Capitulo 1: Nada podría arruinarlo

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Tuvimos una noche perfecta, diversión, tragos, karaoke y baile.

Mi mejor amiga Tiana, su conquista de la noche y mi novio Peter llegamos al apartamento, los cuatro estábamos rendidos por el cansancio de todo.

Decidí darme una ducha rápida para luego poder meterme a la cama, me metí en la bañera y el agua empezó a recorrer mi cuerpo junto con el jabón, al fin librada del sudor, me puse una camisa blanca de Peter y unos pantalones holgados. Despues de estar dos años juntos Peter se había acostumbrado que use su ropa

Me peine el cabello, las gotas que caían hacían que la camisa se vuelva transparente al mojarse.
La puerta se abrió, una cabeza se asomó y escuché la voz dulce de Peter.

- Cariño, los chicos me pidieron café ¿Quieres uno también?
¿Café? Era raro, ya que Tiana suele irse directamente a la cama cuando trae visitas, o esta muy cansada para tener relaciones o el chico era un completo idiota. Pensando en ella y como estaba evadiendo la situación finalmente le asentí a mi pareja.
-

Claro.

- Bueno, te deje las pantuflas al lado de la puerta, sabes que no me gusta que estes descalza con este frío.
Asentí, lo amaba más cada vez que hacia un pequeño gesto para cuidarme. Vi su silueta salir detras de la puerta.

Peter era un chico realmente atractivo, alto, rubio, ojos grises, labios rosados, un cutis perfecto y con un cuerpo trabajado, no se mataba en el gimnasio como los demás chicos pero si se mantenía en forma, era ideal, ni asquerosamente musculoso ni desnutrido, estaba en un punto medio indiscutible.
Lo seguí, me puse las pantuflas que estaban donde él exactamente dijo.
Bajé las escaleras.
-¡Que ambiente de viejos! - dije esperando las miradas de Tiana y el chico - Chico, ¿Cual era tu nombre?

- Thomas - dijo sonriendo.
- Lindo nombre - le devolví la sonrisa.
Peter puso las tazas de café frente a nosotros, lucia tal cual camarero al traerlas en una bandeja. Me dio gracia y reí.
-

¿Que? Ya se, parezco camarero.
- Exacto - dijimos con Tiana en un unísono y reímos.

Pasaron las horas, las carcajadas y las anécdotas.
Miré el reloj que estaba colgado de la pared, al tener las persianas cerradas no nos habíamos dado cuenta que eran las seis de la mañana y teníamos que amanecer para el primer día de clases.
Me levante y le hice una seña a Peter para que me acompañara a la cama.

- Bueno muchachos, nosotros nos vamos a dormir porque somos personas muy responsables - dijo él,
Tiana y Thomas asintieron.

Subí las escaleras mientras escuchaba los pasos de Peter detrás de mi. Entramos en la habitación, no alcancé a sacarme las pantuflas por que me agarró de la cintura, me hizo girar y tiro de mí. Sus ojos se clavaron en los míos, me besó mientras avanzaba, haciendo que mis piernas choquen contra el colchón y cayera en el.
Se puso arriba de mi y comenzó a besarme el cuello.
Luego de unos minutos de besos tiernos, lindos y apasionados, se acostó a mi lado.
Estábamos muy cansados para tener relaciones y tendríamos que madrugar a pesar de la hora.
Lo abracé por el estomago y él me rodeo con sus brazos fuertes.

- Hasta mañana, mi amor - dijo mientras me daba un beso en la frente.
Sus labios estaban fríos pero aún así se sentía el calor que tenían siempre
- Hasta mañana.

Peter era el novio perfecto que cualquiera podría desear y yo era afortunada al tenerlo, nada ni nadie podría arruinarnos.

¿Otra Vez Tu? (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora