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      Al mirar por la ventana, Jane contemplaba el atardecer de Nueva York.
      La primavera estaba por la mitad y las calles de la ciudad estaban hechas un tumulto.
      Sintió como el bolsillo le vibraba y sacó el móvil para contestar la llamada.

      —Sommers. —Contestó sin ver quien era.

    —Jane necesito que el artículo de la entrevista a Selena Gómez esté editado ya. —La voz de Daniel resonó en sus oídos.
      —Aún no lo tengo, Daniel—. Protestó Jane.
      —Lo sé. Pero eres la única que puede hacerlo y los inútiles de la oficina son unos... inútiles. Tú eres la única que puede hacerlo. Eres la jefa. Se supone que tú sacas de los aprietos. Recuerda que el jueves se comienza a imprimir el número.
      —Sí lo sé... escucha, veré que puedo hacer ¿vale? No prometo nada. —Le contesto ella a su mejor amigo gay del otro lado de la línea.
      —Ay. Te adoro. Eres un sol, muy hermoso por cierto. Eres perfecta, hermosa, como te amo—. Comenzó a hablar y agradecer Daniel con mucha efusividad.
      —Sí, sí. Luego te lo envío por e-mail y lo arreglas.
      —Claro. Lo esperaré. —Y dicho eso, Daniel colgó.

      Durante algunos años de su vida, Jane hubiera predicho algunas cosas perfectas para esta. No importaba que era lo que pasase, la muerte de Ben se muy fresca en su memoria y cada vez que se acordaba sus ojos se inundaban nuevamente de lágrimas que no podía sacar; pero eso no era lo peor de todo. Había vuelto su vida en una rutina muy impregnante, porque absolutamente todo lo que hacía en ella tenía que ver en algún aspecto con Ben.
      En Nueva York la primavera estaba por la mitad y faltaba una estación más para que llegara el otoño y con ello el primer aniversario de la muerte de Ben. Sí, ya hacía medio año desde la muerte de su novio.
      Miró el interior de su habitación preguntándose si había una persona más infeliz qué ella. No lo averiguiaría nunca. Y por si fuera poco las cosas no eran como ella esperaba que fuesen.
      El ordenador portátil que tenía en las piernas comenzaba a calentarse y el café que tenía al lado comenzaba a enfriarse.

      Para ser primavera hacía un poco de frío en la ciudad.
      Jane siguió tecleando (o más bien aporreando el teclado) del ordenador; algunas veces se frotaba la cara con cansancio, pues la noche anterior se la había pasado pensando en su prometido muerto.
      Sacó a Ben de sus pensamientos por un momento y se concentró en su trabajo.
      Selena Gómez había aceptado hacer la entrevista. Ahora sólo hacía falta editar el artículo para la revista.
El título era: 《SELENA GÓMEZ Amor y Revival Tour》, donde ella daba detalles sobre su vida amorosa y sobre su nuevo albúm y el Tour que iba a hacer, Jane la admiraba, porque a pesar de su emfermedad ella seguía adelante, siendo una mujer exitosa y admirable.

    Abrió el archivo que anteriormente Daniel le había enviado a su correo electrónico y comprobó que las fotos tomadas a Selena Gómez, estuvieran en orden y se dispuso a seguir su trabajo.

...

      —¿Has visto eso? —Le preguntó Phoebe mientras caminaban hacia la oficina.
 

  —¿Qué tendría que ver? —Le preguntó Jane a su mejor amiga con la vista al frente sin verla en lo más mínimo.
     —¡Ese hombre del auto negro casi atropella a esa ancianita! —Gritó Phoebe, exaltada—. La sociadad cada vez está peor y las personas tras el volante son más descuidadas.
      —A veces la vida te hace ser de esa manera. No hay otra explicación—. Dijo Jane y sintió como las lágrimas se agolpaban en sus párpados.
      —Sí. —Agregó su amiga mientras le echaba un brazo a los hombros y la atraía para darle un abrazo reconfortante a su amiga que lo necesitaba mucho.
      Llegaron al trabajo ambas y se dispusieron a ir a sus áreas de trabajo no sin antes despedirse con un beso en la mejilla y un abrazo muy efusivo que las dejó sin aliento a ambas.

      Jane llegó a su oficina, que por todos esos meses la había encerrado para que ella pudiera llorar y reír en silencio. Las paredes de esa oficina sabían muchas cosas sobre la impresionante editora de la revista Silver, la cual guardaba muchos secretos de la pobre e indefensa Jane; quien en la oficina era otra. Pareciese como si ella misma no tuviera sentimientos, como si fuera la mujer más fría del planeta tierra. Como si con tan sólo una palabra de afecto que le dieses le quemaras la piel. Era algo que ella no podía controlar. Claro que tenía sentimientos, pero sólo Daniel y Phoebe, sus mejores amigos, sabían como era la verdadera Jane y también sabían que no era para nada lo que aparentaba ser.
      Jane era una mujer apasionada y con unos sentimientos hermosos, pero ella nunca daba a conocer ese lado suyo, pues tras la muerte de Ben se había encerrado ella misma en un caparazón que no podía dejar en ningún momento.
 

    —Jane, prepárate. Iremos a comer—. Le anunció Phoebe desde el otro lado de la puerta.

      Jane rodó los ojos claramente cansada de que su mejor amiga siguiera intentando sacarla de su caparazón. Un caparazón que ella se había empeñado en mantenerlo intacto.

Bien. Este es el primer capítulo de esta novela. Espero que les agrade y lo demuestren con un voto o un comentario. Muchas gracias,

Melissa🍉.

Melisa's Playlist:
Here Comes The Sun - The Beatles.

Amar, Comer & Rezar (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora