Capitulo 5: No es lo que parece

4 0 1
                                    

Me vestí para ir a clases, no me importó que no haya dormido en toda la noche.

- ¿Que vas a desayunar cariño? - preguntó Peter.
- Lo que quieras.
- Un café y unas tostadas, ¿si?
- Yo quiero un té - hablo Tiana desde el sofá.
- Dos cafés y un té entonces. - Peter sonrio y se dirigió a la cocina.

No podía dejar de pensar en lo que paso esta noche o... ¿Mañana?
Matt había aparecido borracho en mi apartamento a las cuatro de la mañana aproximadamente, lo ayudé, se baño aquí, se llevo ropa de Peter, intento besarme, me pidió ser amigos y luego se fue tal cual un asesino terminando un homicidio, corriendo.

- ¡Amber! Ven a ayudarme a elegir algo para ponerme - Tiana gritó desde la puerta de su habitación.
Subí las escaleras y entré.
- ¿Que pasó?
- Yo soy la que tiene que hacer esa pregunta.
Rodeó los ojos y doy media vuelta hacia la puerta.
- No - cerró la puerta antes de que yo llegue - No te vas, cuentame todo.
Me giré para mirarla.
- No tengo nada que contar.
- Ah! ¿No? - se cruzó de brazos.
- No.
- Entonces, ¿Que hacía Matt aquí?
- Estaba borracho y no se cual fue la razón por la que apareció aquí, eso es todo.
- ¿Y nada más?
- Luego se baño, le hice un café y apareciste tú
- ¿No intento besarte?
- No.
Sabía que si le contaba exactamente lo que paso se pondría furiosa y Matt estaría perdido.
- Que raro, Matthew Aldrich no intento besarte.
- No, fue todo muy amistoso.
- No te creo ni una gota de esta mentira.
- No paso nada, ¿si? Estaba borracho, no piensa mucho en ese estado.
- En eso tienes razón, pero si me estas mintiendo solo para protegerlo de que lo asesine, te asesino junto a él.
- ¡Tiana! Eres una exagerada.
Agarró mis hombros y me miro muy fijamente a los ojos.
- No me mientes, ¿verdad?
- Si, si te miento - Rodeé los ojos.
- ¡Lo sabía! - Levantó los brazos celebrando el éxito - Ese maldito, ¿Quien se cree que es? Para venir y arruinarte.
- Tiana, ya hable con él y solo vamos ser amigos, como en la secundaria.
- Entre ustedes lo de amigos - hizo unas comillas con los dedos en la palabra amigos - Nunca funcionó.
- Lo sé, pero él es consciente de que tengo novio hace tiempo y... - me interrumpió.
- Callate, no quiero escuchar más, no se en que va a terminar todo esto pero se que no va a ser bueno.
- Confía en mí - le di una palmada en el culo y salí de la habitación.
- Perra.

Baje las escaleras y Peter ya estaba desayunando.

- No nos esperaste para el desayuno.
- No, tardaron mucho.
- Lo siento.
- No importa, ya me tengo que ir - me dio un beso en la frente y se colgó su bolso en un hombro.
- ¿Paso algo? - pregunté agarrando su mano.
- No, ¿Porque?
- Te notó raro.
- Estoy muy apurado amor, hablamos después.
Se fue.
No se que le pasa a Peter esta muy raro, distanciado y siempre anda apurado, como si ocultara algo.

Tomé mi café rápido, ya estaba frío. No me sentía muy bien, las actitudes de Peter me preocupan, me angustia sentirlo distante. Estoy acostumbrada a ir a clases juntos, que me espere a dormir o a comer, que me pregunte como estoy, todos esos detalles habían desaparecido.

- ¿Vamos? - Tiana tocó mi hombro.
- Vamos.
- ¿Estás bien? Dime la verdad.
- No - dije desanimada caminando hacia la puerta.
- ¿Es Peter?
- Si, esta muy raro últimamente.
- Voy a ser sincera contigo, los veo muy distantes.
- Lo se, pero no quiero pensar en eso ahora.
- Está bien, nena.
Caminamos hacia la universidad, era temprano, así que llegaríamos a tiempo.
Pasamos por la casa de la hermandad, eso significa que ya estamos cerca, realmente estaba hecha un desastre, papel en los árboles, espuma de colores en el césped.

- ¡No, no puede ser! - se quejó.
- ¿Que pasó? - me di vuelta y miré a Tiana.
- ¡Es asqueroso! - gritó
- ¡Tiana! Maldición, ¿Que pasa?
- Esto.
Levantó una pierna y se sacó el tacón. Tenia pegado un condón en la punta de la suela del zapato.
- ¡Sacalo! - Alargando la palabra y gritando agudo.
- ¡No! Es asqueroso, Tiana.
- Y todavía tiene... - la interrumpí.
- No lo digas, ya se lo que es.
Busqué en mi bolso algún pañuelo.
- Toma.
- Gracias - se puso el pañuelo en la mano y sacó el condón del tacón.
- Eso fue asqueroso.
- Es normal aquí en la fraternidad - una voz masculina habló detrás de Tiana.
- ¡Matthew! - dijimos las dos en un unísono.
- Es la primera vez que me reciben con tanta alegría.
- Cierto - dijo mi amiga poniéndose su zapato.
- ¿Vamos? - Matt puso sus dos brazos en su cintura, dejando un espacio en cada uno para que nosotras pongamos los nuestros.
- Vamos - crucé mi brazo con el suyo.
- Estas de suerte, Aldrich - Tiana hizo lo mismo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 08, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Otra Vez Tu? (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora