CAPITULO OCHO

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Narra Danny:

̶  Buenos días – dije sin ánimos entrando a la cocina y todos me miraron interrogantes

̶  ¿Por qué tan desanimado? Bien dicen por ahí que al que madruga, Dios lo ayuda – dijo Denisse luego de dar un sorbo de su jugo de naranjas. Si supieran...

̶  Pues hasta el momento, no me ha ayudado mucho, dadas las circunstancias de que perdí las llaves de mi camioneta, me caí en la ducha y me golpee con la puerta – dije y todos rieron

̶  Danny, ¿En donde dejaste tus llaves ayer? – pregunto Dylan y yo trate de recordar, pero nada.

̶  No recuerdo, e inclusive, ayer no use mi camioneta. – dije y este levanto una ceja

̶  ¿Y en que saliste? – pregunto Dustin dándome un plato con unas tostadas y un vaso de jugo de naranjas

̶  Use el auto de mama y luego use tu camioneta para llevar los documentos a tu trabajo – dije y este frunció el ceño

̶  Si mal no recuerdo, no has usado tu camioneta desde el día del secuestro – dijo Denisse

̶  Y esa noche le pedí a Jackson que buscara mi camioneta,  la trajo pero no recuerdo que me diera las llaves... - dije con los ojos en blanco – JACKSON – grite y en unos segundos apareció en sus orbitas

̶  ¿Qué se les ofrece? – pregunto sonriente tomando una manzana de la cesta de la cocina

̶  Por esas casualidades de la vida, ¿No tienes mis llaves? – pregunte y el abrió los ojos como platos

̶  ¡NO SE COMO PUDE OLVIDARLO! – Exclamo sacando mis llaves de su bolsillo y yo hice una mueca divertida de frustración

̶  ¿No será que lo olvidaste a propósito? – pregunto Denisse divertida

̶  Me declaro culpable – dijo Jackson y yo rodé los ojos

Jackson se ha convertido en un miembro de la familia, es alguien en quien podemos confiar, alguien que siempre está ahí para ayudarnos, en fin, nuestro guía celestial. Para Jackson nosotros somos como su segunda familia, somos los protegidos con los que más confianza tiene.

̶  Jackson, puedes venir cuando quieras – dijo Dustin y este asintió

Suena el timbre y todos me miran, incluyendo a Jackson quien me mira divertido y yo ruedo los ojos

̶  Si, ya voy – dije fulminándolos y me dirigí a la puerta, cuando abro, me encuentro con Jeremy y su hermano Jacob, o viceversa. Para el caso es lo mismo. Cuando abrí recibí tres golpes en la frente por parte de Jacob

̶  Hola Señor Anderson, ¿Cómo le va en esta hermosa mañana? – pregunto Jacob con su educación fingida y reprimiendo una carcajada al igual que su hermano.

̶  Pues podría estar mejor si golpearas la puerta y no mi frente – dije aun sobándome la frente y estos rieron

̶  ¿Podemos entrar? – preguntaron haciéndome a un lado y pasando.

̶  Pues, ya pudieron, ¿No? – ironice cerrando la puerta

̶  ¿Quién era, Danny? – pregunto mi mama bajando las escaleras, llevaba un vestido negro que a decir verdad, le quedaba hermoso, su cabello castaño claro estaba peinado en ondas y estaba maquillada pero muy natural.

̶  Mama... ¿A dónde vas? – pregunte mirándola estupefacto y ella rio

̶  Voy a una reunión con mis amigas, en la noche les daré detalles. – Dijo y yo asentí

Los Hermanos Anderson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora