CAPITULO DOS

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̶ Está bien, Mary. Te veré en casa ̶ colgué y saque las llaves de mi auto

̶ ¿Es usted la señora Spencer? ̶ pregunto alguien a mis espaldas

̶ Si, ¿quién es usted? ̶ pregunte volteándome

̶ Que ojos tan hermosos tiene ̶ dijo y yo me sonroje

̶ Ay muchas gracias, pero no me ha dicho, ¿quién es usted? ̶ pregunte y entonces a este le salía una luz azul de sus ojos que me quemaba por dentro ̶ ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH! ̶ Luego todo se volvió negro

Narra Danny:

Estaba en la cocina preparando el desayuno, cuando tocan el timbre

̶ YA VOY ̶ grite yendo hacia la puerta

¿Quién será a estas horas de la mañana? Bueno, abriré

̶ Hola, Buenos días, vengo a arreglar el teléfono ̶ dijo un chico de unos 25 años

̶ ¿El teléfono? ̶ pregunte y este asintió ̶ pero si el teléfono sirve ̶ dije mirando a este de una forma rara

̶ Me llamaron para que viniera arreglar el teléfono ̶ insistió

̶ Bueno, me disculpara que haga esto pero... ̶ el me miraba serio

̶ Joven, alguien llamado Dustin Anderson solicito mis servicios ̶ dijo este en un tono molesto

̶ Está bien, Don azúcar ̶ ironice dejándolo entrar

Le indique en donde estaba el teléfono y comenzó su trabajo

̶ Hola, Buenos días hermano ̶ saludo Denisse sentándose en la mesa conmigo seguido de Dustin

̶ Ah, ya llego el técnico, el teléfono se descompuso desde que paso lo de ya sabes ̶ dijo Dustin queriéndome decir sobre el día en que adquirimos los poderes.

̶ ¡Ah, claro! Lo había olvidado, y de hecho, deberías contratar a un técnico menos amargado, un terrón de azúcar se queda corto ̶ ironice y este rió

̶ ¡BUENOS DIAS HERMANOS BRUJOS! ̶ grito Dylan desde la escalera

*CONGELO AL TECNICO*

̶ ¿Estás demente? ¿Hermanos brujos? ¿Como se te ocurre? ̶ le pregunte alterado

̶ ¿Quién es él? ¿Porque lo congelaste? ̶ pregunto tranquilamente agarrando un pan

̶ ¡Es el técnico del teléfono, el cual no se supone que sepa de nuestros poderes! ̶ le dije molesto

̶ Pues está bien, descongélalo ̶ dijo Dylan

*lo descongelo*

̶ Este cable está en perfectas condiciones, solo que si no lo conectan, es imposible que haya teléfono ̶ dijo el empleado riendo y yo lo fulmine

̶ No le encuentro el chiste, hay que pagarle 70 dólares por conectar un cable ̶ dije y el paro de reír

̶ Pues es mi trabajo, tengo que cobrar. Bueno, ya está. Me voy, que tengas un excelente día ̶ dijo dirigiéndose a la puerta

̶ Gracias ̶ dijimos al unisón

̶ Bueno ya es tarde, me tengo que ir a la Universidad. ̶ dije y todos asintieron ̶ Dylan, la escuela queda a 7 minutos de aquí. ¿Vendrás conmigo? ̶ pregunte

̶ No, me iré caminando, anda vete, llegaras tarde. ̶ dijo y yo asentí

̶ Por cierto, conseguí trabajo, es por la tarde hasta las 9:00 pm ̶ dije y todos me miraron sorprendidos ̶ ¿Qué? No soy el único que estudia y trabaja ̶ dije y todos asintieron

Los Hermanos Anderson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora