U N O

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No... no.

Burbujas de oxígeno escapan de mi boca mientras trato de gritar por ayuda, pero no hay nadie,  nadie me escucha.

Algo me arrastra hacia abajo, sumergiéndome en lo más profundo, alejándome de la luz de la luna llena. Intento no darme por vencida, no hay nada más que el agua salda a mi alrededor , sé que no lograré llegar a la superficie, ya no tengo más oxígeno, mis pulmones arden. Siento como el agua entra por mis fosas nasales haciendo que mi traquea arda. Mis extremidades se paralizan no puedo subir más, no puedo seguir luchando. Siento como cada vez que hundo mas hacia el vacío dejo de sentir menos frío.

¡Katriel!

Despierto tomando bocanadas de aire, toso un poco, mi respiración esta acelerada.

Solo fue un sueño.

Uno que se sintió muy real.

—¡Katriel!— vocifera mi papá.

Es hoy.

Mi pie se enrolla con la sábana y casi me voy de boca. —¡Estoy...! ¡ Ya estoy despierta! ¡Bajaré en unos minutos!

Me veo al espejo, tengo la almohada marcada en mi rostro y mi cabello rubio se ve como un nido de pájaros, bajo mis ojos avellana hay unas terribles ojeras, ojalá la vida fuera como una película. Donde la protagonista despierta peinada, con buen aliento, y maquillada, incluso despierta con un chico muy ardiente al lado.

Alejo esas ideas de libros wattpad lejos de mi cabeza y me preparo para este día. Me baño lo más rápido que puedo, me enchino las puntas de mi cabello rubio y me hago un maquillaje natural.

Y bajo las escaleras, mi equipaje ya esta en el auto. Mi padre me ve y me sonríe.
— Si decides quedarte, no hay ningún problema, puede pasar cualquier cosa, una tormenta. ¿Y si se cae el avión? ¿O que tal si hay un virus mortal en Francia? Y los dejan en cuarentena y ya no podré verte. Si te pasa algo yo no estaré ahí.

—Shhhh papá, se que quieres que me quede, pero vendré a visitarte, lo prometo. — lo abrazo de lado, él ensancha su sonrisa.

— Eres valiente mi niña. — dice dándome un beso en la frente.

Vamos a un restaurante, desayuno tranquilamente, aun tenemos tiempo. Cuando llegamos al aeropuerto me encuentro con Abby, ella también es de mi clase, aunque no me llevo muy bien que digamos con ella.

Ambas nos iremos de intercambio a Francia, desgraciadamente no me librare de una de las chicas mas insoportables de mi escuela.

— Pasarás tu cumpleaños número 18 en otro país, así que... — mi padre me pasa una pequeña caja dorada con un listón azul. La abro y veo una fina cadena con un dige con un hermoso rubí en el medio. — Era de tu madre. — me doy la vuelta y él me la coloca al rededor del cuello. — Tu madre me contó que este dige a pasado de generación en generación, supongo que te dará suerte.

— Vuelo a Francia, París, pasajeros, abordar el vuelo 5— avisan, y sé que ya es hora.

—El día que la conocí lo tenía puesto. Es para la suerte. — dice guiñándome un ojo , y le doy otro abrazo para despedirme de él.

Abordo el vuelo, Abby me ve de pies a cabeza, dándome una mirada disgustada y esboza una sonrisa hipócrita .

—No tienes de que preocuparte, el odio es mutuo. — digo imitando su sonrisa falsa, y le paso por un lado para llegar a mi asiento.

Luego ella pasa a mi lado para dedicarme una mirada asesina y yo solo le sonrío.
Perra

Debo admitirlo, estoy muy emocionada, ¿Un poco nerviosa? Si, definitivamente.

TRUE DARKNESS ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora