Ahí estaba otra vez la hermosa Rosie, parece un ángel con ese vestido, aunque debe ser una diosa sin el. -
Dije a mi amigo Bryan, Como si necesitara algún pretexto para acercarme a ella.
Le pedí al Dj que Colocara una balada tan suave como el cabello de Rosie. Me aproximé a invitarla a la pista de baile.
Recuerdo como la sangre me subía a la cabeza, más allá de que no soy diestro bailando, era la primera vez que intentaba abordarla.
Ahí estaba yo frente a la tan jodidamente deseada Rosie, y le dije: -corre un rumor en los pasillos del colegio, A lo que ella respondió:
-¿si?-¿y que se dice? -
-
hay quienes dicen que no sabes bailar.
-dije con un gesto de empatía en el rostro.
- Rosie tan solo me miro, y antes de que pudiera perderme en su mirada, tomó mi mano y se dirigió a la pista, mientras yo intentaba no mirar su escote.
Entonces me aferre a su cintura, sentí que incendiaba la pista, como si aferrándome a ella y a sus alas me pudiera salvar.
De repente ella preguntó: -¿entonces es cierto el rumor?
-Debo decir que en la vida nunca había escuchado calumnia más grande - le dije
- Tu Oliver, solo has pisado mis tacones un par de veces - dijo Rosie, con el ceño fruncido
-Por suerte para ti esto es una balada -le susurre con algo de picardia en el rostro.
Ella sonrió, cuando lo único que yo quería era besarla, escuchar la música y sentir su aroma.
Odié cada segundo de los últimos compas de la canción, seguido de las siguientes palabras:
-Se hace tarde, debo irme a casa - dijo Rosie
Yo le juré que no conducía como bailaba, le pedí que me dejara llevarla a casa. En ese instante llega su hermano Joel, ella se despidió dando un beso en mi mejilla, seguido de los dígitos de su número telefónico.
Lo que ya era bueno tratándose de mí, un cretino sin nada que hacer, más que buscar diversión en la noche del viernes.
Bryan se acercó diciéndome: - se fue tu ángel, pero siempre hay diablas amigo, apuesto que los padres de Hilary no notaran si llega tarde a casa
Hilary había sido mi chica por varios meses. Pero el invierno ya había pasado, ahora en ese entonces estábamos lejos de pasar a el sentimentalismo y romanticismo, yo solo no quería apreciarla desde otro ángulo diferente a cuando la miro recostada sobre mi sofá, ella no tiene problema con eso, le gusta esa clase de socialismo entre ella y yo
Fui a donde estaba sentada Hilary, como para entablar una conversación le pregunté por su acompañante, puesto que estaba sola, pero ella solo quiso escuchar la música, sentir mi aroma y besar mis labios
La miré y le pregunte:
- ¿Nos vamos ya? Extendiéndole mi mano.
En el camino Hilary preguntó
- ¿Quién es Rose para ti? ¿Es especial?
Con un ojo puesto en la carretera y otro en ella dije:
- siempre la veo y pienso en lo mucho que la deseo, pero hoy en el baile, Bryan me comentó que Michael cortó con ella. Parece que no quiso abrirse a él, supongo
En ese instante ella pregunta:
- ¿Qué la hace especial?
Hubo un momento de silencio...
-¿Por qué nos gusta mirar al cielo y ver la luna? - le pregunté a Hilary
-No sé, supongo que nos gusta mirarla porque es linda. ¡Como yo! - contestó Hilary
-Estas cerca, Rosie también lo es, pero siempre ha estado tan distante que me causa la necesidad de conquistarla ¿entiendes? - le pregunté
-Entiendo que será algo momentáneo - dijo Hilary
Llegamos a casa de Hilary, sus padres estaban de viaje celebrando su aniversario número 25. La casa estaba sola y desordenada, en su libertinaje, Hilary no había tiempo para limpiarla. El recuerdo del aroma de Rosie se espumo de mi mente, abrumado por un olor a pizza podrida, junto con el olor a vomito de perro que salía del baño.
Hilary se sacó la blusa mientras subía las escaleras, el caos en el que nos encontrábamos dejó de ser relevante. Mis ojos estaban enfocados en ella, y en su nuevo tatuaje diente de león, que no podía ser más atractivo para mi vista. La seguí hasta su habitación, encendí la luz, y la encontré recostada en la cama, me sorprendió que en su desnudez sostenía un libro en sus manos, pero pronto me di cuenta que se trataba del Kamasutra, inmediatamente se mordió los labios y yo deje mi ropa por doquier. La sangre nuevamente me subía la cabeza, como hace un par horas en la pista de baile con Rosie, pero esta vez, ya me quería explotar .
Ella camino hacia mí, metió su lengua dentro de mi boca, con mi mano derecha la sujete por su nuca, y con la otra mano la tomé por la cintura. Con sus pechos pegados a mí, con sus piernas entrelazadas, sus uñas enterradas a mi piel y sin el recuerdo de Rosie, nos dejamos caer sobre el tapete.
Una hora más tarde, me cambie y fui a casa donde nadie me esperaba despierto. En el camino por alguna razón me sentía extraño.
-¡La noche fue buena! Hilary es asombrosa - Exclamé
Llegue a casa, mire el reloj, y eran las 4:15am.
- papá debe estar soñando con su secretaria. - Pensé.
No me preocupe por ser silencioso, y me tiré a la cama, pero antes de que pudiera empezar a soñar con Roise, recordé su número telefónico, lo guarde entre mis contactos favoritos. No la llame a esa hora, porque era irrespetuoso, y yo si que lo era, solo que yo no quería que ella lo supiera.
Esa mañana, a las 11:00am, los rayos de sol alcanzaron mi cara
-La alarma lleva sonando un largo rato ¿Qué hiciste ayer Chico malo? -Preguntó mi hermana con picardía
-cosas, ¡no es de tu interés! - le respondí
-¿cositas ricas?- preguntó sonriente
- Si, pero tú no debes de saberlo ¡Es mi vida personal! - le dije
- ¿se cuidaron? - Preguntó mamá Issa
-por supuesto que si - le afirmé.
Mi hermana Issa, la princesa de la casa, tenía 15 años, pero a juzgar por las pastas con albóndigas que cocinaba todos los domingos, podría ser una anciana Su papel en mi vida, si que era importante, tras la muerte de mi madre a darla a luz. Issa, la motivación mía y de mi padre para seguir caminando por la vida
Esperé que mi hermana bajara las escaleras, e inmediatamente llamé a Hilary, pero antes miré el número de Rosie bajo el de Hilary.- primero lo primero. -Me dije a mi mismo
-Si! Lo hicimos sin preservativos, pero descuida, tomé pastillas. - Fue lo primero que contestó Hilary al llamarla
-No cabe duda que eres un ángel - le dije con un tono de voz reconfortada.
Seguido del almuerzo, llame a Rosie, mientras decidía mi vestuario, para el que sería nuestra primera cita.
-¿Hola? ¿Con quién tengo el gusto? - contestó Rosie
En su interior ella sabía que se trataba de mí, ya que mi número le debía aparecer como desconocido
-Escuche que no sabes nadar- Le dije entusiasmado con la idea de verla con un sexy vestido de baño
-¿Oliver? - pregunta ella. ¡Pensé que no recordarías mi número! Respecto a los rumores ellos van y vienen así que...
La interrumpí y le dije:
- ¿vienes conmigo a la playa? ¡Pasaré por ti a las 3:15pm!
Antes de que poder colgarle escuche: - Lamento no poder ir a desmentir los rebuscados rumores, estoy ocupada, que estés bien, adiós.
Recuerdo que sonreí por la idea de que ella se hacía la dura y ocultaba sus sentimientos. Parece algo iluso de mi parte, pero ya había pasado por esto antes, así que no era motivo para desanimarme
Me acosté, me puse a apreciar el buen gusto musical de mi hermana, Issa escuchaba I want you -King of Lion. Las voces dentro de mi empezaron a discutir sobre cuál era el paso a seguir, y si el rechazo de parte de Roise a mi invitación al mar, era un indicativo de que ella estaba interesada en mí y en mis siguientes ataques de conquista.
Era sábado por la tarde y mis planes habían sido frustrados
- Rosie Altamar Roise Altamar - exclamé agarrando el móvil. Escribí su nombre en el buscador de Facebook, en la larga lista no la encontré, ahí fue donde pensé en el imbécil de Michael, su ex novio, él era el capitán de mi equipo de baloncesto, y también estaba entre mis amigos de Facebook, entonces fui a su perfil y busque entre sus amigos, hasta que la encontré con su inmaculado rostro.
Ahora ya en su biografía, empecé a estudiarla, conocer sus gustos y sus amistades, casi me detengo cuando vi que le gustaba J balvin, me gusto creer que era cosa del pasado como Michael. Un rato más tarde ya era de noche y había olvidado el cumpleaños de mi hermana Issa, pero papá llego a el rescate con una torta fría y 16 pequeñas velas, cantamos cumpleaños feliz y luego le pedimos a Dios por el alma de mi madre .
Mi padre, un psicólogo acostumbrado a lidiar con adolescentes, no entendía como pude olvidar que día era hoy. Se dio cuenta de que algo inusual pasaba conmigo.
