Capítulo 8-. Rubiuh...

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Narra Mangel:

Sonó la alarma y se aproximaba la hora para ver al jefe.
Me levante y vi que Vegetta ya había preparado el desayuno

-¿Y esah sorpresah?

-Pues ya ves, por cierto, escuché que te llego un mensaje a tu celular, no sé si ya lo revisaste

-¿Un mensajeh? ¿Será de Rubiuh?- tome mi celular y vi que si, era de él, quería que nos viéramos, joder, ahora que tenía algo que hacer. Pero se lo debía por lo de ayer, supongo que le diré más tarde después de ver el nuevo "trabajo" que nos darán.

Desayune lo que hizo Vege, ayude a limpiar la cocina y fui a darme un baño.

En eso, escuche que me grito Samuel desde afuera del baño muy preocupado:
-¡Mangel! ¡Mangel! Sal rápido del baño, pasó algo horrible...

En cuanto escuche eso, me apresuré y salí del baño con la toalla enrollada en el cuerpo. Fue ahí cuando vi a Samuel sentado en el sillón, que al mirarme su cara de preocupación me intrigaba aún más.

-¿Quéh pasah he?

-Mangel, necesito que te calmes, siéntate por fav...

-¡Nada de sentarmeh! ¡Dimeh ya que pasoh joder!-vi cómo sus ojos empezaban a cristalizarse...

-Guillermo me llamo muy preocupado, me dijo que... Secuestraron a Rubén...-Al oír eso sentí como mis ojos empezaban a cristalizarse también... Sentí tanto coraje e impotencia, habían secuestrado al chico que hizo que viera todo diferente, sus ojos que me atrapaban como su sonrisa.
No sabía qué hacer.
Empecé a llorar como loco y a gritar de rabia y enojo. Samuel trataba de calmarme pero era imposible. Nada ni nadie podía calmarme. El solo pensar que podrían hacerle daño al dueño de sus pensamientos lo volvía loco, un demonio imparable. Cualquiera que lo viera en ese estado correría del miedo que daba.

Corri a mi habitación a vestirme lo más rápido que pude y de ahí le grite a Samuel que se apurara para ir a ver al jefe y pedirle ayuda para buscar al castaño.

Me vestí, tome mi celular y ya en la puerta estaba esperándome Samuel para irnos. Encendí el auto y fui lo más rápido posible para llegar al lugar donde nos esperaban.

Al llegar bajé del auto y corrí para con el jefe para preguntarle si sabía algo de Ruben.

Antes de llegar a la habitación donde estaba el jefe vi a través de un cristal a un joven amarrado, tapado de los ojos y que gritaba desesperado que lo sacaran de ahí. Tenía unos golpes repartidos por el cuerpo. Sufría y hacia todo lo que pudiese para tratar de escapar, pero le era imposible.

Si, los perros de mi jefe habían secuestrado a lo más valioso que tenía en mi vida en ese momento...

-Rubiuh...

Criminal Enamorado - RubelangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora