Entre ella y tu

Entre tu y ella

Maldita lluvia, la odio.

Siempre ha sido así, es por ello que en esta temporada llevo un pequeño paraguas de mano que cabe perfectamente en mi mochila.

Aunque por poco lo olvido, culpa de Okuda al enviarme aquel mensaje con el propósito de recordarme cuanto te quiero y que debo confesar mis sentimientos.

Se lo he dicho incontables veces, no lo haré.

Ella me preguntó si era por Akari, pero no, es por ti.

Tendrías una vida pacifica con ella y por eso espero que aquel sentimiento de amistad que le das a la chica llegue a ser de amor.

Ella te quiere y por eso reí el día que Akari declaró la guerra, ella no se rendiría.

Sonreí y acepte su valentía.

Yo soy un cobarde.

Me tiene sin cuidado lo que la gente diga de mí, no me altera declarar por igual mi atracción a chicos y chicas.

Pero no puedo hacerte eso.

Toda tu vida fuiste sometido a un estereotipo para ser mujer, pedir que aceptes mis sentimientos sería terminar con su ansiada libertad.

No puedo arrastrarte conmigo, no debo.

Y no lo haré.

Burlé un poco al verte parado en la entrada del edificio sin un paraguas.

--Qué bueno que no te has ido, así podremos bajar juntos-- propusiste con una radiante sonrisa y un ligero rubor en sus mejillas.

--Está bien, pero primero déjame volver por mi cuaderno. Lo olvide-- mentí para poder volver y traer conmigo a la chica.

Ella se sorprendió al verte ahí parado esperándome.  Por otro lado tú no lucias muy feliz.

Lo lamento.

La conversación fue amena a pesar de todo, reíamos ante cualquier estupidez y me asegure de que todo el tiempo una enorme sonrisa socarrona enmascarara mis sentimientos.

Verte con otra persona me cuesta demasiado, pero es lo mejor.

Entre cálidas miradas llenas de amistad y una que otra con un sentimiento más profundo llegamos a la calle.

Y era bizarro.

Ella te miraba a ti.

Tu a mí.

Y yo a ambos.

¿Te he dicho que hacen buena pareja? Tal vez deba hacerlo más seguido, así podría empezar a desvanecer tu cariño hacia mí y redirigirlo hacia ella.

--Asegúrate que Akari llegue seca a su casa-- sonreí y guiñe un ojo hacia ti, eso era lo correcto.

Ella es una chica y tu un chico.

Ella te quiere y sé que tú también a ella, tal vez no de la misma manera, pero sé que lo haces.

Yo me encargaré de que ambos graben sus nombres en una hermosa invitación de bodas, es mi más grande deseo el que tú y ella terminen juntos.

Y aquel día no lloraré, al contrario, sonreiré y les desearé la mejor de las suertes.

Duele enviarte a los brazos de alguien más, pero es lo mejor, con ella serás feliz y yo lo seré cuando sus hijos me llamen "Tío Karma", serán hermosos como tú.

Perdóname, pero no puedo arrastrarte conmigo a una vida de prejuicios.

No sería justo.

Pero tienes que saber que te quiero.

Que te amo.

Y con mi amistad incondicional te lo haré saber.

No puedo tenerte a mi lado, espero entiendas.

Entiende que para ti será más fácil que te deje ir.

Entiende que con ella estás mejor.

Entiende el esfuerzo que hago por tu bien.

Entiende que para mí no es fácil arrancar un pedazo de mi corazón.

Entiende que no me puedo robar tu luz. Ya eres perfecto brillando en tu mundo, en ese mundo que te costó tener tras librarte de las cadenas.

Mi mundo es diferente.

Te necesito en él, pero no puedo destruir tu esfuerzo.

Es por eso que feliz acepto destruir aquel mundo que imagine a tu lado para usar los escombros y ayudarte a edificar un mundo a lado de ella siendo tu más grande mejor amigo.

Porque sí, asi debe ser.

Entre ella y tu todo parece correcto.

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