Estaba en la Universidad estudiando derecho, no era algo que yo quería estudiar pero era algo que mis padres si.
Y ahí estaba ella, hasta el fondo escribiendo en sus apuntes.Cuando la clase terminó, todos salieron rápida mente, Pero ella no; se quedó un tiempo
para recoger sus cosas tranquilamente y se fue, Sabía que tenía que hablarle pero no podía.Hasta ese día donde pasó la cosa más hermosa. Fue donde todo empezó.
- ¿Oye donde compraste ese refresco? Es que en la cafetería no venden de esos y pues es mi favorito.- Se acercó a mí, con su sonrisa llena de alegría. No sabía como era tan feliz siempre.
- Es que lo traje de casa.- Fue todo lo que le dije, no sabía que más decirle.
- Oh bueno, es una lástima. Sabes la bebida que venden aquí es una porquería.- dijo riendo. Era hermosa.
- Si claro.- le contesté riendo. -Sabes, oí que hay una tienda Cercas de aquí que tal vez las vendan.- Dije con la mejor sonrisa que podía poner.
- Oh ¿entonces que esperamos?.- tomó mi brazo y me llevo hasta afuera.
Habían pasado 20 minutos y todavía no habíamos encontrado la tienda. Yo ya estaba cansado pero ella aún seguía buscando.
-Oye creo que no la vamos a encontrar, mejor vámonos. Las clases están por comenzar.- le dije retrocendiendo un poco.
- Vamos ya casi la encontramos, además la clases que sigue es demasiado aburrida.- dijo yendo hasta donde yo estaba.
- Por cierto ¿cómo te llamas?.- me pregunto con curiosidad
- Koa.- le dije con una sonrisa, ella puso una mueca muy rara a lo cual yo reí.
- Me pusieron así porque mi abuela es asiática y ese nombre allá es muy conocido.- ella sólo asentía.
- ¿Entonces porque no pareces asiático? Pregunto, se notaban sus ojos llenos de curiosidad, yo sólo solté una carcajada.
- Es que mi padre es de aquí y pues creo que saque todos los rasgos de mi padre más que los de mi madre.- le dije tratando de que entendiera.
- Vaya que increible, yo soy de aqui, mis abuelos y padres son de aquí, nunca han salido de este lugar y ¿Sabes? Tengo miedo de quedarme aquí como ellos.- Dijo agachando la mirada.
- ¿Porque? Se ve que este lugar es muy hermoso, puedes pasar tu vida tranquila.- dije tratando de que se alegrará un poco.
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La vida de koa
Ficção AdolescenteEra un día frío, ella estaba sentada debajo de ese enorme árbol, leyendo un libro. Sus ojos estaba llenos de un brillo único, era ese brillo que tenemos cuando vemos algo que realmente amamos, ese brillo que hace especial a las personas. Recuerdo qu...