Why my Starlight» SNSD Taeyeon [김태연] OS 🔖

Part I.

No me sentía del todo tranquila en ese lugar. Llegó un momento en el que me cansé de la monotonía que dirigía y controlaba mi vida, de que todo fuera perfecto, de que nada saliera mal.

A pesar de que era mi hogar, había algo que... No lo sé, ya no me satisfacía mi zona de confort o... tal vez, era de esas veces en las que te cansas de todo, y simplemente quieres salir de la rutina un poco.

Sin pensarlo demasiado, entré a mi nave y zarpé, elevándome y dejando como puntos pequeños a aquellos recintos y demás construcciones que había, adentrándome así en el inmenso universo, lejos de las galaxias vecinas, hacia más de 20 millones de años luz. Sin saber a dónde ir, sólo porque sí.

Llegué a lo que decidí como mi destino, que si mal no recordaba le llamaban el planeta "Tierra". No, mi nave no se podía distinguir en el cielo ni cosas así como las que la mayoría de los habitantes de aquí se inventaban, no éramos tan torpes como para dejar que nos vieran. Era un poco difícil de explicar, pero el punto era que ya estaba ahí. Ya había leído un poco sobre dicho lugar y me pareció interesante.

Y vaya que lo era.

Mis primeros días fueron un poco bruscos, porque no me acostumbraba al ambiente de aquí. Era muy cálido. El tiempo pasa rápido y ya llevaba aproximadamente un mes, según la medida del tiempo de los humanos. Me había convertido en una chica rebelde aquí, y me fascinaba.

Luego llegó el día en que lo vi.

Estaba nublado y como de costumbre, haría alguna travesura de mi lista. Esta vez no iría tan lejos. Me apeteció robar de un pequeño puesto de «Hot dogs» unos botes que contenían un líquido amarillo y otro rojo, los cuales llamaban mostaza y cátsup, sólo para empezar el día. Me preguntaba porqué le ponían eso a sus comidas. El que atendía ni siquiera notó cuándo desaparecieron los condimentos hasta mucho rato después. Pff. Discutía con un par de chicos acerca de la extraña desaparición de los envases. Estaba recargado en la barrita de metal del puesto, ya calmado y pensando, cuando decidí actuar.

Caminando lentamente y con los botes en ambas manos me acerqué, retándolo con la mirada. No tuvo tiempo de reaccionar adecuadamente cuando yo ya me encontraba apretando la salsa de tomate y la mostaza apuntando en su dirección haciendo que su ropa quedará llena de aquello. Los que estaban ahí se empezaron a reír y vi que era hora de salir de ahí. Di unos pasos hacia atrás girando bruscamente, pero algo chocó conmigo y se derramó un poco sobre la camiseta de éste.

Y no era algo, era alguien.

Le dediqué una mirada sorprendida y le examiné. Llevaba unos pantalones de mezclilla, camiseta blanca larga y una chaqueta, junto con unos cascos de música. Sus facciones eran lindas y su piel solo era ligeramente un poco más morena que la mía.

Vi cómo se dio cuenta de la mancha y volteó hacia mí. Sé que fue demasiado poco lo que duraron nuestros ojos conectados, pero fue lo suficiente como para atraparme en sus redes cual animal siendo capturado. En ese momento quería seguir así y me hubiera gustado hacerlo, pero tenía que correr para que no me atraparan. Dejando atrás a aquél chico que lucía desconcertado.

Pero ¡oh sorpresa! Quién diría que lo volvería ver ese mismo día. Bueno, está bien, hice que nos cruzáramos de nuevo. Él iba caminando pensante, supongo que por lo de momentos atrás. Yo sólo estaba parada esperando a que se diera cuenta de que estaba ahí. Cuando al fin me miró se quitó los cascos. Me reconoció. Reparé en el anillo que llevaba y de repente sentí una visión atravesar mi mente.

Reconocí la piedra incrustada.

Sonreí. Y sin detenerme a pensar qué dijera, lo llevé conmigo, tomándolo del brazo. Corriendo como si hubiéramos hecho algo malo. Después de un rato, se atrevió a hablar.