Dicen que las mejores personas llegan por casualidad, sin aviso. No sé si a la forma en la que se conocieron Ginger y Nat se le pueda llamar algo así.
En fin, un 16 de Noviembre, lo recuerdo exactamente, Ginger y Plum, su mejor amiga, caminaban por los pasillos de la escuela cuando se encontraron con la profesora de música, ella, se aproximó rápidamente hacia las chicas para hablar con Ginger y así ofrecerle cantar con la orquesta del colegio, en realidad Giger era un poco penosa así que le pidió a la profesora si Plum podría cantar con ella y así no tendría tanto miedo, esta aceptó.
Al final las citó para un ensayo ese día después de clases.
Pasaron las horas de clase y por fin fue hora de finalizar las clases e ir al ensayo.
Ambas chicas entraron al salón con toda naturalidad, y como flechazo de película, Adam, que se encontraba en el salón ya que tocaba guitarra, miró a Ginger y se enamoró de ella, no solo de ella en general, sino de sus ojos brillantes, labios finos cual pétalos de rosa y esa piel lechosa y totalmente tersa, era deslumbrante la belleza que portaba, la suavidad de su cabello lacio y delicadeza pura.
Pasaban los minutos del ensayo y él se maravillaba más con la voz angelical de Ginger. Desde ese instante, Adam supo que la chica que cantaba iba a volverlo totalmente loco de amor y que jamás querría separarse de ella.
Lástima que ella, en ese momento, no sintió lo mismo.
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Tú no eres él, y yo no soy ella.
Ficção AdolescenteElla era perfecta. Él era perfecto para ella. Lástima que nunca lo supo. Ésta historia suena como las contadas desde siempre, sin embargo no lo es. Ésta tiene otro concepto de final feliz.