Criminal Enamorado - Rubelangel

Capítulo 12-. Graciah...

Maratón 2/3

Narra Samuel:

En verdad no entendía que estaba pasando. Yo estaba ya acostado, a punto de dormirme cuando empecé a oír que alguien hablaba desde la habitación de Mangel.
Me levante entonces para ver que estaba pasando. Camine hacia su habitación y estaba cerrada, pero desde afuera de empezaba a escuchar cosas.

-¡ESO NO ES VERDAD RUBÉN! ¡YO TE AMO! ¡YO DARÍA LA VIDA POR TI!

Empecé a preocuparme, y fue entonces cuando decidí entrar y ahí lo vi, dando vueltas en la cama, con la frente llena de sudor, dormido. Al parecer estaba teniendo una pesadilla. En eso escuche que está hablando con... ¿Ruben? ¿Qué tiene que ver el en todo esto?
Todo se me hizo muy extraño pero tenía que despertarlo.

-¡Mangel! ¡Mangel! ¿Estás bien? ¡Despierta! -empecé moverlo para poder despertarlo de esa pesadilla que al parecer tenía.

Fue entonces cuando abrió los ojos, estaba muy asustado, lo único que pude hacer fue abrazarlo.

-Mangel, ¿estás bien?

-¿Y Rubius? ¿Dónde estáh? ¿Estáh bien? ¿Lo secuestraron? ¿Tú estás bien? ¿Noh te duele donde te dispararon? - Se me hizo muy extraño que estuviera preguntando por el, apenas lo conocimos. ¿Secuestrado? ¿Por qué preguntaba eso? ¿Qué me dispararon? ¿Qué droga de esta metiendo este chico? Muchas vueltas daban por mi cabeza, pero me limité a responder sus preguntas.

-No, él está bien supongo, hace apenas un par de días que lo vimos. Y yo estoy bien, nadie me ha disparado.

-Pero, ¿Guillermo no te habloh para decirte que Rubius había sidoh secuestradoh? - ¿Guillermo? ¿Qué coño?

-No Mangel, ¿seguro que estás bien? - Fue entonces cuando vi que se relajó y se tranquilizó.

-Dios, te juroh que soñé eso. Que lo secuestraban y que, túh me acompañabas a salvarloh porque la gente del Jefe lo había secuestradoh, que lo salvamoh, pero te dispararon, y que yoh te curaba, ¡qué alivioh que estén los doh bien! - me senté a la orilla de la cama a la altura de su pecho, me abrazo y yo correspondí el abrazo.

-Vale, gracias al cielo no pasó nada, ya mejor descansa, ¿vale? Que mañana tenemos que ir a ver al jefe, recuerda.

-Si, esoh sí lo recuerdo, aunque hubiera preferidoh que también esoh fuera un sueño eh.

-¿Por qué dices eso? - respondí

-¿Noh te lo dije yah? -lo mire extrañado, ¿qué se supone que me dijo?

-¿Qué ya me habías dicho?- seguía sin entender mucho, y eso de alguna manera me desesperaba.

-Que, quería dejar estoh tío. -¿Queee?

-¿Dejar esto? Joder macho, sabes que es muy difícil, puede costarnos la vida, ¿por qué quieres dejarlo? ¿Es por Ruben? -en ese momento no estaba entendiendo muchas cosas, tenía dudas, nunca había visto a Mangel así

-Si, lo séh, y si, también es por el, pero te juroh que me ha... Joder que extraño es estoh, supongo que también fue parteh del sueño lo que te conté

-¿Qué? -seguía muy confundido

- Que él me ha hechoh pensar mi vida distinta, no seh, el me ha hecho reflexionar muchas cosas -¿Cómo? ¿Él sabe lo que hacemos?
Se lo iba a preguntar, pero me interrumpió...

- ... Y no, él no sabeh lo que hacemos, y es lo que más me ha sorprendidoh y de alguna forma encantadoh, no se, él es diferente, tiene una luz que noh había vistoh en nadie - mire sus ojos y estaban más que iluminados, estaba muy ilusionado con el, nunca lo había visto así con nadie, pero, siendo sinceros, yo también me estaba sintiendo así, pero con Guillermo.

-Mangel, yo... Yo también he pensado eso, de dejar esto -el inmediatamente volteo a verme sorprendidísimo.

-¿Y tú por quéh? -fue entonces cuando vi que sonrio, y sentí como mis mejillas se calentaban, soltó una leve risa, supongo que me sonrojé.

-Pues, Guillermo también me ha hecho ver muchas cosas, ¿sabes? No se, igual que tú me ha hecho ver lo bueno en todo, incluso en mi- respondí rascándome la nuca, a lo que vi que sonrio de oreja a oreja y soltó una risita.

-Vale, entonces, ¿mañana hablamos con el jefe de estoh? Luchemos por salir, si podemoh -tomo mi mano en señal de que quería darme ánimos y fuerza.

-Mañana será, ahora, trata de descansar, ¿vale? -le di un abrazo el cual el correspondió.

-Vale, descansa Samuel

-Descansa -respondí. Me levante de la cama y antes de salir de su habitación, escuche que me habló.

-Samuel...

-¿Qué pasa?

-Graciah, por todoh, ni en mis sueños dejas de apoyarmeh... -regrese hacia él y lo abracé.

-No agradezcas, siempre estaré para ti hermano -correspondió el abrazo, nos separamos y me fui hacia mi habitación.

Mañana sería un día largo; me recosté y me quedé profundamente dormido.