno a mirarme. 

-Has matado niños- dije con la voz temblorosa

-Mato a lo que se atreva a cruzarse en mi camino- contesto con frialdad, ese no se parecia al Sebastian que conocía.

-¿Por qué?- pregunté

-Es lo que soy- respondió- En lo que me he convertido.


Anne-Lise

Estaba sentada en el pozo con Marcel a mi lado, ninguno de los dos había hablado desde que Marie-Jeanne había entrado. No podía creer que Sebastian, el hermano de mi mejor amiga que había conocido desde que tengo memoria, haya matado con tal brutalidad a gente inocente y haya destruido familias.

-¿Por qué?- pregunté en un hilo de voz con una lágrima deslizándose silenciosa por mi mejilla- ¿Por que encubrirlo?

Marcel no contesto al instante, se tomó su tiempo.

-Es mi mejor amigo- respondió y tragué saliva.

-Ya no lo es- dije con frialdad. Lo mataría. Juro por Gévaudan que Sebastian Valet moriría y nunca más mataría a nadie, nunca nadie lo recordaría.


Marie-Jeanne 

-Has oído la vieja historia sobre lo que pasa cuando bebes agua de lluvia de la huella de un hombre lobo- siguió- Te conviertes en un demonio lobo.


Narrador

Esa noche, antes de que la carta fuera enviada, Sebastian Valet cayó huyendo de sus perseguidores tragó agua mientras la lluvia ya lo había empapado pero al tomar agua se convirtió en la criatura, que, finalmente acabo en la casa de aquella mujer.

Después de que la mujer termino de advertirle sobre aquel demonio lobo se encontraba a pasos de ella, apagó la vela y cuando un haz de luz ilumino el cielo, la mujer vió los ojos del mismo demonio asesino del que tanto se ocultaba y los soldados franceses no fueron los únicos que fueron asesinados esa noche.


 Marie-Jeanne

Miré a mi hermano unos segundos y luego miré a los hombres que habían perdido amigos y familiares  cercanos.

-Venga- dijo Sebastian- Adelante. Diles que soy yo- Lo miré- Y luego mírame descuartizarlos en cuestión de segundos.- Lo miraba horrorizada y con lágrimas almacenadas- Hasta la última alma en este lugar, incluyendo a Anne-Lise, mírame descuartizar a tu mejor amiga.

-Eres un monstruo- dije

-Una bestia, Marie-Jeanne- corrigió- La bestia- Sebastian se puso de pie y yo lo miré de reojo, una lágrima comenzaba a liberarse, el estaba sonriendo y se detuvo a mi lado, se inclino hacia mi y puso su mano en mi hombro cuando intenté alejarme- No me atraparás- susurró. Se separó un poco y limpió la lágrima que amenazaba con salir y me acarició el cabello, yo bajé la mirada- Y no me matarás- Se volvió a inclinar hacia mi poniendo sus labios en mi cabello- Somos familia, Marie-Jeanne- Me dio un beso y luego se alejó para marcharse- Somos familia- repitió. Me levanté y me di la vuelta para mirarlo. Él tomó su chaqueta del perchero y la colgó sobre su hombro y antes de salir, Anne-Lise entró casi chocando con Sebastian, ella lo miró con rencor y Sebastian volteó hacia mi sonriendo.  


Narrador

Después de que Anne-Lise se apartará un poco, Sebastian salió.

La escéptica se convirtió en creyente esa noche.

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El siguiente capítulo será el último y aquí les dejo este capítulo con muchos puntos de vista :)


La Bête du Gévaudan [Teen Wolf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora