¿Otra Vez Tu? (EDITANDO)

Capitulo 2: Choque de mundos.

Al llegar, Tiana le pagó al tachero y bajó del auto, hice lo mismo.
Entramos al bar y nos elejimos una mesa del lado de la ventana, nos pedimos unas cervezas y pasamos el rato.

- ¿Que harás cuando veas a Matt?

«Genial, una pregunta que no quería responder.»
- No lo se, ignorarlo.
- No podrás.
- Mantenerlo en su zona.
- Eso si, trata de que no se pase de la raya contigo.
- ¿Tratar? No tengo por que tratar, se lo voy a dejar en claro apenas quiera algo conmigo.
- Bien dicho.
- Eres la mejor.
- Lo se - dijo pasándose una mano por el cabello y tirándolo hacia atrás.
Nos reímos, contamos anécdotas y charlamos sobre los profesores, siempre los mismos hombres y mujeres que parecen que su vida siempre ha sido una mierda.

Tiana era la mejor amiga que podría desear, divertida, atractiva, simpática y atrevidamente muy mujer. Su cuerpo era una real obra de arte, a veces la envidiaba, su piel no era ni muy morena, ni muy blanca, tenía un punto medio que no sabría describir, unos ojos azules como el mar y un cabello negro oscuro, lacio y largo hasta la cintura, toda una reina.

- Vamos a bailar, me aburro aquí sentada.
Tiró de mi brazo y fuimos a la pista que tenia el bar en el segundo piso. Era un buen lugar, en el primer piso era para charlar y beber, y el segundo era mas como un antro pequeño para pasar el rato bailando.
Pedimos unas cervezas más, bebimos como unas cinco, sin exagerar.
Con ella todo era divertido, la manera que tenia de bailar era rara pero única, movía su cabellera morocha de un lado al otro, con los brazos arriba y sacudiendo las caderas, me miró y saltó a abrazarme, no conozco la razón por la cual lo hizo, pero luego me empujó levemente hacía atrás y caí.

- Lo siento - dije al darme cuenta que mi culo había caído en los pies de un chico.
- No importa - tomó de mi brazo y ayudó a levantarme.
Escuche reír a Tiana y me volví para asesinarla con la mirada.
- Gracias.
- No hay de que.
El chico siguió su camino, no pude verle la cara ya que estaba encapuchado, pero me sorprendió ver una linda sonrisa, sonreí también.

- Eres una idiota - dije agarrando a Tiana de la mano.
- Estoy pasada de copas, llévame a casa.
Yo no estaba borracha porque necesito más de cinco cervezas para estar así.
Hice que bajara muy despacio las escaleras porque con los tacones que tenía puestos se podría caer y no quería que eso pasara.
Llegamos a el apartamento y Tiana se tiro sobre el sofá, no me tome el tiempo de explicarle que era mejor si dormía en su habitación por que sabía que no iba a tener caso alguno.

Miré el reloj y eran las doce en punto de la noche, tenía tiempo para algo mas. Me saqué los tacones mientras me balanceaba sobre un pie y luego sobre el otro, me dirigí al baño para darme una ducha, no habia sudado, pero me relajaria un poco para poder descansar mejor.
Al terminal de bañarme fui a mi habitación, todo estaba oscuro, encontré tirada una camisa de Peter y me la puse para dormir.

- ¿A donde habías ido? - su voz sonó.
- Fuimos a The Door con Tiana, se pasaron las horas y no te avise, lo siento - me senté en el borde de la cama buscando su mano.
- Estaba preocupado, te llame.
- No recibí ninguna llamada.
- Claro que no, si tu celular estaba aquí.
Fruncí el ceño. Con las apuradas y todo lo demás, se me habría olvidado.
- Prometo que no pasara otra vez.
- Esta bien, ya estoy tranquilo por que estas aquí, pero estaba a un segundo de salir por todos lados a buscarte.
Reí.
- Exageras. ¿Como te fue en tu trabajo de medio tiempo nuevo? ¿De que se trata? Cuentame
- Bien, no es muy interesante, tengo que pasear unos perros y luego atender un almacén.
- Doble trabajo.
- Si, pero es la misma persona, me gusta.
- Me alegro entonces amor - bese su frente y me tumbe a su lado.
- ¿Sabes? Te extrañe todo el dia.
- Y yo a ti.
- ¿Me abrazas hasta quedarnos dormidos? - Una pregunta realmente rara.
- Claro, no tienes que pedirlo.
- Te amo.
- Yo también, ¿Pasa algo?
- No, solo que te extrañe.
- Vamos a dormir, tengo el presentimiento de que mañana sera un largo día.