Perfecta

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¿Había algo peor que enamorarse del bicho estudioso? Claro que sí, y era ser rechazado por esa chica de coletas cosa que cierto rubio de élite ya había sufrido.

Yamaken iba en un taxi sin poder evitar pensar en todo lo que le había pasado solo por querer tener una oportunidad con la castaña, una completa pérdida de tiempo si le preguntaban ya que esta únicamente tenía ojos para Haru. ¿Qué tenía Haru de especial? No creía que le gustará lo idiota que era pero si lo analizaba bien, Mizutani también llegaba a ser una idiota en ciertas ocasiones. Quizás era el hecho que Haru fuera inteligente, que con sus ridículas bromas pudiera traspasar el muro para llegar hasta el corazón de Mizutani, entonces el rubio se preguntaba ¿de qué servía esforzarse si Haru siempre estaría en la cima? En todo sentido, hasta en lo sentimental lo había destrozado sin dejarlo dar una buena batalla.

Ya tenía tiempo sin ver a Shizuku pero ese día entregarían los resultados de un examen en el centro de estudios donde ambos se preparaban para sus exámenes futuros, eso lo ponía de buen humor, el poder verla tras tanto tiempo y que pudieran compartir una charla amena sin cierto molesto azabache interrumpiéndolo a cada instante.

Bajó del taxi caminando hasta el centro de estudios mientras su mente volvía a divagar, era una fortuna que solo tuviera que caminar en línea recta para llegar a su destino o de lo contrario se perdería, además el edificio estaba muy a la vista.

Había sido raro enamorarse de ella, a decir verdad Yamaken jamás pensó que se enamoraría pero repentinamente esa chica apareció en su vida y aunque sonara algo cliché, robó su corazón. Mal gusto, fría, testaruda y codiciosa eran palabras con las que cualquiera podría describirla y a pesar de todo eso, él la quería. Era linda pero no solo se dejaba llevar por su físico, era honesta y siempre trabajaba duro para cumplir sus metas...era única en el mundo, ¿cómo podría sobrevivir sin ella? Lo había hecho por dieciséis años de su vida pero tras conocerla no creía poder hacerlo más.

Al rubio le era divertido pensar como había pasado tanto tiempo burlándose de los fugaces amores, él siempre alegaba que él jamás estaría perdidamente enamorado de una mujer y que su mujer perfecta quizás debía seguir ciertos cánones de belleza además de inteligencia. Ahora pensaba en lo idiota que había sido al creer que podía controlar su corazón, un completo idiota ya que su amor era duradero. Aquel dolor en su pecho, los nervios, las palabras que quieren salir de su boca pero simplemente no puede, ¿enamorarse siempre fue tan vergonzoso? Porque para Yamaguchi estaba siendo un suplició, más por ser rechazado y estar en la tan temida "friendzone".

Soltó un suspiró entrando al centro que en una pared se exhibían los resultados, un desfile de uniformes de distintas escuelas iban de un lado a otro pero no encontraba se aquel uniforme en particular. Se acercó haciéndose camino para llegar a la primera fila donde le llamó la atención aquella chaqueta color vino y ese peinado que solo una persona de ese lugar usaba. La chica parecía demasiado concentrada leyendo los resultados con ese rostro de tranquilidad, desvió su mirada a los resultados. Nuevamente Shizuku había sido la primera pero ahora él llego a ser el segundo, eso lo hizo sentirse un poco mejor ya que no estaba tan lejos de ella. Sonrió volteándose dispuesto a hablar con la castaña pero esta ya estaba saliendo de entre la multitud. El rubio se quedó con su mano alzada mirando a Shizuku.

No. Estaba harto de todo. Las cosas tenían que cambiar y no lo harían a menos que el diera el primer paso.

Respiró hondo saliendo para seguir a Shizuku, la muchacha apenas iba bajando las escaleras cuando logró alcanzarla.

-Shizuku – Se permitió llamarla por su nombre aunque las mejillas del estudiante de elite estuvieran arreboladas notándose mas por la palidez de su piel.

Perfecta [Shizuku/Yamaken]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora