Prefacio

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Sintiendo el sabor del café rebozando en su boca para después pasar a su garganta, Jane miraba por la ventana del starbucks preguntándose: 《¿Qué había hecho mal?》.
El otoño se acercaba y las hojas de los árboles de los parques de Manhattan sentían la recitencia de la soledad, al igual que Jane.

《¿Qué había hecho mal?》se seguía preguntando.

Tomó otro sorbo de café de la taza y contempló como las hojas de los árboles caían una a una por ellos.
En su mente seguía formulando preguntas sin respuestas.
Haber afrontado la realidad esa mañana la tenía intranquila.
Jason apenas la había visto y no había tenido compasión de ella, como todo lo que hacía y decía Jason, y la había tratado como la peor basofia en la tierra.
Sin querer un lágrima calló por su mejilla incitándola a llorar. Pero ella reprimió el impluso y se limpió aquella adulación sentimental rápidamente con el dorso de la mano.
Volvió a mirar su taza de café casi vacía y sonrió sin gracia, saboreando lo infeliz que se sentía en esos momentos y como esa infelicidad se le atoraba en la garganta y de ahí no la podía sacar.
Su móvil sonó indicando que tenía un mensaje.

Vuelve a casa. Necesitamos hablar.

Ben.

Se frotó los ojos con los dedos de la mano izquiera y tecleó.

Voy hacia allá.

Jane.

Se paró de aquella silla de la cafetería, fue hacia el mostrador, pagó su cuenta y salió rumbo hacia su departamento.
Las calles de Nueva York, por lo regular, en esas épocas del año se volvían frías. Perfectas como para estar metido en tu casa, sentado en tu cama o en el sillón o el diván tomándo café y leyendo un buen libro,《Obvio no ella claro está》, pero se vale soñar un poco ¿no?
Al llegar al departamento que compartía con Ben, su novio, éste estaba sentado en el sillón de la sala con la cabeza apoyada entre las manos mientras veía un punto fijo en la nada.
Al escucharla entrar Ben Levantó la vista hacia Jane que lo miraba curiosa mientras se sentaba al lado de él.

-¿Pasó algo? -Preguntó Jane con preocupación.
Pensó que ya nada más malo le podía pasar ese día.
Ben asintió mirando a la nada y los ojos se le empazaron a irritar con indicios de lágrimas.

-¿Recuerdas mis mareos constantes? -Le preguntó Ben.
Jane asintió lentamente mientras mil cosas pasaban por su mente. Pero no dijo nada.

-Bueno, pues ayer fui a hacerme unos estudios al hospital con el doctor So y hoy me dieron los resultados de mis pruebas.

Jane miró a Ben con mucha atención. Las lágrimas empezaban a desbordar de los ojos de Ben y de los de Jane también, aunque aún no sabía lo que le ocurría a Ben, pero presentía que no eran cosas buenas.

-Tengo cáncer-. Soltó Ben.
Las lágrimas ya corrían por las mejillas de ambos mientras Jane sollozaba dolida.

-¡No!
Se aventó a los brazos de su novio abrazándolo fuertemente. Cuando se separó, Ben siguió explicándole.

-Es cáncer encefálico. En el cerebro.
Ella sollozó más fuerte. Y se aferró al él.

-Me temo que está en un área muy delicada para poder operar y los tratamientos de quimioterapias son muy fuertes como para poder llegar a soportarlo. -Ben sorbió por la nariz-. Estoy en etapa terminal. El doctor So sólo me da dos meses de vida.

Jane se tiró a los brazos de su amado novio y lloró hasta quedarse dormida. Mientras en el sueño era ajena atodos los problemas que contrariaban su vida.

...

Y efectivamente. Dos meses después Ben murió.
Se podría decir que no fue una muerte dolorosa ni sufrida para él, ya que murió dormido. Pero como toda muerte, dejó un gran hueco vacío en el corazón de la pobre Jane.

Aún después de medio año de la muerte de Ben, ella no se había podido recuperar de quella pérdida tan trágica. Ni siquiera había podido quitar la almohada de Ben por ningún motivo de su cama, aunque ésta ya no oliera a Ben.
No sabía como sentrise y como hacer sentir. Pero, según ella, sin Ben su vida ya no tenía sentido. Ya no era lo mismo.
Y su propia vida se había convertido en una Rutina:

Amar a Ben.

Comer sin Ben.

Rezar a Ben.

¿Su trabajo?
Bueno. Había encontrado trabajo en una revista y pues ahora ahí trabajaba. Pero aún seguía sintiéndose infeliz. Algo le faltaba. Pero ella no sabía lo que era.

Amar, comer & rezar...

$&$&$&$.

Hola. Soy Melissa, la escritora de esta nueva novela.
Espero que el Prefacio os haya gustado. Enserio.

La verdad, cuando se me ocurrió hacer esta novela, no sabía de lo que iba a tratar. Sólo tenía el título. Pero bien. Aquí estámos con el Prefacio ya listo y publicado.
Espero que lo disfruten mucho.

Gracias...
Mel.

Amar, Comer & Rezar (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora