-Pues si pero en algún momento se nos hara y tu vas a ser el que nos guie a ese lugar-
-Ya calla y apresurate que ya casi abren los Álvarez.-
-¿Te refieres a esos que venden pan?-
-Esos, o ¿acaso conoces a otros Álvarez?
-No Pero es que ellos venden el pan no nos van a querer regalar ni un mísero mendrugo y vas a ocupar mucho más de uno para darles de comer a todos-
-¿Y quien dijo que lo íbamos a comprar?
-¿Entonces lo vamos a robar?-
-No nos queda de otra, en cuanto se distraiga el señor tu agarras uno y yo otros y salimos corriendo para lados diferentes y es probable que agarre a uno así que si eso pasa no te regreses a ayudarme tu sigue corriendo hasta que estés seguro de que no te siguen y se los llevas yo después te alcanzare-
-Esta bien pero no estoy de acuerdo en dejarte atrás, ese señor te va a golpear hasta casi matarte-
-Si lo se pero lo importante es que ustedes coman que esas eridas después sanaran-
-pero...- le interrumpo antes de que pudiera terminar
-pero nada y correle que ya mero llegamos.-
Mientras nos fuimos acercando a aquella tenducha la ansiedad fue creciendo en mi mientras iba repasando lo que en unos minutos iba a pasar, llegamos a la puerta y estando a punto de abrirla empecé a dudar sobre lo que estaba apunto de hacer ¿acaso es necesario que lo haga? ¿no habrá otra forma? ¿y si todo sale mal? Pero ahora no puedo regresar con las manos vacías ¿o si? Pero ¿qué pasará si ya no regresó? ¿qué pasará con los niños, con los monigotes, que esperan que les lleve algo? Pensando en los niños que llevan días sin comer, días en el que se sacia el hambre con pura agua y agua de charca.
Con un movimiento más que nada por impulso abrí la puerta y sin mover la cabeza recorrí con los ojos todo lo que nos rodeaba, los muebles esos mueble llenos a reventar de panes, las personas, esas personas que no notaron nuestra presencia pero yo si noté la suya eran dos jóvenes al parecer querían comprar algo más que un pan pero junto a esos jóvenes se encontraba él, con su apariencia tan buena pero de bueno no tiene nada ya que sólo piensa en el dinero él el señor Álvarez con su enorme panza, dicen que por un buen precio sería capaz de vender a su propia madre.
Me volteó a Fred y le digo -no vamos a poder hay demasiados monigotes.-
-Espera creo que ya se van- al oír esas palabras mi cabeza sale disparada hacia el lugar donde se encontraban los muchachos y el señor y efectivamente el par vienen caminando hacia donde estamos nosotros y yo m hago a un lado para que puedan pasar y en ese mismo instante nos ve el panadero. -que quieren chavales ¿acaso vienen a robar?-
Fred y yo empezamos a avanzar hacia donde se encuentra sin contestarle pero de la nada me detengo agarró los dos primeros panes que encuentro a lo que creo que es mi izquierda y Fred hace lo mismo y los dos salimos salimos corriendo hacia la puerta.Después de tanto tiempo les traigo lo q les prometí la segunda parte \^-^/ sólo con la excusa de que no había podido subir por culpa del trabajo y las clases en la uni.
Pd: les dejo la canción que escuché mientras escribía la mayor parte del capítulo, son versión con violín, idioma original (japones) y versión español latino.
Pd de la pd: no encontre la versión violín q buscaba q es la q tengo así q les dejé otra.