Te odio

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Cap: 2

Estaba mirando la ventana mientras llovía y mi maestra se presentaba.

De momento oí un ruido estremecedor, una silla arrastrándose, una cera escribiendo en la pizarra, esa clase de ruido que provenía de mi lado. Des de donde anteriormente no había nadie. Había un chico, moreno que parecía simpático. Cosa muy poco común en mi instituto.

-Podrías parar de hacer ese estúpido ruido- dije sin pensarlo dos veces- irrita mis oídos.

-¿Perdona?- me contestó el chico confundido- ¿de qué ruido hablas?- dijo volviendo a hacerlo y una sonrisa que odiaba de las personas.

-Déjalo- dije girandome hacia la ventana de nuevo.

-Okey- respondió sin ni siquiera mirarme.

Pasó la clase super rapido y por desgracia ese día no nos movíamos de clase, solo después del patio, así que tocaba aguantar a ese maleducado.

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-Señorita Miller- dijo una voz femenina cerca de mí. En ese instante me di la vuelta muy bruscamente y me encontré con la maestra de Matemáticas mirándome con cara de pocos amigos- ¿se puede saber qué hace?, la clase está aquí no en la ventana, ¡así que girese ya!- ni me lo pensé, me giré y no volví a mirar la ventana. Eso sí, estaba dibujando en mi cuaderno.

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-Se te da bien- oí de la boca de la maestra que estaba delante de mí- deberías apuntarte al bachillerato artístico y no al científico- me dijo sin más.

-Ya lo intenté pero mi madre se negó- respondí sin pensar.

-Fuera de clase- dijo, yo la miré a los ojos.

-Perdone pero no estoy incomodando a la clase.

-¡He dicho que fuera!- dijo chillando y señalando la puerta.

-Per..- no me dejó terminar, me cortó.

-¡Ni peros ni nada!, ¡¡¡FUERA!!!- me miraba con odio.

-Vale vale- dije levantándome.

-¡No!- dijo mi compañero de pupitre- ¿no se da cuenta de que està siendo irrazonable? Ella, como todos, no te prestaba atención, ¿y qué? Solo porque estés deprimida no significa que la tengas que acusarla a ella de una cosa que hacemos todos.

-Tu con ella, así la podrás defensar delante del director- me la quedé mirándolo con odio y salí por la puerta, intentando que ese idiota no me atrapara, en dirección a dirección.

-¿Te das cuenta de que te he intentado defensar y tu solo piensas en que gracias a mi te envían a dirección?

-¿Y tú te das cuenta de que eres idiota?- dije mirándolo con una cara de odio que no había hecho en la vida.

-Solo sé que no eres la única que tiene que ir al despacho del director, y encima no me das las gracias- dijo con un tono de creerse más importante que el director y me cogió del brazo con fuerza y me detuve en seco.

-Suéltame- dije secamente.

-Mirame- intenté forcejear para que me soltara però no funcionó, tenía mucha más fuerza que yo.

-He dicho que me sueltes- dije alzando la voz.

Me soltó y le miré.

-¿Juzgas a las personas por su aspecto?- dijo secamente

-No, porq..- no me dejó terminar y me besó. Le metí una patada en la entrepierna y salí corriendo a el despacho del director y entré sin llamar.

El director me miró y luego miró por el agujero que dejaba la puerta entreabierta y dijo:

-¿Que te hizo?- dijo sin mirarme. Firmando algo.

-Emmm... ¿Me Beso?- dije sin creérmelo.

-¿Y eso te incomoda o...?- dijo intentando que le contestara ya que era una tontería, eso sí, sin mirarme ni un solo segundo.

-Si, mis labios son sagrados- dije creyéndome superior- aunque también vengo porque me han echado de clase.....-

-En ese caso, tendré que llamar a el maestro que esté de guardia. Un momento...- mientras me hablaba me ignoraba y seguía firmando esos papeles, que parecía que fuese un niño pequeño haciendo un dibujo.

-Sígueme,- miró a mi compañero- ¡Tú también!- el chico se acercó a la sala.

-Eres tonta niñata- me susurró el chico muy flojo para que nadie más lo oyera.

-No más que tu- y dicho eso, seguí al director.

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El director nos castigó toda esa hora en el aula de estudio copiando todo el tema de Matemáticas.

-Te odio- dije sin pensar.

-Equally (Igualmente) - dijo con muy mal acento inglés.

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Pasé toda la tarde con Marck y a las 21:00 mi madre me llamó...

-Señorita, no quedamos que a las 20:20 estarías en casa?- miré el reloj de Marck (Girando-le la muñeca)- así que te quiero ver en casa ¡YA!

-Ok, voy para allá...- le hice una señal a Marck de que me tenía que ir y me dijo que me llevaría con su coche. Sí, el ya tiene 18 años ya que es de Enero y estamos en Febrero... Yo soy de Noviembre :(

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Me quedé hasta las 23:50 leyendo en Wattpad;

My Wattpad Love:

Capítulo Uno.

Cuatro palabras.

Es increíble como cuatro palabras pueden cambiar tu vida para siempre. Frases como "Yo realmente te amo" o "Yo quiero estar contigo" son tan poderosas y fuertes que pueden calentar tu corazón en cuestión de segundos, pueden conducirte a la felicidad. Pero no fue una de esas frases la que cambió mi vida, fue una frase mucho más simple, uno que nunca esperé leer.

Ya era más de media noche, estaba navegando en Internet, como cada sábado por la noche. Después de terminar un pote de helado, me puse hiperactiva y no podía dormir. Supongo que el azúcar extra en mi sistema no estaba realmente ayudando. Estaba acostada boca abajo, moviendo mi dedo a lo largo del puntero de mi laptop, buscando historias para leer. Me había quedado sin libros físicos, así que decidí probar esos libros en línea de los que había oído tanto.

Desgraciadamente.....

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De momento me desperté por un ruido de alarma, parecía una sirena como la que escuché viendo algunas películas de la segunda guerra mundial. Era la Sirena que ponían cuando caían bombas. Era insoportable, mi madre vino corriendo a mi habitación y me cogió del brazo y bajó corriendo por las escaleras.

Me subió al coche y me dijo que no hiciera preguntas, que ya me lo contaría todo... Tenía miedo.

Odio El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora