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En primaria los pupitres estaban colocados en filas de dos en dos, y había varias columnas así por la clase.
Recuerdo que en cuanto escogí mi sitio corriste a sentarte detrás de mi.
En sexto de primaria, te volviste un poco celoso.
Una vez un chico se sentó al lado mío, y acto seguido frunciste el ceño. Cuando te diste cuenta de que yo lo ignoraba totalmente, volviste a tu rutina:
Mirarme durante toda la clase.
Cuando me harté de aquel chico, le dije que se cambiase de sitio.
Y lo hizo.
A partir de ese momento, tu no dejaste que nadie se sentase a tu lado.
Y yo tampoco.
Solo tengo una pregunta:
¿Por qué, chico del pupitre de atrás?

El chico del pupitre de atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora