Una parte de mi.

Dos.

Entro a mi casa echando chispas, la ira está en toda mi circulación, como si de heroína se tratase. Mi madre con tan solo verme se da cuenta que algo no va bien, pero solo se limita a mirarme con preocupación, ya que mi padre está sentado con los brazos cruzados, justo al lado de la puerta que da al pasillo de las habitaciones. ¡Oh, vamos! ¿No puedo estar enojada en mi pieza, una vez en mi puta vida?

-¿Qué te pasa a vos?- pregunta antes de que pase por su lado, lo miro con asco.

-Nada que te importe.- espeto. Queda boquiabierta por la manera en que conteste, es la primera vez que lo hago, pero estoy cansada de todo, de toda esta porquería que algunos la definen como mi vida.

Mi madre suelta un jadeo cuando mi padre se levanta a toda velocidad hecha una furia. -¡No me busques, pendeja! Me estas tocando los huevos desde que te fuiste a esa mierda de escuela... no creo que me quieras ver enojado.- dice detrás de mi, entonces ya no controlo mi cuerpo, la ira me controla a mi.

Me doy vuelta y lo miro con los ojos bien abiertos. -¿Qué no te quiera ver enojado?- le grito en el rostro, sus fosas nasales se abren y se cierran con prisa, conteniéndose. -¡TODA MI PUTA VIDA TE VI ENOJADO! ESTOY HARTA DE TUS MIERDAS, HARTA DE TI. ¿QUÉ MIERDA TE HICIMOS PARA QUE SEAS UNA MIERDA CON NOSOTRAS? ¿HA? ¡SOMOS LO ÚNICO QUE TIENES, LO MÁS CERCANO AL CARIÑO Y TU LA CAGAS CON TODAS TUS PORQUERÍAS! ¿QUIERES TERMINAR SOLO O EN LA CÁRCEL O PEOR... MUERTO? ¡PORQUE SI ES ESO, DÍMELO Y TE AHORRO TODO EL TRAMITE!

-¿Y A TI QUÉ MIERDA TE PICÓ? ¿QUIÉN TE CREES QUE ERES PARA GRITARME EN LA CARA DE ESA FORMA? ¿QUIÉN-

-TU MALDITA HIJA, CARAJO ¡TU HIJA!- su mano se eleva por un segundo, pero se detiene. Amaga con tratar de pegarme otra vez, yo solo lo miro a los ojos desafiándolo, esperando la cachetada de su parte. Pero deja caer su mano a un lado y sin decir más nada, se encierra en su cuarto. Dejándome estática en mi lugar y a mi madre realmente sorprendida por tal acto.

Es la primera vez que no me pega cuando quiere hacerlo, es realmente shockeante ver eso después de toda una vida de maltrato, y no sé qué hacer o cómo reaccionar al respecto. ¿Lloro, me río, lo busco, me voy, digo algo estúpido o inteligente, espero a que salga? ¡Mierda!

-Creo que es mejor que vayas a tu cuarto, voy a preparar la cena.- su voz me trae de vuelta, su dulzura en cada palabra hace que me relaje y termine cediendo.

Una hora más tarde escucho la puerta de la entrada, estoy en tanto silencio que puedo escuchar hasta cuando mi madre deja la cuchara en la mesa.

-¿En donde estabas, Leonela? ¡La maldita escuela terminó hace una hora!- me siento de golpe y me voy hacia la puerta de mi habitación, abriéndola lo suficiente para ver a mi hermana parada en la entrada de casa.

-Estaba con mi novio, papá. Ya soy mayor, sé cuidarme sola...- responde aburrida mientras cuelga su chaqueta.

-Entonces si ya eres mayor, ve y consigue trabajo. ¡No voy a mantenerte ahora que tienes novio!- grita enojado mi padre, ella rueda los ojos y terminan conectados a los míos. Le regalo una pequeña sonrisa y ella me la devuelva, pero mi padre le pega una cachetada borrando la. -¡¿TE RÍES DE MI, ESTÚPIDA?!

-No te preocupes, cuando tenga el maldito dinero suficiente, me largo de aquí...- espeta asqueada, señalando todo a su alrededor.

Abro la puerta y me acerco a toda velocidad a mi hermana, agarrándola del brazo y tirando de ella para ir a su habitación. Pero las palabras de mi padre me dejan helada en mi lugar.

-¡JA! ¿Te vas a ir? ¿Pues que esperas? ¡Huye! Huye como lo hizo tu adorado hermano, huye de los problemas dejándome-los a mi... ¡VE, ANDA! ¡VAMOS!

-¡No te atrevas a hablar de mi hermano!- le grito enojada, mi madre se pone en medio.

-Por favor Mario, basta...- trata de llevárselo y él la mira, agarra sus manos y niega.

-Dos años culpándome a mi de las mierdas de su vida, Bella. ¡No puedo más con esta mierda! ¡Y tu tampoco!

-¿De que hablan?- Leonela tiene la respiración agitada y yo solo espero respuesta de alguno de los dos.

-De tu her-¡DE NADA! ¡BASTA, MARIO! ¡BASTA!- mi padre bufa por lo bajo y se mete en la cocina.

-¿Qué mierda fue eso, mamá?

-¡Ustedes dos, también, ya basta!- contesta enojada, se seca las manos en su delantal y nos fulmina con la mirada, haciéndome reaccionar.

-¿Ya basta de qué? ¡Toda tu vida aguantando a esa escoria! ¿Y ahora lo defiendes? ¡Pero ni mierda, mamá! Yo no puedo seguir viendo como te auto destruyes, ni yo ni Leo. ¡Es hora de que empieces a amarte! No puedes dejar que te maneje toda tu maldita vida ¿Entiendes?

-¡No! No voy a seguir escuchándote, Luz. Ni a ti, ni a ti.- nos señala, antes de que empecemos a contradecirla, levanta una mano haciéndonos callar. -Antes de venir a juzgarme, primero sepan por qué hago lo que hago.

-¿Entonces quieres seguir dejándote manipular? ¡Eres una maldita sumisa! ¡Eres tan débil! Me da vergüenza ver que mi madre es una pobre infeliz que no se valora a sí misma. ¡Me das pena, mamá!

-Ahora entiendo porque Bruno se fue apenas pudo irse. ¿Quién quiere estar en esta mierda de casa?- la cachetada no se hizo esperar, pero a las dos nos sorprendió que justamente ella nos haya pegado.

-¡NO SABEN NADA, NADA! NO VOY A PERMITIR QUE USTEDES ME VENGAN A AGREDIR VERBALMENTE ¡SOY SU MADRE! LES GUSTE O NO, ME VAN A RESPETAR. ¡Y NO SE ATREVAN A HABLAR DE BRUNO! ¿QUEDÓ CLARO?- grita.

-¿Por qué no hablar de Bruno? ¿HE? ¡Tengo derecho! Él se fue porque no podía seguir viendo como te maltrataba ese...ese... intento de hombre...- la risa amarga de mi madre hace callar a mi hermana. No entiendo nada...

-¿Ustedes piensan que su hermano se fue... por mi culpa? Como ya dije ¡No saben nada!

-¿Qué no sabemos, mamá?- mi voz sale temblorosa y Leo me agarra de la mano, apretándola.

-Vayan a lavarse las manos, la cena está lista. ¡No quiero escuchar más nada relacionado a Bruno! ¿Entendido? ¡NADA!

-Coman ustedes, a nosotras se nos fue el apetito. ¡Que tengan buen provecho y buenas noches!

Con mis piernas como gelatina, avanzo detrás de Leo hacia nuestras habitaciones, mi cabeza da vueltas. Realmente no entiendo nada de lo que está pasando, y lo peor de todo que la persona que puede sacarme las dudas de todo esto, no está a mi lado y tampoco sé dónde se encuentra.